El telescopio ‘Euclid’ celebra sus primeros descubrimientos científicos con deslumbrantes imágenes
La Agencia Espacial Europea presenta las nuevas fotografías del detective que quiere desvelar los secretos ocultos del universo: la materia oscura y la energía oscura
Hace casi un año que se lanzó el telescopio Euclid, también conocido como el detective del lado oscuro del universo. En sus primeros 11 meses, la sonda ha revelado imágenes a todo color del cosmos, que destacan por su nitidez y su capacidad para cubrir amplias porciones del cielo y alcanzar el universo distante. Hoy la Agencia Espacial Europea (ESA), responsable de la misión, publica las cinco nuevas fotografías tomadas con sus instrumentos. Las imágenes muestran la capacidad de Euclid para fotografiar grandes estructuras como galaxias, nebulosas y cúmulos de galaxias con gran resolución y rapidez, cubriendo hasta un tercio del cielo visible. Acompañando estas imágenes, se han hecho públicos los primeros datos científicos de la misión y se han anunciado 10 próximos artículos científicos.
Además de su impresionante belleza, las imágenes revelan nuevas propiedades físicas del universo. El conjunto completo de observaciones incluyó 17 objetos astronómicos, desde nubes cercanas de gas y polvo hasta cúmulos de galaxias distantes. El objetivo principal de Euclid es descubrir los secretos del cosmos oscuro y entender cómo y por qué el universo luce como lo hace hoy.
Se estima que la materia oscura supone el 25% del universo y que la visible solo es el 5%. El resto es energía oscura, la entidad hipotética que hace que el universo se expanda cada vez más rápido. Para intentar conocer la naturaleza de ese 95% del cosmos, Euclid observará las distancias, formas y movimientos de cientos de miles de millones de galaxias, creando un mapa tridimensional del universo que alcanzará objetos hasta 10.000 millones de años luz de distancia.
La ESA asegura que las imágenes reveladas son solo una pequeña fracción de lo que Euclid podrá lograr en los próximos cinco años y exhiben el potencial del telescopio para cumplir su misión de crear el mapa 3D más extenso del universo hasta la fecha para explorar sus ocultos secretos.
Abell 2390, más de 50.000 galaxias
En esta imagen, el detective Euclid capturó a Abell 2390, un cúmulo donde se concentran más de 50.000 galaxias. Para fotografiarlos, Euclid utiliza lentes gravitacionales, una técnica clave para explorar el universo oscuro, midiendo indirectamente la cantidad y distribución de materia oscura tanto en cúmulos de galaxias como el de la imagen, como en otros lugares. Los científicos estudian cómo han cambiado las masas y la cantidad de cúmulos de galaxias a lo largo del tiempo, revelando más sobre la historia y evolución del universo.
El recorte de la imagen muestra la luz que permea el cúmulo de estrellas que han sido arrancadas de sus galaxias parentales y se encuentran en el espacio intergaláctico. Ver esta luz es la especialidad del telescopio, y estos huérfanos permiten identificar dónde se encuentra la materia oscura.
La nebulosa Messier 78
Una vibrante guardería estelar envuelta en polvo interestelar: la nebulosa Messier 78. La cámara infrarroja de Euclid permite obtener información más precisa sobre las estrellas de este objeto que se encuentra en la constelación Orión y el polvo que la oculta. Los científicos están utilizando el conjunto de datos para estudiar la cantidad y proporción de estrellas y objetos más pequeños encontrados aquí, clave para entender la dinámica de cómo se forman y cambian las poblaciones estelares con el tiempo.
NGC 6744, una galaxia como la Vía Láctea
En esta imagen, Euclid muestra a NGC 6744, la galaxia considerada una de las más similares a la Vía Láctea en nuestro entorno inmediato. Además de la estructura espiral de la galaxia, Euclid ha capturado con mucha claridad estructuras que la rodean. Esto incluye carriles de polvo en forma de plumas que emergen como ‘espuelas’ de los brazos espirales. Los científicos se aprovecharán de esta información para entender cómo el polvo y el gas están vinculados a la formación estelar, mapear cómo se distribuyen las diferentes poblaciones estelares en las galaxias, dónde se están formando estrellas actualmente, y desentrañar la física detrás de la estructura de las galaxias espirales, algo que aún no se comprende completamente a pesar de décadas de estudio.
Abell 2764 (y estrella brillante)
Otro cúmulo de galaxias: Abell 2764. Comprende cientos de galaxias dentro de un vasto halo de materia oscura. Esta vista completa de Abell 2764 y sus alrededores permite a los científicos determinar el radio del cúmulo y ver sus periferias con galaxias lejanas aún en el encuadre. En primer plano se observa una estrella muy brillante que se encuentra dentro de nuestra propia galaxia. Cuando miramos una estrella a través de un telescopio, su luz se dispersa hacia afuera en un halo difuso. Euclid fue diseñado para hacer que esa dispersión sea lo más pequeña posible. Como resultado, la estrella causa poca perturbación, lo que permite capturar galaxias distantes y débiles cerca de la línea de visión sin ser cegados por el brillo de la estrella.
Grupo de galaxias ‘Dorado’
Euclid ha conseguido capturar al grupo de galaxias Dorado, descubierto por el astrónomo James Dunlop en 1826. En la imagen es posible ver galaxias que están evolucionando y fusionándose, cuyas interacciones crean estructuras llamadas colas de marea y conchas. Gracias a su gran campo de visión y alta resolución, Euclid puede capturar detalles pequeños (como cúmulos estelares), así como estructuras más grandes en una sola imagen. Los científicos también están buscando cúmulos globulares, que son grupos de estrellas, para entender mejor su historia y dinámica.
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