La Scala inaugura la temporada operística con polémica

El comienzo de la temporada operística en La Scala de Milán viene precedida este año por la polémica. El tenor italiano Giuseppe Filianoti ha arremetido este domingo contra los responsables de la institución milanesa, que a pocas horas del estreno de la temporada operística con Don Carlo de Verdi, han decidido la sustitución del tenor calabrés en el papel principal por el estadounidense Stuart Neill, a través de un comunicado en el que no se precisaban detalles.

Giuseppe Filianoti, de 34 años, critica duramente en varios medios de comunicación la decisión de los responsables del teatro y el hecho de que el cambio, según asegura, se haya querido justificar por problemas de salud. "Estoy estupendamente. La Scala quiere que diga que estoy enfermo, pero no es verdad. Si fuese por mí cantaría", ha declarado el tenor al diario italiano La Stampa. En una entrevista en el Corriere della Sera, Filianoti afirma que "el papel de Don Carlo es difícil pero ya lo había interpretado en otras ocasiones" y asegura desconocer el motivo de su relevo de último minuto y que le gustaría saberlo, pues durante los dos meses de ensayos, asegura que sólo había recibido felicitaciones.

Ensayo mediocre

Según la La Repubblica el problema parece que surgió en el ensayo del pasado jueves, una especie de anteprima ante estudiantes, en el que, según Filianoti realizó "una prueba no satisfactoria". El tenor resta importancia aquel ensayo y asegura que si en una prueba decidió no cantar al máximo de su voz se trata de una "elección legítima". Filianoti asegura que la dirección decidió que no cantara en la jornada inaugural para "preservarle" de eventuales pitadas, ante posibles fallos en la interpretación. "Yo canto con pasión, el arte no es negocio. Es una vergüenza que cosas como esta ocurran en el primer teatro de ópera del mundo", se lamenta el tenor.

La Scala inaugurará esta tarde su temporada operística, el acto cultural más importante de Milán, cuyo inicio se vio amenazado también por una huelga de los trabajadores del teatro. Serán pocos los privilegiados que puedan asistir en La Scala a la representación de la esperada ópera, bajo la batuta del italiano Daniele Gatti y con la dirección escénica del francés Stéphane Braunschweig, pero teatros, cines y museos de decenas de ciudades de todo el mundo ofrecerán en directo la transmisión de la ópera.