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Eclipse total de agosto de 2026 en España: el Gobierno pide un plan a todas las comunidades autónomas para garantizar la seguridad

La segunda reunión de la comisión interministerial para organizar el evento astronómico del siglo en España ha comenzado este martes con la participación de todas las autonomías menos el País Vasco

Eclipse total de agosto de 2026 en España
Francisco Doménech

El reto de organizar un acontecimiento de masas inédito en la historia de España ha llevado al Gobierno a movilizar a 13 ministerios, creando una comisión interministerial que echó a andar el pasado 29 de agosto, a falta de menos de un año para el primero de los tres eclipses solares que pasarán por territorio español entre 2026 y 2028. Y para su segunda reunión, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades —que encabeza la comisión junto al de Transportes y Movilidad— ha invitado a las comunidades autónomas, con el objetivo de iniciar ya la colaboración en la elaboración de los dispositivos de seguridad y movilidad. Todos los gobiernos autonómicos han confirmado su participación en la reunión —que ha comenzado este martes a las 11:30 en la sede ministerial de Ciencia— salvo el del País Vasco, que ha excusado su asistencia.

Fuentes ministeriales confirman que el Gobierno va a pedir en esta reunión a cada gobierno autonómico la creación de sus propios comités interdepartamentales y que elabore sus planes de cara al inédito trío de eclipses. La ministra de Ciencia, Diana Morant, hizo recientemente un llamamiento a la coordinación estrecha entre las administraciones públicas y declaró que “nuestro objetivo es garantizar la seguridad, la movilidad, la divulgación y la protección ambiental durante estos eventos, que tienen una gran relevancia científica, social y educativa”. El primero de ellos tendrá lugar el 12 de agosto de 2026, cuando España será el único país del mundo en el que podrá observarse con garantías la fase de totalidad de un eclipse solar que además cruzará una zona despoblada de Groenlandia, la punta oeste de Islandia y también rozará una esquinita del norte de Portugal.

Esta singularidad atraerá a millones de visitantes adicionales a España, justo en plena temporada alta turística. El secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa —quien preside la comisión interministerial— ha advertido que el país se enfrenta a un reto organizativo sin precedentes, que requerirá coordinar a todas las administraciones con el objetivo de atender la afluencia masiva para observar el fenómeno astronómico a lo largo de toda la banda de totalidad del eclipse. Por eso, el secretario de Estado plantea en esta primera reunión con las comunidades tres herramientas para lograr esa coordinación que considera “clave”: que haya un punto focal en cada comunidad autónoma para coordinar las correspondientes acciones; que todas creen sus propias comisiones interdepartamentales, con participación de la Administración General del Estado; y que cada una seleccione sus propios técnicos autonómicos que se puedan incorporar a los grupos de trabajo ya creados por el Gobierno.

Precisar cuántos millones de turistas extra llegarán a España y cuántos desplazamientos internos provocará el evento astronómico es una de las primeras tareas de la comisión interministerial. El Gobierno estima que los dos próximos eclipses totales en España —el del 12 de agosto de 2026 y el del 2 de agosto de 2027— provocarán en el espacio de unas horas el desplazamiento de un mínimo de “cientos de miles” de personas dentro de los territorios que recorren las correspondientes bandas de totalidad. Y lo imprevisible de la predicción del tiempo impide saber con mucha antelación dónde querrán concentrarse todas esas personas.

Esta vez, al hecho de que en 2026 viviremos la primera ocultación total del Sol desde hace más de un siglo en la península Ibérica, se añade la carambola astronómica de que ese eclipse no vendrá solo. Lo sucederán otro total —en agosto de 2027— y uno anular —en enero de 2028—, formando un trío de eclipses de máxima categoría en tres años seguidos, algo inédito en la historia moderna. Los dos primeros eclipses representan una de las escasas ocasiones que habrá en Europa, durante todo el siglo XXI, para ver cómo el sol se oculta en pleno día. Para muchos de los europeos hoy vivos, serán las únicas ocasiones de ver algo así en su propio continente; y encima en España y en pleno verano. La expectación será máxima, coinciden todos los expertos consultados.

Un reto de orden público

La afluencia masiva que conciertan siempre estos eclipses solares supone un reto para las direcciones generales de Tráfico y de Protección Civil, ambas dependientes del ministerio del Interior. En declaraciones a este periódico, Joaquín Álvaro, presidente de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España, fue de los primeros en advertir que “si no se planifica, va a ser un desastre. Habrá grandes atascos de tráfico y se disparará el riesgo de incendios forestales. Esto es una constante en los eclipses totales”.

Gestionar grandes e inusuales concentraciones de gente —que tienden a producirse en zonas rurales y espacios naturales—, y con las altas temperaturas de agosto, aumentará no solo el riesgo de incendios —que este mismo año arrasaron decenas de miles de hectáreas en la primera quincena de agosto en dos de las comunidades con mejores condiciones a priori para ver el eclipse total de 2026: Galicia y Castilla y León—, sino de golpes de calor y deshidrataciones. Otros expertos recuerdan que en recientes eclipses totales países como EE UU ha habido “además de colapsos en las carreteras, desabastecimiento de combustible y cortes en las redes de telecomunicaciones”.

Al atardecer del próximo 12 de agosto, la Luna oculta totalmente el disco del Sol y oscurecerá el cielo en una franja que cruza en diagonal el norte de España, pasando por al menos una parte de 27 de las 50 provincias y por 13 de las 17 comunidades autónomas. Una de esas autonomías incluidas en la banda de totalidad es el País Vasco —el sol se ocultará por completo en toda Álava y en parte de Vizcaya y Guipúzcoa—, por lo que llama la atención su ausencia en esta primera reunión entre ministerios y comunidades autónomas. Fuera de la banda de totalidad, en todo el territorio español se verá, al menos, un eclipse solar parcial muchísimo más pronunciado que el del pasado 29 de marzo; de ahí que el Gobierno haya citado a todas las autonomías, pues la observación de un eclipse durante su fase parcial puede provocar graves lesiones oculares si no se toman las medidas de protección adecuadas.

Además del ministerio científico, que la encabeza, la comisión interministerial para el trío de eclipses 2026-2027-2028 en España está formada por los ministerios de Transportes y Movilidad Sostenible; Defensa; Hacienda; Interior; Educación, Formación Profesional y Deportes; Industria y Turismo; Política Territorial y Memoria Democrática; Transición Ecológica y Reto Demográfico; Cultura; Economía, Comercio y Empresa; Sanidad y Derechos Sociales; y el de Consumo y Agenda 2030. Un total de 13 de los 22 ministerios que actualmente forman el Gobierno formarán esta comisión, al nivel de los convocados para la organización del Mundial de Fútbol de 2030, con una comisión creada el pasado 18 de febrero para coordinar la acción de 15 ministerios. Además, en la comisión de los eclipses participan el Observatorio Astronómico Nacional, el Instituto de Astrofísica de Canarias y el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

Preparación desigual de las autonomías

La invitación, que llega ahora, para que las comunidades autónomas también participen, es una iniciativa del Gobierno que pretende optimizar el uso de recursos públicos y evitar duplicidades en las acciones. Es algo, además, imprescindible en la mayoría de los casos, recuerdan fuentes del Ministerio de Ciencia, “pues muchas de las competencias implicadas están transferidas a las autonomías, como las de sanidad, prevención y gestión de incendios, la propiedad de carreteras secundarias o, en algunos casos, también las policías autonómicas”.

A tan solo nueve meses del primero de los tres grandes eclipses —y el que cubrirá una mayor zona de España: el 12 de agosto de 2026 se hará de noche dos veces en casi el 40% del territorio—, el Gobierno central todavía está dando los primeros pasos hacia un plan de organización y coordinación. Mientras tanto, el nivel de preparación en las trece comunidades autónomas que cruza la banda de totalidad de ese eclipse es muy desigual. Aragón y Cataluña anunciaron sus propios comités interdepartamentales antes de la creación de la comisión interministerial; una línea que también han seguido luego Asturias o Baleares. Sin embargo, para este evento conocido popularmente como “el eclipse de la España vaciada” —porque las condiciones óptimas de observación se darán en zonas rurales de las provincias de León, Palencia, Burgos y Soria— la Junta de Castilla y León todavía no ha anunciado ningún dispositivo de organización ni de prevención de incendios. Lo mismo que el gobierno autonómico de Galicia, una de las comunidades donde el eclipse total se verá antes y más alto: para la Xunta, aún no es un acontecimiento de masas que implica importantes retos de seguridad pública, sino simplemente “una oportunidad para el astroturismo”.

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Sobre la firma

Francisco Doménech
Redactor y cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Antes trabajó como periodista en 'La Voz de Galicia' y escribió temas de ciencia y tecnología para 'Heraldo de Aragón' y BBVA OpenMind. Es licenciado en Química, máster en Periodismo y técnico en Divulgación en museos de ciencia.
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