El Reina Sofía presenta la primera sala de su ampliación con una muestra de Lichstenstein
El museo dedica la primera exposición integral del genio del 'pop-art' en España, que ha sido abierta hoy al público y que mañana inaugurará Doña Sofía
La nueva sala de exposiciones del Museo Reina Sofía parece especialmente ideada para albergar la obra del artista estadounidense Roy Lichtenstein, uno de los más importante representantes del pop-art al que el museo dedica la primera exposición integral en España, que ha sido abierta hoy al público y que mañana inaugurará la Reina Sofía. Sin embargo, harán falta todavía varios meses para la apertura completa del edificio.
Roy Lichtenstein, el pintor pop |
La monumentalidad de las obras de Lichtenstein (Nueva York, 1923-1997) y la pureza de sus colores se integran a la perfección en el nuevo espacio expositivo situado en el Edificio Nouvel, de 1.018 metros cuadrados y una altura de seis metros. Más de 50 pinturas y otros tantos dibujos, la escultura Brushstroke (1996) de casi diez metros de altura situada en la plaza central, así como dos vídeos del artista, ayudan a comprender a uno de los artistas que conmocionó el arte en los 60 con una provocadora obra que en la actualidad alcanza precios de locura en las subastas.
Lichtenstein sorprendió esos años con sus serigrafías y litografías, basadas en el lenguaje del cómic y creadas con tramas de puntos de colores. Estas obras, reproducidas más tarde en infinitos carteles y tarjetas de felicitación, impactaron por su carácter irónico e impersonal, frente al sentimentalismo predominante en pintores de la generación previa, como Jackson Pollock. Al igual que Warhol, Oldenburg, Rosenquist o Wesselmann, se inspiró en las imágenes de la cultura popular de masas, en los carteles publicitarios, en anuncios de los periódicos, en comics, en definitiva, en la realidad cotidiana más banal.
Una muestra temática
Pero, aunque a primera vista la obra de Lichtenstein puede parecer sencilla, su fondo es bastante complejo. Su mirada analítica e irónica se posó también en los motivos pictóricos y las obras maestras del pasado y en la asociación de las artes plásticas con el diseño gráfico e industrial. Imágenes como Popeye, In the Car, Girl with Tear III, Ohhh... Alright o Whaam! se han convertido en auténticos iconos con los que se identifica a un artista que pasó de ser el "pintor de las tiras cómicas", a convertirse en un clásico del arte de la segunda mitad del siglo XX.
El comisario de la muestra, Poul Erik Tojner, no ha querido hacer una retrospectiva, cronológica y biográfica, sino una exposición temática: "Nuestro desafío era romper lo que se considera la fama de Lichtenstein con el 'pop-art'. Queríamos trascender de esa idea y mostrar otras ideas básicas que están presentes en el mundo del artista". Por ello, ha querido ofrecer "todo el corpus de su obra" para poder analizar las piezas individualmente y estudiar lo que significan dentro de ese corpus. "Se han creado agrupaciones de análisis. Se comienza con pinturas pop que sirven para acercar al público a Lichtenstein, y a partir de ahí se va desarrollando todo". El recorrido "va para adelante y para atrás. Se entra y se sale, no es lineal al igual que Roy, que se reinventaba a sí mismo de forma coherente. Es el espejo del reflejo".
La viuda del pintor, Dorothy Lichtenstein, ha asegurado estar encantada de representar a Roy: "Aunque me parece que me estoy aprovechando de su gloria". Según su viuda, era "un ser humano increíblemente decente. Un humanista secular, reservado y con gran sentido de la ironía". Por su parte, la directora del museo, Ana Martínez de Aguilar, ha considerado que la muestra ofrece una "panorama clarificador" de lo que significa Lichtenstein en la historia del arte. En cuanto al malestar del arquitecto francés Jean Nouvel por la inauguración de dos de las salas, la primera mañana y la otra el próximo lunes con la muestra dedicada a Dalí, la directora ha subrayado que se ha exagerado la polémica. "Hace pocos días visité las obras con él y ambos acordamos que se presentarían las salas como tales, no el edificio", ha señalado Martínez, para quien el malestar de Nouvel se debe a que se hagan valoraciones del edifico cuando quedan bastantes meses de obra.
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