Lencería y aires militares en la tercera jornada de la pasarela madrileña
Con la lencería de Andrés Sarda y las atrevidas propuestas de Lemoniez ha comenzado una tercera jornada de Pasarela Cibeles con aires militares, que ha sido clausurada por Pedro del Hierro y en la que Felipe Varela ha mostrado su buena confección y los Spastor han apostado por prendas sobrias y vanguardistas
Pedro del Hierro ha traído el color a una tarde dominada por el negro de Felipe Varela, que ha roto únicamente con granates, y el de Spastor, que lo ha hecho con tostados. En una colección variopinta en la que ha aglutinado tendencias, estilos, tejidos y colores, Del Hierro ha querido unir presente y pasado a través de contrastes y sorprendentes mezclas de pieles y tejidos, muchos impermeabilizados, identificándose con lo que él llama folclore cosmopolita.
Esta multitud de mezclas hace difícil resaltar aspectos concretos de la colección unisex, aunque se pueden mencionar el ante troquelado, las faldas con vuelos infantiles o las de tipo pañuelo que ha acompañado con ajustados pantalones a modo de mallas realizados en gasas bordadas o lentejuelas, así como algunos espectaculares trajes de noche.
De la mano de Andrés Sarda ha llegado a Cibeles la sofisticación en una ropa interior de lujo, en la que las transparencias, los encajes estampados, los tules, las rejillas y los bordados de pedrería han destacado junto a caprichosos quimonos, camisones, bodies de nido de abeja, tops y tanga-ligueros. Las prendas cada vez son más pequeñas y en una amplia gama de colores que, partiendo de negro y morados, llegan a rojos y pasteles.
Más osado de lo habitual, Lemoniez ha presentado una colección que se podría dividir en dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas han destacado los abrigos y chaquetas tipo militar, en los que recupera los botones dorados, junto a los vestidos de raso estampado sobre fondo negro y rojo, con aires orientales, y los anchísimos pantalones de raya diplomática en terciopelo o los de raso. Como novedad en sus abrigos ha introducido cuellos y mangas de punto.
Frente a estas prendas, se han situado las ligeras y amplias camisas y faldas de gasa transparentes, de cortes asimétricos, y los encajes totalmente transparentes con los que envuelve el cuerpo femenino, olvidándose de sisas, cortes o estructuras, en unas prendas muy poco comerciales pero sofisticadas y sensuales.
Fundamentales en ambas tendencias han sido el negro, el blanco y los tonos crudos, así como los cinturones y los cuellos de camisas y vestidos en los que ha utilizado piel de visón.
En Felipe Varela han destacado de nuevo sus abrigos y chaquetas, cortas y entalladas, así como el terciopelo al que ha dado gran protagonismo tanto en prendas como en cinturones y en los parches que ha introducido en otras. El diseñador también ha jugado con el terciopelo para crear rayas diplomáticas en granate sobre telas grises en los trajes estilo sastre para hombre y mujer.
Abrigos de potro con mangas de zorro han contribuido a una sobriedad que el diseñador ha roto con camiseros, faldas y vestidos en seda con estampado de tigre, así como con telas troqueladas y brillantes encajes de lurex, material que ha utilizado para el largo abrigo de noche con el que ha cerrado el desfile.
Sobrias en su totalidad han sido las propuestas de Sergio Pastor e Ismael Alcaina, Spastor, que la pasada edición lograron el premio a la mejor colección. Aires militares, talles muy largos, vaqueros desteñidos y pantalones bermudas ajustados han destacado en una colección en la que también ha estado presente el cuero tostado y en la que los diseñadores han querido "dulcificar y hacer más sensuales" unas prendas destinadas a los más vanguardistas.
Para mañana esta prevista una de las jornadas importantes y esperadas en Cibeles, que supone el regreso de los ya ex-disidentes Jesús del Pozo y Angel Schlesser y, por la tarde, Antonio Pernas y Roberto Verino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.