El Gobierno de São Paulo asegura que la vacuna china es segura y eficaz pero no ofrece los datos

El Instituto Butantan de Brasil ― la institución vinculada al Gobierno de São Paulo y que ha realizado los tests de la vacuna china Coronavac en 13.000 voluntarios al largo de cinco meses ― ha dicho hoy que el fármaco ha superado el umbral de eficacia que permite el acceso al uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 50% de protección, pero no ha ofrecido los datos. La farmacéutica china Sinovac, que creó la vacuna, ha solicitado un plazo de hasta 15 días a la institución brasileña para unificar los datos de los estudios desarrollados en otros países, como Indonesia y Turquía. El objetivo sería evitar revelar diferentes tasas de eficacia.

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“Hemos alcanzado el umbral de eficacia que permite el acceso al uso de emergencia”, ha dicho el presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas, este miércoles. Según Covas, el estudio ha observado básicamente efectos adversos leves y en un porcentaje pequeño de casos, como por ejemplo dolor en el lugar de la inyección. “Esta manifestación no ha sido diferente entre los grupos que han recibido vacuna y placebo”, ha añadido en una rueda de prensa. Los datos de eficacia, sin embargo, serán divulgados en las próximas dos semanas. Sinovac lo ha solicitado para tener tiempo de evaluar resultados de otros países antes de solicitar el registro a la agencia sanitaria china. “Esta solicitud de Sinovac está respaldada por el contrato. Solo podemos divulgar los datos juntos. Esperamos que sea lo antes posible”, ha dicho Covas.

El ensayo clínico de Coronavac se llevó a cabo con 13.000 voluntarios en Brasil. La fase tres de las pruebas comenzó en el país en julio. En etapas anteriores del estudio realizado en China, se ha demostrado que la vacuna es segura y capaz de provocar una respuesta inmune en hasta el 97% de los participantes.

El noviembre, el ensayo de Coronavac alcanzó el número mínimo de voluntarios infectados para la presentación de resultados preliminares en Brasil. Superó el mínimo de 151 infectados entre los grupos que recibieron el placebo o el inmunizador y llegó a 170 voluntarios infectados, lo que se supone más solidez a los resultados. Los datos serían presentados el 12 de diciembre, pero el Gobierno de São Paulo cambió su estrategia para solicitar la luz verde de Anvisa para la vacunación. Dijo que presentaría datos consolidados para solicitar el registro definitivo y no la autorización para uso de emergencia. En los días siguientes, sin embargo, dio un paso hacia atrás y dijo que solicitaría ambas las autorizaciones. Ahora, otra vez el anuncio de los datos ha sido desplazado, por la solicitación de Sinovac.

El Instituto Butantan está vinculado al Gobierno de São Paulo, que todavía mantiene el 25 de enero como fecha prevista para iniciar la campaña de vacunación en el Estado. La Coronavac fue también blanco de la polarización política que se instauró en el país.

Los tests de Coronavac en Brasil fueron paralizados en noviembre tras la muerte de un voluntario. Las circunstancias, según los responsables de los tests, nada tuvieron que ver con la inmunización y el ensayo fue retomado el día siguiente. El presidente Bolsonaro incluso celebró la paralización de la vacuna adquirida por el gobernador de São Paulo, João Doria. Los dos, alguna vez aliados, se convirtieron en enemigos políticos.

A finales de octubre, Bolsonaro dijo que no compraría la vacuna desarrollada por China. “Con China, lamentablemente, ya hay mucho descrédito por parte de la población, sobre todo porque, como muchos dicen, este virus habría nacido allí”, dijo emulando a Donald Trump, quien se refiere a la covid-19 como el “virus chino”.

Tras una larga crisis política, la Coronavac en fin ha sido incluida en el plan nacional de vacunación contra la covid-19 el 16 de diciembre. El Gobierno tiene un acuerdo de intención de compra de 46 millones de dosis con el Instituto Butantan e intenta ampliarlo para adquirir 100 millones de dosis. Todavía no hay una fecha para arrancar con la vacunación en todo el país. El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, espera arrancar el febrero, aunque admite que en el mejor escenario se puede empezar a vacunar contra la covid el 20 de enero. Mientras, São Paulo afirma que empezará su campaña de inmunización el 25 de enero, aunque el Gobierno no de marcha al pan nacional.