PSOE y Sumar apuestan por reducir vuelos nacionales, aunque sin concretar las rutas afectadas
El acuerdo incluye disminuir trayectos que tengan alternativa en tren de hasta dos horas y media, pero deja fuera las conexiones internacionales. Transportes encargará un estudio técnico para determinar qué servicios se pueden quitar
El acuerdo programático que han suscrito PSOE y Sumar para formar “un nuevo Gobierno de coalición progresista en España” incluye varias medidas de lucha contra el cambio climático y medioambientales. Una de ellas es el compromiso de impulsar “la reducción de los vuelos domésticos [nacionales] en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de dos horas y media”. Pero, a continuación, se incluye la coletilla “salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales”, lo que convierte en bastante incierta esta promesa. Estas dos formaciones no aclaran en su acuerdo cuántas rutas se verían afectadas ni cuáles serían.
Fuentes del Ministerio de Transporte han señalado este martes que, para concretar qué vuelos se verían afectados, el departamento tiene previsto realizar “un estudio técnico que, en base al texto del acuerdo, sintetice el impacto de la medida desde una perspectiva amplia (conectividad, ambiental, etcétera)”. En este momento, según aseguran, no pueden avanzar más detalles.
Con el criterio de la alternativa de dos horas y media en ferrocarril, cinco rutas aéreas pueden verse afectadas en España: Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia, Madrid-Alicante, Madrid-Sevilla y Madrid-Málaga, que acumulan 34.000 vuelos anuales, según un estudio del director gerente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FEE), Adrián Fernández, realizado en mayo después de que en Francia entrara en vigor una medida similar a la que ahora quieren impulsar el PSOE y Sumar.
Puente aéreo
Queda por ver, sin embargo, cómo afectaría a esas rutas la coletilla añadida en el acuerdo entre Sumar y PSOE, que deja fuera los “casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales”. Lo pactado entre las dos formaciones tampoco habla directamente de prohibición, sino de reducción de los vuelos, lo que añade más incertidumbre sobre lo que finalmente pueda ocurrir con esta promesa. Además, entre Madrid y Barcelona el trayecto sobrepasa las dos horas y media cuando hay paradas, como Zaragoza, así que hay que comprobar cómo puede afectar la medida, si entra en vigor, al puente aéreo.
Durante la presentación del acuerdo de PSOE y Sumar, las palabras de la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, han generado algo de confusión, ya que ha asegurado que se había pactado “acabar con los vuelos cortos inferiores a dos horas y media”. Pero en el acuerdo escrito que se ha distribuido queda claro que lo que se propone es reducir los vuelos cortos cuando haya alternativa en tren de dos horas y media (o menos) de duración.
El sector aéreo lleva meses mostrándose en contra de este tipo de medida. “Su eficacia sería limitada; un reciente estudio del Colegio de Ingenieros Aeronáuticos cuantifica que se reducirían menos del 1% las emisiones de la aviación comercial en España”, según el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, en unas declaraciones difundidas este martes por esta organización. “En los últimos años ya se ha producido de manera natural es trasvase de pasajeros del avión al tren, llegando la cuota de mercado de este último al 80%, y en algunos casos como el Madrid- Valencia, al 90%”, ha añadido. En este sentido, el presidente de Iberia, Fernando Candela, ha criticado, en unas declaraciones recogidas por Efe, la propuesta de eliminar vuelos de corto radio, porque asegura que eso dejaría a los pasajeros que no viven en Madrid sin conectividad con destinos de largo radio.
Los vuelos cortos están en el punto de mira de los activistas climáticos desde hace tiempo. El texto aprobado entre el PSOE y Sumar hace referencia a que se trata de una medida que “han hecho otros países de nuestro entorno”. El principal ejemplo en este asunto es la promesa de Francia de eliminar los vuelos cortos, con alternativa en tren de dos horas y media o menos de duración, que ha tardado años en desarrollarse. Finalmente, entró en vigor en mayo y varios grupos activistas criticaron la falta de ambición de lo finalmente aprobado por el Gobierno francés. El decreto que regula esta prohibición solo supone la eliminación de tres rutas que conectan París con Nantes, Burdeos y Lyon, y solo desde el aeropuerto París-Orly y no desde el principal de la capital francesa, el Charles de Gaulle. En la práctica, el veto solo afecta al 4% de los vuelos.
En este sector, al contrario de lo que ocurre en el transporte por carretera, no existe en estos momentos una alternativa clara para la eliminación de los gases de efecto invernadero que generan los aviones. Y las proyecciones apuntan a un considerable aumento de los desplazamientos en avión en los próximos años y, por lo tanto, de las emisiones que expulsa el sector.
Adaptación al cambio
Al margen de los vuelos, el acuerdo de PSOE y Sumar contiene un buen número de medidas centradas en el cambio climático y la transición ecológica. Por ejemplo, se propone desarrollar la estrategia de adaptación al cambio climático para “la bioclimatización de los centros públicos, para convertirlos en entornos seguros, saludables, verdes y sostenibles” ante las temperaturas extremas. De igual forma. se aboga por poner en marcha un plan contra el calor en los centros educativos y las residencias de mayores, y por convertir en obligatorias las alertas ante las olas de calor en el ámbito de la salud pública.
La reducción en el agua disponible es otra de las consecuencias que se esperan para España debido al cambio climático. El acuerdo entre las dos formaciones apuesta por “regular la disponibilidad de recursos hídricos limitando el crecimiento del regadío”, salvo “cuando existan nuevos recursos procedentes de la reutilización de aguas residuales en las zonas costeras o la desalación, dedicando estos prioritariamente a la recuperación de los acuíferos sobreexplotados”. Las dos partidos de izquierdas se comprometen a reforzar “el cierre de pozos y regadíos ilegales con un aumento de los recursos y personal de los organismos de cuenca y una agilización de los procedimientos”. Y se apunta a que se definirán “planes territoriales de conservación y restauración ambiental para territorios y comarcas con alto impacto a causa del cambio climático”, como “Doñana, el Mar Menor, el Delta del Ebro, la Mancha Húmeda o los territorios insulares”.
Respecto a la mitigación del cambio climático, PSOE y Sumar apuestan por impulsar más las energías renovables “mediante la simplificación y agilización de los trámites preservando la protección e integración ambiental, patrimonial, social y territorial”. Se comprometen a promover “las comunidades energéticas y el autoconsumo colectivo”, además de fijar la rehabilitación de viviendas como una prioridad. Respecto a los conflictos con la implantación de algunas plantas renovables, se aboga por implantar medidas para que en los territorios en las que se vayan a desarrollar proyectos sean “informados y escuchados”. Además, se promete la creación de “un mapa nacional de instalación preferente de energías renovables, que respete la biodiversidad y las zonas de alto valor agroecológico”. Sumar y PSOE mantienen el calendario de cierre acordado de las centrales nucleares acordado con las compañías eléctricas.
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