Serrat comparte escenario con la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Festival de Otoño

Joan Manuel Serrat debutará mañana en el Festival de Otoño con su concierto Serrat Sinfónico, un trabajo muy especial del artista que ha presentado ya por todo el mundo y que ahora llega al Teatro Albéniz de la capital acompañado por la Orquesta Sinfónica de Madrid. Serrat, que estará en el Albéniz a partir de mañana y hasta el 30 de octubre, ha anunciado que ha cancelado su gira por América porque el mes que viene tiene que operarse de "un carcinoma [tumor maligno] en la vejiga".

"Desde hace año y medio vengo tratándome de un carcinoma en la vejiga, pero el tratamiento no ha sido todo lo beneficioso que se esperaba y no tengo más remedio que someterme a una operación", ha señalado el cantautor, que ha suspendido los conciertos que iba a ofrecer en Estados Unidos, Costa Rica, Uruguay y Argentina. Serrat ha comentado que físicamente está bien, aunque tiene que llevar una dieta: "La suerte ha sido descubrirlo a tiempo, porque no tiene manifestaciones externas. Me encuentro bien anímicamente, lo tengo asumido. Lo importante no es lo que te ocurre, sino cómo enfrentarte a ello".

Y Serrat lo hace trabajando. Lleva casi un año de gira presentando en directo su último álbum, Serrat sinfónico, con un periplo de unos 80 conciertos, que terminará el día 4 de noviembre en Gerona y que ahora llega a Madrid. Actuará seis días consecutivos en el Teatro Albéniz, su casa en esta ciudad, y lo hará acompañado por la Orquesta de la Comunidad de Madrid, dirigida por Joan Albert Amargós, quien se ha encargado de dar un aire sinfónico a las canciones de Serrat. "Me siento acústico, sinfónico y eléctrico", ha subrayado Serrat al ser preguntado por cómo se siente al estar acompañado en el escenario por una orquesta. "He vivido una experiencia fantástica al poder vestir mis canciones de una manera distinta y dar a cada tema un prisma diferente".

De las primeras hasta las últimas canciones

Serrat ha explicado que llevaba muchos años trabajando en este proyecto, porque "para hacerlo bien se necesita tiempo" y "estaba pensado no tanto para un disco -Serrat sinfónico (BMG-Ariola) se publicó en noviembre- sino como un espectáculo en directo, que siempre forma parte del álbum, pero que en esta ocasión estaba mucho más claro que nunca". El disco contiene canciones desde sus inicios como Ara que tinc vint anys hasta algunas de las últimas como La bella y el metro y Es caprichoso el azar, pasando por Cantares, Mediterráneo, Pare, De cartón piedra, Bendita música, Herido de amor, Aquellas pequeñas cosas, Princesa, El carusel del Furo, Mi niñez y Barquito de papel, todas ellas grabadas con la Orquesta Sinfónica de Barcelona.

A lo largo de todo este año ha ido tocando en los lugares más diversos y junto a las orquestas de cada lugar, y lo que más le ha satisfecho "ha sido la respuesta de los músicos con respecto a los arreglos de Amargós". En cuanto a los conciertos de Madrid, el músico catalán asegura que "para un artista tocar aquí, más que una reválida, es un placer, porque el público es consistente, pero generoso, y no viene con prejuicios al concierto, sino con ganas de divertirse". Serrat, que cumplió 60 años en diciembre, cantará "canciones que tienen 40 años y otras que tienen uno", y "lo bueno" es que no encuentra ninguna diferencia entre ellas". "De todas ellas tengo memorias y recuerdos, pero procuro no cultivar la nostalgia".

En estos recitales no hay cabida para la improvisación, porque desconfía "de los artistas que improvisan, ya que para hacerlo hay que saberse todo muy bien". En todo caso, ha reconocido que no puede cantar como él quiera porque tiene "detrás a otros 90 tipos que tienen otras intenciones". Tras la gira, que está a punto de terminar, Serrat afrontará la operación de cáncer, y después sus intenciones son "volver a cantar cuanto antes, porque esta es mi vida y ha sido siempre mi vida".