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Puigdemont evita la autocrítica en el Parlament y califica el 155 de “golpe de Estado moderno”

El ‘expresident’, que recuerda que quiso convocar elecciones pese a que ahora le tachen de “radical”, interviene por videoconferencia en la comisión del 155, la misma a la que acudió Oriol Junqueras

Àngels Piñol
El 'expresident' de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, junto al 'exconseller' Toni Comín.
El 'expresident' de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, junto al 'exconseller' Toni Comín.John Thys (AFP)

Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat y eurodiputado, ha comparecido hoy por videoconferencia en la comisión de investigación del 155 del Parlament, en la que ha reivindicado su actuación durante los hechos de octubre de 2017 sin hacer ninguna autocrítica. Puigdemont ha calificado la actuación del Gobierno español de un “golpe de Estado moderno” en el que fiscales y jueces suplieron el “rol” de los militares como defensores de la patria y ha lamentado que no haya pedido perdón por haber intervenido la autonomía.

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En una larga intervención, Puigdemont ha insistido en que él planteó convocar elecciones en lugar de la declaración unilateral de independencia pese a que ahora, en una clara alusión a Gabriel Rufián, de Esquerra, le tachen de “radical” y le vayan dando “lecciones de moderación”. Puigdemont ha explicado que pidió, a cambio de retirar el 155, la libertad de los Jordis (Jordi Sànchez y Jordi Cuixart), la retirada de 5.000 policías y guardias civiles de Cataluña y el fin de la intervención económica. “¿Alguien duda que con elecciones habría frenado el golpe de Estado del 155?”, se ha preguntado. El Senado aprobó el 27 de octubre de 2017 la aplicación del artículo 155 de la Constitución para frenar el proceso independentista. La intervención supuso el cese del presidente de la Generalitat y su Govern y la intervención de servicios como los Mossos d’Esquadra, entre otros.

“¿Alguien duda que con elecciones habría frenado el golpe de Estado del 155?”, afirma Puigdemont

Pere Aragonès, vicepresidente del Govern, y la mayoría de consejeros han asistido al discurso de Puigdemont en el Parlament, que han acabado aplaudiendo. El eje de sus palabras ha sido que la aplicación del 155 superó los límites constitucionales, que el Estado actuó con ánimo vengativo y que hay que combatir el “arraigo” del 155. “Piden perjudicar a sus propios votantes por vivir aquí. Eso es comportamiento xenófobo”, ha afirmado compartiendo el criterio del diputado de ERC Jordi Orobitg, de que el 155 lo sufrieron especialmente los ciudadanos con menos recursos porque se entorpeció la maquinaria para otorgar ayudas sociales.

Puigdemont ha omitido que los socialistas habían presentado una enmienda para frenar el 155 si convocaba elecciones. “Pedro Sánchez estaba en la cocina del 155”, ha explicado precisando que hubiera sido interesante que explicara en esa comisión que como presidente del Gobierno habría actuado de forma diferente de Mariano Rajoy. “Pero ahora gobierna una coalición nueva y es una novedad”, le ha dicho a Marc Parés, diputado de los comunes. “Admito que el tono y el lenguaje no son los mismo que los del PP, pero lo que me interesa son las políticas. Si la negativa a la autodeterminación y la represión es la misma, por mucho que me pongan buenas caras la conclusión es la misma”.

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No se cómo hubiera actuado Pedro Sánchez si hubiese sido presidente en lugar de Rajoy  pero estuvo en la cocina del 155", dice el expresident

El exconsejero de Cultura durante el referéndum, Lluís Puig, huido en Bruselas, focalizó su intervención —también por videoconferencia— en los perjuicios que la supresión del Govern tuvo en el área cultural. El principal, el traslado de las obras artísticas de Sijena desde el Museo de Lleida al monasterio del mismo nombre en Huesca, en cumplimiento de una sentencia judicial, solo un mes y medio después de la aprobación del 155.  Puig ha asegurado que se estaban produciendo negociaciones entre los dos Gobiernos autónomos y ha lamentado que con el 155 “las relaciones se han deshumanizado” y que la nueva ubicación de las obras ha provocado un descenso de los visitantes. Otras consecuencias de la intervención, según Puig, fueron la paralización de obras y proyectos, como la restauración de iglesias o la construcción de nuevas bibliotecas y archivos municipales.

Puig ha admitido que su mandato al frente de Cultura fue breve —apenas cuatro meses— y que en este tiempo solo intervino una vez en el Parlament; fue para hablar de la lengua catalana. En este sentido, el exconsejero ha asegurado que en los últimos años la inmersión lingüística ha recibido 80 sentencias en contra. “Se está produciendo una persecución de la lengua injusta”, ha añadido Puig, que ha aprovechado su intervención para hacer un alegato en defensa de la cultura propio de un consejero en activo.

La exdiputada Mireia Boya lamenta que la comisión no haya citado todavía a la expresidenta Carme Forcadell y a la exdiputada Anna Gabriel

Tras el consejero, ha intervenido la exdiputada de la CUP Mireia Boya, que ha considerado que las instituciones catalanas -el Govern de la Generalitat y el Parlament- "sufren aún un 155 en la sombra" porque "siguen vigiladas y controladas" desde el Estado, motivo por el que ha pedido activar una institucionalidad paralela. Boya ha criticado que no se haya invitado a comparecer  en la comisión a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y a la exdiputada de la CUP Anna Gabriel y se ha mostrado escéptica sobre la mesa de diálogo. "Démosle una oportunidad, pero ¿hasta cuándo? y ¿hasta dónde?", se ha preguntado antes de reclamar a los partidos independentistas que "busquen un Plan B si la mesa fracasa" con una "una hoja de ruta compartida".

Marta Rovira ha reprendido a los partidos independentistas por su división

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, fugada a Suiza, ha sido la última en intervenir y ha reclamado al independentismo "no confundir el adversario" y rehuir el enfrentamiento entre independentistas "aislando los elementos más tóxicos", además de "recuperar los grandes consensos y acordar una estrategia colectiva". La exdiputada ha lamentado el enfrentamiento entre los dos socios de Govern y les ha reprendido por ello. "Liderar el proceso con grandes consensos no significa competir ni uniformizar, sino volver a sentarse, consensuar, ceder, coordinarnos para ser más fuertes, y esto hay que pedirlo a todos, no solo a unos", ha subrayado instando a aprovechar la oportunidad que brinda la mesa de diálogo.

La comisión de investigación de la aplicación del artículo 155 tuvo la semana pasada como protagonista al líder de ERC y exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación, quien reiteró su deseo de dialogar con el Gobierno central y con todas las fuerzas políticas para resolver el conflicto soberanista, además de reivindicar que no cometió ningún delito en otoño de 2017. Junqueras consideró que la intervención de la autonomía catalana que siguió a la declaración unilateral de independencia “no sirvió de nada” y anunció su deseo de “volver a ejercer la autodeterminación”.

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