El Circo del Sol vuelve a Madrid con el carnaval 'Alegría'

Alegría, el espectáculo del Circo del Sol sin idiomas y sin animales que cambió la concepción del arte circense, vuelve a Madrid más de ocho años después de su estreno en la capital y dentro de una gira europea de despedida, que también recalará en Barcelona el próximo mes de febrero.

La compañía -fundada en 1984 y que en este momento tiene 3.000 empleados en todo el mundo- ultimaba ayer los detalles de la instalación, ubicada en el Parque de la Peineta, y de la producción, que despliega sobre el escenario a 53 artistas -tres de ellos del reparto original procedentes de 14 países distintos, desde Mongolia, a España, Argentina o Bielorrusia.

A partir de hoy, Alegría regresa para evocar la fantasía y la magia de los circos ambulantes que recorrían Europa hace décadas, pero bajo una carpa gigante de unos 20.000 metros cuadrados, según la compañía. Pero hay novedades respecto del montaje de hace ocho años, en concreto dos números nuevos: uno de equilibrismo realizado por un joven ucraniano en el que se combinarán fuerza y habilidad, y otro titulado El hombre volador, en el que un artista hará varios números de acrobacia en el aire.

Mil metros de pasamanería

El espectáculo es un carnaval dividido en once números, en los que se contraponen los representantes del Viejo Orden, vestidos con telas de rico colorido, con los del Nuevo Orden, formado por los Bronx y las ninfas, ataviados con materiales sintéticos. En total, se utilizan 300 pares de zapatos, 100 pelucas, 22 máscaras y 200 trajes, en cuya fabricación se utilizan aproximadamente 500 ovillos de lana, 1.000 metros de pasamanería y 1.450 de encaje, según los datos de la compañía.

La acrobacia, el contorsionismo, el equilibrismo, los trapecios sincronizados, los payasos o el malabarismo son algunos de los ingredientes de esta producción, cuyo estreno mundial tuvo lugar hace 12 años y que ya han visto nueve millones de personas en 50 ciudades del mundo. La música juega un papel destacado en Alegría, con una banda sonora compuesta por René Dupéré -con dos discos de platino en Canadá-, que bebe del jazz, el pop, el tango y el klezmer, utilizando instrumentos como el acordeón, el saxofón, el teclado o la guitarra.

Desde el punto de vista técnico, la maquinaría del espectáculo moviliza a 60 camiones que transportan 800 toneladas de material y equipamiento, y precisa de una plantilla de 40 técnicos y 100 ayudantes para el montaje, que dura ocho días. El Circo del Sol ha creado otros espectáculos como Saltimbanco o Dralion, aunque esta compañía reconoce la importancia que tuvo en su trayectoria Alegría, producción dirigida por Franco Dragone y creada por Gilles Ste-Roix, con la que se presentó en España y que ya no volverá a Europa.