El Museo del Prado acoge una cumbre mundial sobre diversidad cultural

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha dado hoy la bienvenida a los representantes de más de 70 países que este fin de semana asisten en Madrid a una cumbre sobre diversidad cultural, promovida por los gobiernos de Brasil, Francia y España. A las puertas del Museo del Prado, donde se celebra la reunión, la ministra Calvo ha destacado la importancia de trabajar por que en este siglo la cultura ocupe "un lugar central en la vida social y política".

Calvo se ha felicitado de que la idea de la diversidad cultural, con la que se quiere llamar la atención sobre la riqueza heredada y por legar y sobre la necesidad de un mayor equilibrio en el intercambio entre países, haya logrado "aglutinar voluntades del mundo cultural de los más alejados rincones de la tierra", y ha defendido la necesidad de "pensar en términos planetarios" en un mundo "cada vez más intercomunicado y unido". La ministra -anfitriona del encuentro junto con sus colegas de Brasil, Gilberto Gil, y de Francia, Renaud Donnedieu de Vabre- ha recordado que el objeto de la reunión es formar un bloque de países que faciliten el que la Unesco, en su conferencia de octubre, apruebe la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales.

El acuerdo, que posteriormente deberá ser ratificado por cada uno de los firmantes, tendría que contener, a juicio de los países convocantes, un tratamiento específico, y no de mero mercado, a los bienes y productos comerciales. "Lograr introducir el concepto de diversidad cultural en el marco jurídico internacional será un éxito para todos los ministerios de cultura del mundo", ha añadido Calvo, que poco antes, en declaraciones a los periodistas a la entrada del Museo del Prado, había destacado el éxito que suponía el que hasta Madrid hayan venido representantes de 72 países, casi 40 de ellos a nivel de ministros.

Sin EE UU, Australia ni Japón

Sobre el hecho de que EE UU esté sólo representado por un miembro de su embajada en Madrid, Calvo ha destacado las conversaciones mantenidas con ese país en París la pasada semana, en la última reunión de expertos, y se ha mostrado confiada en que, de aquí a octubre, con el esfuerzo de todos, se pueda ir a la conferencia con una postura lo más unánime posible. En la reunión de hoy, los ministros, que proceden tanto de Europa y América como de África y Asia, deberán dar su parecer sobre los seis puntos que para los ministros de Francia, Brasil y España deben aparecer recogidos como fundamentales en el futuro tratado, el más importante de los cuales es el reconocimiento de la naturaleza dual -mercancía y transmisor de sentido- de los bienes y servicios culturales.

Vienen después el derecho de los estados a adoptar medidas de protección y promoción de la diversidad cultural; el papel de la diversidad cultural como factor de apoyo al desarrollo, la necesidad de encajar convenientemente el tratado en el sistema legal internacional; el respeto a los derechos humanos, y, por último, el reconocimiento de la diversidad cultural como factor de diálogo y mutuo conocimiento.

Entre los que no han enviado ningún tipo de representación a la reunión están también Australia y Japón, poco interesados, como EE UU, en poner límites a la libertad de comercio; y China y Alemania, aunque en estos dos casos su ausencia ha obedecido, al parecer, a razones de agenda. Aprovechando su estancia en Madrid, los ministros, que se han hecho una gran foto de grupo a la entrada del Prado, donde han sido recibidos por los tres ministros convocantes y por el presidente del Patronato, Rodrigo Uría, han visitado esta mañana la exposición sobre el Quijote de la Biblioteca Nacional. Además del Prado, los responsables de Cultura verán esta noche las colecciones del Museo Thyssen, donde se les ofrecerá una cena. Mañana, al término de la cumbre, los reunidos darán a conocer sus conclusiones en una declaración final.