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Los controvertidos estudios de un ‘teleco’ que los cazadores usan para avalar la captura de aves cantoras

El profesor de la Universidad de Alcalá, vinculado a la Federación Madrileña de Caza, realiza sus investigaciones con apoyo de la Junta de Andalucía

Clemente Álvarez

Desde hace unas semanas, se han empezado a capturar y anillar aves cantoras en distintos puntos de Andalucía como parte de un estudio financiado con 14.800 euros (sin IVA) por la Junta para avanzar en “la viabilidad” del silvestrismo, afición dedicada a cuidar en jaulas a especies como jilgueros, pardillos o verderones —de la familia de los fringílidos— y adiestrarlas para moldear su canto e incluso competir en concursos. La mayor controversia ha surgido por el supuesto aval científico de la Universidad de Alcalá (Madrid) de estas investigaciones, pues el autor del estudio es Pablo Luis López, un ingeniero de Telecomunicaciones de esta entidad académica. López cuenta con una larga tradición familiar de silvestristas (antes que él también lo fueron su padre, su abuelo y su bisabuelo), ha sido delegado de la Federación Madrileña de Caza y fue premiado en 2023 por los cazadores por su labor en el área del silvestrismo.

Para Juan Carlos Atienza, de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), “esto es una tomadura de pelo que no tiene nada de ciencia”. “Nos sorprende que la Universidad de Alcalá deje utilizar su nombre para una cosa así, que evidentemente solo busca blanquear el silvestrismo”, incide el ornitólogo. “Está claro que este profesor tiene un conflicto de intereses en esta investigación”.

Por su parte, el investigador de la Universidad de Alcalá en el centro de la polémica sostiene que sus nexos con el silvestrismo no afectan a la independencia de sus estudios. “Mis aficiones personales son unas y mi trayectoria profesional es completamente distinta, yo creo que hay que saber separarlas”, asegura López.

Sobre el hecho de que su especialidad en esta universidad pública madrileña sea la Teoría de la Señal y Comunicaciones, disciplina que no tiene nada que ver con la biología, la conservación o las aves, el ingeniero responde: “Yo llevo implicado muchísimos años en temas ambientales de aplicación de técnicas de información geográfica de Telecomunicaciones”. “Además, yo soy el que dirige el equipo, pero no soy el único, conmigo trabajan ingenieros de monte, biólogos, informáticos, digamos que soy la cabeza visible, porque alguna tiene que haber”, argumenta.

El silvestrismo es una práctica con una gran tradición en algunos puntos de España que cuenta todavía hoy con miles de aficionados. Aparte del debate ético de encerrar a las aves en jaulas, hoy en día las capturas de fringílidos están prohibidas por las leyes europeas, con excepción de pequeñas cantidades cuando exista una justificación. Para tener una idea de lo que ha supuesto este forma de caza, de 2013 a 2018, en España se autorizó la captura de 1,7 millones de pinzones, según una estimación aparecida en Nature de los investigadores Jorge Gutiérrez, de la Universidad de Lisboa, y de José Masero, de la de Extremadura. A pesar de la prohibición actual, sí se permite utilizar ejemplares procedentes de la cría en cautividad para cruzarlos en busca de los mejores cantos o colores del plumaje. Sin embargo, esta alternativa no satisface a los cazadores.

Justamente, el profesor López ha entregado ya a la Junta de Andalucía una primera investigación dedicada a evaluar la viabilidad de la cría en cautividad en la que ha estado trabajando los últimos cinco años, con el apoyo de la Comunidad de Madrid. Este estudio no está incluido en la parte financiada por el Gobierno andaluz, aunque sí entra dentro del encargo completar esa evaluación con una comparativa de otros trabajos sobre la cría.

El pasado mes de septiembre, la Federación Andaluza de Caza (FAC) presentó formalmente una propuesta a la Junta “para recuperar las capturas del silvestrismo en el medio natural” esgrimiendo como aval científico las investigaciones de esta universidad madrileña. Según el texto difundido por la FAC, “el estudio científico elaborado por la Alcalá de Henares concluye que en la actualidad no existen suficientes conocimientos científicos para el desarrollo de la cría en cautividad de las especies de aves fringílidas con las que se practica la actividad de silvestrismo”.

Esta supuesta conclusión no cuadra con el testimonio de aquellos silvestristas que cuentan en foros de internet cómo crían ellos mismos las aves. Paradójicamente, de momento no es posible consultar el contenido de la investigación de López, pues el profesor de la Universidad de Alcalá rechaza mostrar el trabajo a EL PAÍS. “Ese estudio de cría en cautividad lo tiene en su poder la Junta de Andalucía, son ellos los que tienen que valorar hacerlo público, no puedo decir mucho más”, responde López. Por su parte, desde el Gobierno autonómico, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente afirma que “todavía se está trabajando en el documento, cuando tengamos las conclusiones informaremos de ello”.

Mientras tanto, se ha comenzado con la parte del estudio financiada por la Junta de Andalucía para evaluar las poblaciones de fringílidos y analizar sus movimientos migratorios, por medio de capturas y anillamientos en Andalucía autorizadas por la administración autonómica expresamente para el trabajo científico de la Universidad de Alcalá. Para los cazadores, la demostración de que estas especies no están en peligro constituiría otro argumento para reivindicar las capturas en el silvestrismo.

Nada más empezar, este trabajo de campo en Andalucía está generando también una gran controversia por cómo se ha capacitado a las personas que están capturando y anillando las especies de fringílidos (una operación muy delicada), dado que se ha escogido una vía totalmente fuera de la convencional.

Hay tres entidades en el país que están reconocidas de forma oficial para formar a anilladores de aves, siguiendo siempre unos criterios comunes válidos en toda Europa: Aranzadi (donde están integrados la Estación Biológica de Doñana y el Grupo Balear de Ornitología), el Instituto Catalán de Ornitología y Seo/BirdLife. Sin embargo, el profesor López está abriendo la puerta a que las personas que participan en sus estudios tanto en Andalucía como Madrid puedan capturar y anillar ejemplares con un curso virtual ofrecido por la propia Universidad de Alcalá.

El ingeniero de Telecomunicaciones defiende que nada puede impedir que él también forme a anilladores: “¿Es que una universidad pública o cualquier entidad de enseñanza superior no es capaz de impartir unos conocimientos, sean los que sean, si cuenta con la cualificación y el personal adecuado?”. Sin embargo, ornitólogos y científicos que trabajan de forma habitual con aves ponen en duda que ese personal esté avalado oficialmente para esa tarea y argumentan que hay unas reglas comunes para que independientemente de donde se anillen ejemplares la información pueda ser utilizada por todo el mundo. Según Atienza, de Seo/BirdLife, “este proyecto y este profesor están fuera del sistema español y europeo de anillamiento científico, lo que hace que sus datos sean inservibles para la comunidad científica y pone en duda cualquier resultado que obtenga”.

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Sobre la firma

Clemente Álvarez
Es el coordinador de la sección de Clima y Medio Ambiente de EL PAÍS y está especializado en información ambiental, cambio climático y energía. Ha trabajado para distintos medios en España y EE UU, como Univision, Soitu.es, la Huella en La2 de TVE... Fue también uno de los fundadores de la revista Ballena Blanca.
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