_
_
_
_
_

Nobel de broma a los líderes políticos por mostrar que influyen más sobre la vida y la muerte que los médicos

Los IgNobel, la parodia de los galardones suecos, premian cada año la ciencia más disparatada

Bolsonaro saluda a Trump en una visita a la Casa Blanca el año pasado.
Bolsonaro saluda a Trump en una visita a la Casa Blanca el año pasado.KEVIN LAMARQUE (REUTERS)
Javier Salas

Cada año, en el Teatro Sanders de la Universidad de Harvard se festeja el espíritu más gamberro de la ciencia: los premios Ig Nobel, la parodia de los galardones de la Academia Sueca. Una ceremonia que reconoce los estudios más graciosos o peculiares de la ciencia mundial, en los que España recibe muchos más premios que en los Nobel de verdad. La presente edición de los galardones, la 30ª, no se ha celebrado en el Sanders, sino por videoconferencia, por un motivo obvio: la pandemia de covid. Una pandemia que está muy presente en el palmarés de estos premios, que siempre sueltan una patada en la espinilla de los poderosos, como cuando le dieron el Ig Nobel de Química a Volkswagen “por resolver el problema del exceso de emisiones de los automóviles” con el trucaje de sus vehículos.

Este año, los Ig Nobel han creado la categoría de Educación en Medicina para premiar a nueve líderes políticos que no han sabido combatir al coronavirus "por utilizar la pandemia viral Covid-19 para enseñar al mundo que los políticos pueden tener un efecto más inmediato sobre la vida y la muerte que los científicos y los médicos”. Jair Bolsonaro de Brasil, Boris Johnson del Reino Unido, Narendra Modi de India, Andrés Manuel López Obrador de México, Alexander Lukashenko de Bielorrusia, Donald Trump de Estados Unidos, Recep Tayyip Erdogan de Turquía, Vladimir Putin de Rusia y Gurbanguly Berdimuhamedow de Turkmenistán son los agraciados. Lukashenko, que llegó a decir que las saunas y el vodka curarían la covid mientras se negaba a tomar medidas, tiene el honor de tener ya dos Ig Nobel en su nombre. El primero lo recibió en el año 2013, cuando le otorgaron el de la Paz por ilegalizar aplaudir en público, que se consideraba una forma disimulada de criticarlo, lo que provocó detenciones de gente que aplaudía.

Además, los premios también han festejado investigaciones tan aparentemente ridículas como la aracnofobia de los entomólogos o la misofonía, el malestar producido por escuchar a otras personas haciendo ruidos mientras mastican o la inutilidad de los cuchillos hechos con heces humanas congeladas. Pero ojo: como dicen en su lema los Ig Nobel, son los premios de la ciencia que “primero hacer reír, pero luego pensar”.

Estos son los galardones de esta trigésima edición, desglosados por categorías:

Un científico trata de cortar piel de cerdo, sin éxito, con un cuchillo realizado con heces humanas congeladas.
Un científico trata de cortar piel de cerdo, sin éxito, con un cuchillo realizado con heces humanas congeladas.MRB

Puedes escribirnos a javier@esmateria.com o seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aquí a nuestra Newsletter.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Salas
Jefe de sección de Ciencia, Tecnología y Salud y Bienestar. Cofundador de MATERIA, sección de ciencia de EL PAÍS, ejerce como periodista desde 2006. Antes, trabajó en Informativos Telecinco y el diario Público. En 2021 recibió el Premio Ortega y Gasset.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_