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Suspendido el lanzamiento del ‘Miura 1′ por condiciones meteorológicas adversas

Las rachas de viento en altura impiden el despegue del cohete español y obligan a aplazar el salto de España al espacio

Personal de PLD Space, en la plataforma de lanzamiento del 'Miura 1', en la base del Inta en Huelva.Foto: ALBERTO_DIAZ | Vídeo: EUROPA PRESS
Raúl Limón

España ha intentado esta mañana entrar en la exclusiva decena de países con acceso al espacio, pero el tiempo lo ha impedido. La empresa PLD Space, creada por los ingenieros Raúl Torres y Raúl Verdú en 2011, cuando tenían 23 y 22 años, respectivamente, y con 3.000 euros que aportaron ellos y sus familias, había programado el despegue del demostrador Miura 1, un cohete recuperable que es la base, o prototipo, del Miura 5, un lanzador de satélites de hasta 540 kilos que se prevé que estará operativo en 2025. El vuelo quería probar que es posible que España cuente con un programa propio de transporte de dispositivos al espacio para, según la compañía y empresas del sector, satisfacer una demanda del mercado. A las 6.40, PLD Space ha comunicado “un comportamiento anómalo en la carga de LOX [oxígeno líquido que favorece la combustión]”, pero la empresa ha matizado que este incidente ha sido debido a una “carga lenta” que no implicaba la suspensión del lanzamiento. Sin embargo, este se ha aplazado poco después de las 8.30 por las condiciones meteorológicas adversas: la presencia de rachas de viento en altura de 30 metros por segundo, superiores a los límites admisibles.

PLD Space tiene ahora que abordar con el Ministerio de Defensa la próxima ventana de vuelo, ya que la operación de lanzamiento obliga a interrumpir todo el tráfico marítimo y aéreo en la zona, el entorno de la base aeroespacial del Inta (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), situada entre los enclaves costeros onubenses de Mazagón y Matalascañas, y la Delegación del Gobierno tiene que establecer un dispositivo de seguridad específico. Además, la proximidad del verano convierte la costa en un área de gran afluencia que podría limitar las posibilidades.

Defensa había concedido permiso para operar durante los meses de abril y mayo. Pero a la necesidad de completar las pruebas previas se sumaron unas condiciones atmosféricas adversas durante la última quincena de este mes, que hacían inviable el despegue, y la romería del Rocío, que se ha celebrado en el entorno de la base y ha condicionado el despliegue del plan de seguridad. Esta madrugada se han concentrado decenas de personas en las inmediaciones, y los dispositivos de vigilancia han procedido a desplazarlos a zonas más alejadas de la base.

Con la Virgen de vuelta en su ermita, el Miura 1 se había preparado para el despegue. A mediados de mayo, este cohete de 12 metros de largo por 70 centímetros de diámetro, que servirá para analizar todos los datos y sistemas de vuelo que se incorporarán a su gemelo Miura 5, superó la prueba final: un ensayo estático denominado hot test, que supuso el encendido del motor a pleno rendimiento durante cinco segundos para comprobar el perfecto funcionamiento de los sistemas de arranque, temperatura y presión sin abandonar la plataforma.

Previamente, se desarrolló otro ensayo general conocido como wet dress rehearsal (WRD), una fase en la que se asegura que todas las piezas del proceso encajan y funcionan como está previsto. Es como un ensayo general con vestuario en la ópera que permite simular todos los pasos del lanzamiento real, incluyendo la carga de propelentes, la presurización de los tanques e incluso el protocolo automático de aborto de la operación en los últimos minutos.

Siempre vamos a preferir retrasar el lanzamiento que acabar con un cohete despiezado”
Raúl Torres, director de lanzamiento y cofundador de PLD Space

“Si durante el procedimiento del lanzamiento se detecta un mínimo factor de riesgo, se abortará la operativa hasta la próxima ventana de vuelo. Siempre vamos a preferir retrasar el lanzamiento que acabar con un cohete despiezado”, había advertido el cofundador y director del lanzamiento, Raúl Torres.

Y así ha sido. El ingeniero de sistemas Roberto Palacios ha explicado que la presencia de rachas de viento en altura por encima de los límites tolerables ha desaconsejado el despegue.

Para el estreno de este miércoles en Huelva, durante más de 10 horas, todo el equipo de PLD Space había repetido cada uno de los pasos de los ensayos previos y puesto a punto todos los dispositivos. La atmósfera era estable, sin amenazas de tormentas en el entorno. Pero los vientos, superiores a los 20 kilómetros por hora en altura, han obligado a suspender la prueba.

12 minutos de infarto

El proceso abortado tenía previsto que, tras la ignición, el Miura 1 —bautizado así por la ganadería brava y como símbolo de marca española— iniciara la fase de despegue y las maniobras de giro para enfilar la trayectoria prevista.

Pasados unos minutos se alcanzaría la zona de microgravedad, situada a unos 30 kilómetros, para llegar al apogeo, a unos 80 kilómetros de altitud y en condiciones de espacio (fuera de la atmósfera). A partir de ese punto, el cohete iniciaría la maniobra de descenso para abandonar el área de microgravedad y desplegar el paracaídas primario. Con ayuda de los aerofrenos, reformados tras las pruebas realizadas en Teruel en septiembre, y el paracaídas principal, el Miura 1 amerizaría en la costa onubense para ser recogido, llevado hasta el puerto de Mazagón y, posteriormente, trasladado a Teruel para analizar todos los resultados de la prueba.

Trayectoria de vuelo prevista del 'Miura 1'
Trayectoria de vuelo prevista del 'Miura 1'PLD Space

“El Miura 1 es un demostrador tecnológico. Lo lanzaremos para conseguir la información y seguir avanzando hacia el Miura 5. Ahí tenemos el foco. Y en la financiación necesaria para poder desarrollar las inversiones y continuar”, ha afirmado Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de la compañía.

El camino no se cierra, sino todo lo contrario: el próximo vuelo es solo el comienzo. “Nuestro objetivo es conseguir un hito para España y Europa, pero aún tenemos todo por demostrar. Sabemos que nos esperan muchos retos, aunque tenemos la certeza de que seremos capaces de resolverlos”, asegura Sánchez.

El principal hito es tecnológico: desarrollar “desde cero hasta los tornillos”, en palabras de Torres. El segundo, conseguirlo desde la España periférica: PLD Space tiene sede en Elche (Alicante), el centro de pruebas en Teruel y la base aeroespacial en Huelva. El tercero es evitar en Europa un invierno aeroespacial.

El cohete europeo Vega, que transportaba el primer satélite español de observación terrestre SeoSat-Ingenio, se desvió de su trayectoria poco después de ser lanzado desde el puerto espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, en noviembre de 2020.

En abril, el Starship de Elon Musk, desarrollado para llevar hasta 100 personas a la Luna, el más potente de la historia, y con un presupuesto más de 50 veces superior al del Miura 1, explotó poco después del despegue, durante el desacoplamiento de las dos partes del artefacto.

El mismo mes, la sonda Hakuto-R, que intentaba ser la primera nave comercial en posarse en la Luna, dejó de emitir señal cuando el vehículo tenía previsto alunizar.

Estas incidencias tienen siempre efecto en la carrera espacial, que afronta la posibilidad de un invierno aeronáutico que suponga la ralentización de los desarrollos si se suceden los fallos en los proyectos.

Ya sucedió en Europa en diciembre de 2002 cuando, el último modelo del cohete europeo Ariane 5, bautizado 10 toneladas por estar diseñado para poner esa masa en órbita, falló en su primer lanzamiento al detenerse la combustión de sus motores tres minutos después de despegar. El accidente supuso un revés para el programa espacial europeo y ocasionó la pérdida de dos satélites: el Hot Bird Tm7 de Eutelsat, y el Stentor, un equipo experimental francés.

“Ha habido inviernos espaciales y Europa vive un momento crucial”, afirma Sánchez. El directivo destaca la relevancia de que una iniciativa privada como la de PLD Space, que cuenta con un 30% de financiación pública, se abra paso en un mercado emergente que reclama un sistema de transporte para situar cada año en órbita más de 2.500 satélites de menos de 500 kilogramos durante la próxima década.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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