Nonell, Carracci y Llorens Artigas, estrellas del MNAC durante 2020
El museo acogerá durante un año grandes obras contemporáneas de la colección Suñol
Un Isidre Nonell inédito. Ese será el reclamo de una de las tres grandes exposiciones previstas para este año programadas por el MNAC. Inédito, porque en la muestra que se inaugurará el 14 de mayo (hasta el 13 de septiembre) podrán verse un buen número de pinturas que no se había visto nunca y porque la obra de este pintor modernista que se codeaba con los miembros de Els Quatre Gats pero que subvirtió los criterios del gusto burgués y la visión amable y esteticista y abordó temas más sociales protagonizados por personajes marginales y estigmatizados como gitanos, prostitutas, pobres y mendigos.
Su capacidad y talento y su irradiación sobre su entorno artístico serán los protagonistas de esta necesaria muestra (la última gran fue hace 20 años) que comisarían Eduard Vallès y Francesc Quílez que reunirán 250 obras, no solo creadas por Nonell, sino por otros, como Antoni Pichot, Xavier Gosé, Carles Casagemas y Pablo Picasso a los que sirvió de inspiración o cultivaron sus mismos motivos temáticos.
La exposición mostrara también, mediante fotografías de autores como Francesc Serra, Joan Vilatobà y Frederic Ballell, aspectos de la periferia de la Barcelona en la que vivió Nonell que le inspiraron; analizará de forma científica y por primera vez, sus famosos “dibujos fritos” y mostrará su versatilidad y su originalidad creativa alejada de soluciones convencionales, que tanto gustan ahora.
A mitad de esta exposición podrá verse en el MNAC una pequeña joya recuperada. Se trata de las pinturas al fresco que hizo Annibale Carracci alrededor de 1605 para la capilla de Juan Enriquez Herrera, en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma. Y allí estuvieron hasta que en 1830 se arrancaron. Siete fragmentos acabaron en el Prado y nueve en la Academia de Bellas Artes de Sant Jordi que los depositó en el MNAC.
Ahora, por primera vez, podrán verse otra vez justos, además de los dibujos preparatorios que se conservan en el Castillo de Windsor. “Hay una buena sintonía entre nosotros y el Prado, para el destino final de todas estas pinturas, pero es muy complejo”, se limita a asegurar Pepe Serra, director del MNAC ante la pregunta de qué pasará con ellas después de la exposición que comisaría Andrés Úbeda y que se verá en Madrid, Barcelona y Roma. En el MNAC entre el 15 de junio y 20 de septiembre.
Dos meses después abrirá sus puertas la tercera gran muestra de la temporada, dedicada a la cerámica de Llorens Artigas en diálogo con la de Hamada Shoji; una relación de admiración mutua que abordará la exposición (comisariada por Ricard Bru, hasta el 7 de marzo) junto con los vínculos fructíferos que otros catalanes, como Joan Gardy Artigas, Joan Miró y Eudald Serra. Con obras del Victoria & Albert Museum, la Fundacion Maeght, el Museu del Disseny y la Miró de Barcelona.
Además de estas grandes propuestas, el principal museo catalán presentará (después de restaurar) parte del fondo que el Museo Víctor Balaguer conserva del antiguo Museo de Arte Contemporáneo creado en 1960 por Alexandre Cirici y Rodríguez Aguilera, con obras de Guinovart, Ràfols-Casamada, Tharrats o Saura, que se instaló hasta 1963 en la cúpula del Coliseum y que han acabado en Vilanova.
También se visualizará el convenio de colaboración que se ha firmado con la Fundación Suñol por el que acogerá durante un año ocho piezas de arte contemporáneo repartidas por las salas de la colección permanente. Estos Diálogos intrusos, que podrán verse en la segunda mitad de 2020 será un nuevo aliciente para visitar el museo. En 2018 lo hicieron un total de 837.694 visitantes, el 22% de Barcelona.
Y Gaudí se verá en 2021, con pabellón o sin él
En diciembre, tras la reunión del patronato del MNAC, la consejera Mariàngela Vilallonga anunció que la Generalitat aportaría 2,5 millones de euros para la ampliación y que el nuevo pabellón se inauguraría en 2021 con una exposición sobre Gaudí. Ayer, Pepe Serra la corrigió: "la exposición se hará; está más que pactada. Ayer se cerró la lista de obras. Se inaugurará el 1 de julio, comisariada por Juanjo Lahuerta, con el pabellón de Victòria Eugènia o sin él", explicó. También, que luego viajará al Caixaforum de Madrid y al Museo de Orsay de París. "Veo más razonable que la ampliación se produzca en 2022. Las fechas que se anunciaron son muy optimistas".
Por ahora, se estudia el convenio con el Ayuntamiento y Fira para su cesión, con la idea de “comenzar cuanto antes las exposiciones temporales” dijo. “No podemos estar esperando a comenzar a trabajar en función de si tenemos el pabellón o no”, sentenció.
Para 2022 Serra anunció otra gran exposición, sin desvelar tema ni protagonista y que se llevará a cabo la reforma del Románico. “Con la incertidumbre presupuestaria cuesta mucho trabajar”. Lo sabe bien. El museo cuenta (desde 2016) con 15,6 millones de euros de presupuesto, de los cuales, solo 1,6 para programar exposiciones. “Toda cifra de programación que baje de tres millones es una anomalía y es ridícula”, remachó. 2022 es, por contrato, su último año al frente del museo. Ayer, aseguró que no sabe si podrá renovar cinco más.
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