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Madonna actúa en Moscú rodeada de un dispositivo de seguridad sin precedentes

La artista ha sido amenazada por la mafia y por religiosos por una representación de una crucifixión que se lleva a cabo en el escenario

Unos 3.500 policías, soldados del Ejército, efectivos antidisturbios y del ministerio del Interior se encargan hoy de la seguridad durante el primer concierto de Madonna en Moscú, parte de su gira mundial 'Confessions'. Las autoridades de la capital rusa han adoptado unas medidas sin precedentes, debido a las supuestas amenazas de la mafia y las críticas vertidas por los integristas ortodoxos contra la diva del pop.

La policía rusa ha detenido a 10 miembros de una organización ortodoxa radical que protestaban airadamente en un mitin no autorizado.

VÍDEO: 'Sorry', el polémico clip de Madonna

El número de efectivos de las fuerzas de seguridad excede el movilizado para partidos de fútbol de gran riesgo, como el disputado el pasado fin de semana entre el CSKA y el Spartak, el derby por antonomasia del fútbol ruso. Para evitar aglomeraciones, las autoridades moscovitas han decidido cerrar durante veinticuatro horas la estación de metro más cercana al escenario del concierto, el estadio olímpico Luzhnikí, con capacidad para 85.000 espectadores. En el Luzhnikí, sede de los Juegos Olímpicos de 1980, actuaron, entre otros, Bob Dylan (1985), Michael Jackson (1993) y los Rolling Stones (1998).

Alrededor de 50.000 personas asisten al concierto que está teniendo lugar en Moscú. El espectáculo, que se aplazó tras cambiarse la sede por cuestiones de seguridad, ha estado envuelto en la polémica debido al boicot anunciado por varias organizaciones de activistas ortodoxos.

Colgada de una cruz

El momento en el que la cantante aparece colgada de una cruz con una corona de espinas en la cabeza es el que más ha escandalizado a los fieles ortodoxos rusos, que han pedido al patriarca, Alexis II, que excomulgue a los organizadores. A pocos días del concierto, un centenar de integristas ortodoxos se manifestaron en la plaza Pushkin de Moscú para pedir una "nueva Inquisición", con el propósito de luchar "contra la profanación de las cruces, de los iconos y de la simbología de la ortodoxia rusa". La Unión de Abanderados Ortodoxos ha dicho que hará todo lo que esté a su alcance para abortar el concierto de Madonna, a la que acusa de "sacrilegio".

Por su parte, el arzobispo católico de Moscú, Tadeusz Kondrusiewicz, ha pedido a la cantante estadounidense, de 47 años, que no se crucifique en el escenario y que se abstenga de poses "obscenas" durante la actuación. A pesar de las críticas eclesiásticas, el promotor de la gira, Arthur Fogel, aseguró que no habrá "censura" y aventuró que Madonna "ofrecerá su mejor concierto".

Los 27 bailarines y coristas que acompañan a Madonna durante el concierto vestirán modelos del diseñador francés Jean-Paul Gaultier. La expectación que ha creado el concierto ha sido tal que en las tiendas de souvenir del centro de Moscú, se puede ver un abundante surtido de matrioshkas -las típicas muñecas rusas de madera- con la figura de Madonna en distintas poses.

En 2004, durante la gira mundial 'Re-Invention', la artista excluyó a Rusia, debido a la campaña de atentados de la guerrilla chechena.

Madonna en su actuación, hoy, en el estadio Luzhniki de Moscú.
Madonna en su actuación, hoy, en el estadio Luzhniki de Moscú.
Una muñeca matrioshkas de madera con el dibujo de Madonna.
Una muñeca matrioshkas de madera con el dibujo de Madonna.AP
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