'El Quijote de Antonio Saura' llega al Círculo de Bellas Artes

El Círculo de Bellas Artes expone desde hoy las ilustraciones que Antonio Saura realizó para una edición especial de El Quijote que el Círculo de Lectores publicó en 1987 y que fueron concebidas como "un combate de esgrima grafológica" entre el pintor y Cervantes. Las 42 piezas que forman la muestra (seleccionadas entre las 125 que Saura realizó para ilustrar la obra) han sido presentadas por Juan Barja, director del Círculo de Bellas Artes, y por Marina Saura, hija del artista.

La colección pertenece a Sucession Antonio Saura, entidad jurídica formada bajo el derecho suizo por las dos herederas del artista, su viuda y su hija, y llega a Madrid después de pasar por Nueva York y por Roma, y en un futuro viajará a las sedes del Instituto Cervantes, también colaborador del proyecto, de Viena y Bruselas. Marina Saura ha explicado que su padre, uno de los principales representantes del expresionismo abstracto español, al aceptar la propuesta del Círculo de Lectores aceptó también librar un combate de "esgrima grafológica" en el que se mediría con Miguel de Cervantes.

Dos "fuentes de energía

El resultado de este combate fueron 125 dibujos a tinta china -en blanco y negro- y 70 ilustraciones con técnica mixta, con predominio de una "limitada gama de negros y blancos pero con algún ligero cromatismo en fondos amarillentos o grises azulados en varios tramos que sirven de breve contrapunto a la hegemónica austeridad cromática", según afirma Antón Patiño en la introducción del catálogo. Para conseguir estas obras, según Marina Saura, el pintor se valió de dos "fuentes de energía" (que no de inspiración) según él mismo escribió: dos grabados de Dalí y las imágenes de Gustave Doré, todos ellos realizados también para ilustrar el Quijote.

A través de estas fuentes, Antonio Saura quiso hallar un "solución plástica" para transmitir su imagen del Quijote, para hacer una "lectura en clave personal del texto de Cervantes sin traicionar su propio lenguaje". Para ello, buscó puntos en El Quijote en los que su pensamiento coincidiera con el de Cervantes, y poder, de esta forma, "captar la médula más que el ropaje". Así llegó el pintor a lo que él llamaba el "horizonte violado", un amplio espacio escenario de la acción del libro en el que los objetos fragmentan el viaje del caballero andante y que a Saura le servían como excusa para dividir sus dibujos.

En la exposición que el Círculo de Bellas Artes inaugura hoy y acogerá hasta el 4 de septiembre, Saura "intenta evocar muchas situaciones con muy poco elementos, en un auténtico ejercicio de economía expresiva. El artista es consciente de realizar una apuesta heterodoxa y se mueve en el filo de la abstracción total", afirma Patiño en el catálogo. Amante apasionado de los libros, Saura concedió una gran importancia a la ilustración y realizó dibujos para ilustrar obras como El Criticón, de Baltasar Gracián, 1984, de George Orwell, o La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela. También El Quijote ha disfrutado también de ilustraciones de otros grandes artistas como Dalí, Picasso, Goya o Daumier.