¿Se está ‘sobreconfinando’ a los enfermos de coronavirus?
El Reino Unido ha reducido el tiempo de aislamiento para personas con covid de 10 a 7 días y algunos expertos creen que podría reducirse hasta los cinco con test negativo al final
El rápido avance de la variante ómicron del coronavirus, con tasas de contagio nunca vistas hasta el momento, está empujando a los responsables de salud pública a adaptarse a la situación, ante la posibilidad de quedarse sin trabajadores esenciales, confinados en su casa. En el Reino Unido, el Gobierno anunció el martes que las personas infectadas podrán reducir su tiempo de aislamiento de diez días a siete si dan negativo en una prueba de antígenos el sexto y el séptimo día de encierro. La medida tiene la intención de limitar el impacto social y económico de la nueva variante, que ya está creando dificultades para mantener el funcionamiento de algunos negocios y servicios públicos, sanidad incluida. Según las últimas cifras oficiales, la cifra de contagios en el Reino Unido ha superado las 90.000 diarias en cuatro de las últimas cinco jornadas y se mantiene cerca del récord desde el inicio de la pandemia (93.045 casos, notificados el viernes). Y el país ya está sufriendo problemas, como cancelaciones en los servicios ferroviarios.
Richard Tedder, de la organización británica Clinical Virology Network, asegura que, haciendo una estimación de probabilidades, la decisión británica es “probablemente correcta”. Pese a pedir prudencia ante la fiabilidad de las pruebas de autodiagnóstico, considera que demandar dos negativos seguidos puede ser una solución adecuada, explica, consultado por el Science Media Center. Además, pide atención al modo en que los cambios en el virus pueden afectar a la fiabilidad de los test, para adaptarlos y que no pierdan su capacidad para detectar la infección.
Acortar el tiempo de aislamiento es algo que ya hicieron países como Francia hace más de un año y que algunos estudios justifican. En enero de 2021, un equipo capitaneado por la investigadora Muge Cevik, de la Universidad de Saint Andrews, en Escocia, realizó un análisis que delimitó un periodo de cinco días desde el inicio de los síntomas como el más infeccioso. Teniendo en cuenta el nivel de incumplimiento del autoaislamiento en el Reino Unido, Cevik consideraba entonces que reducirlo hasta los cinco días podría hacer que menos gente se lo saltase y mejorasen los resultados globales.
El análisis de Cevik, no obstante, encontró que hubo virus con capacidad de infectar hasta los nueve días de enfermedad, algo que recuerda que la reducción del tiempo de aislamiento implicaría algunos riesgos. En Reino Unido, se recomienda que quienes abandonen el aislamiento al séptimo día limiten sus contactos con personas vulnerables o trabajen desde casa.
En EE UU también se escuchan voces que abogan por una reducción del tiempo de aislamiento, en parte para evitar el colapso que puede provocar el avance de ómicron, pero también pensando en un futuro en el que se deberá convivir con el covid limitando su impacto social y económico. La semana pasada, Robert Wachter, presidente del Departamento de Medicina en la Universidad de California en San Francisco, planteaba que el periodo óptimo de aislamiento para limitar los contagios y mantener el funcionamiento de la economía podría ser de cinco días. Como en el caso británico, considera necesarias dos pruebas de antígenos negativos en días consecutivos antes de volver a la calle.
Anish K. Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown (Rhode Island), también manifestó en Twitter que considera excesivo el periodo de 10 días de aislamiento. Si se tiene una prueba negativa a los cinco días y no hay síntomas, “es razonable asumir que no eres contagioso”, escribió. Aunque puntualizó que, si se quiere una seguridad del 100%, es siempre mejor que se mantengan los diez días de aislamiento.
Sin especificar cuánto se debería reducir, Anthony Fauci, principal asesor médico del presidente de EE UU, también ha afirmado que el aislamiento de 10 días puede no ser necesario, en particular teniendo en cuenta la escasez de médicos en aquel país. Sin síntomas y con la protección adecuada, “pueden volver al trabajo antes del periodo completo de cuarentena”, ha afirmado.
En España, fuentes del ministerio de Sanidad comentan que no se ha planteado rebajar los días de aislamiento. Luisa María Villar, Jefa de Inmunología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, tampoco considera que por el momento la situación requiera este tipo de medidas y cree que es preferible apostar por la seguridad. “Por ahora tenemos que preocuparnos de proteger al máximo a las personas con las que trabajamos en los hospitales, como los inmunosuprimidos, que son especialmente vulnerables y los que pueden tener problemas con esta variante que para los vacunados produce casi siempre una enfermedad leve”, apunta Villar.
En cualquier caso, la aplicación de medidas como las del Reino Unido demandaría una capacidad para poner pruebas a disposición de los ciudadanos de una forma masiva para que pudiesen saber si se está en condiciones de finalizar el aislamiento, algo que en España no parece posible de momento, dada la escasez de test de antígenos en las farmacias y el colapso de los centros de atención primaria.
Además, la ómicron aún esconde incógnitas. Algunos estudios indican que se desarrolla con mayor rapidez, mostrando los síntomas antes de lo que lo hacían otras variantes, pero también podría desaparecer del organismo antes, en particular en personas vacunadas. La respuesta a este tipo de preguntas, que la ciencia tardará semanas en resolver, es también fundamental para ajustar el tiempo de aislamiento que una variante tan contagiosa como la ómicron puede convertir en un problema social y económico.
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