Alianza natural
Los artífices de Cazador y El Cuerpo del Disco, emblemas de la noche madrileña, se unen en la fiesta Total
De vez en cuando fantaseaban con la idea. Cuando se encontraban en sus respectivas fiestas, los artífices de Cazador y El Cuerpo del Disco se tiraban los trastos mutuamente para organizar una juntos. Tenían gustos afines, incontables amigos comunes y las mismas ganas de bailar y divertirse. Parecía inevitable que acabaran haciéndolo. Hace poco más de un año comenzaba Total, fiesta que une a estos dos emblemas de la noche madrileña. Unos y otros están encantados con la alianza. Cada dos meses, la sala Maravillas acoge esta celebración en la que Charli XCX, Christine and The Queens, Rosalía o Robyn son algunas de las voces imprescindibles.
Mucho pingoneo. “Es una fiesta para que la gente baile y se lo pase bien. Lo importante es bailar, divertirse y, si tienes suerte, ligar un poquito”, resume Osama Chami, la mitad de Cazador. En Total suena pop actual, desde lo más comercial a lo más oscuro. “A diferencia de otras fiestas de El Cuerpo del Disco, en Total nos centramos en el pop contemporáneo”, señala Eloi Vázquez, que comenzó su andadura como DJ en la misma sala de la calle San Vicente Ferrer, en los tiempos del club Nasti. En la página de Facebook de la fiesta hay reseñas como la siguiente: “Total es brutal. Es risas, baile, guaperío y mucho pingoneo”. O como ésta otra: “Magníficas conversaciones en las colas de los baños”. Y es que en este club, además de bailar, hay palique en cualquier sitio. La próxima cita será el viernes que viene, 17 de enero.
Como en casa. Osama Chami y Enrique Gimeno abrieron Cazador hará pronto siete años. Ubicado en la calle Pozas, entre Pez y Espíritu Santo, desde el principio fue punto de encuentro de gente creativa. Un sitio un tanto escondido frecuentado por cineastas, actores y actrices, cantantes, diseñadores y diseñadoras, estilistas… “Decidimos abrir en una calle en la que no había bares ni había nada. Algunos vecinos nos decían que era una calle a la que algunas veces les daba miedo llegar por la noche. La sorpresa fue que funcionó desde el principio. La gente venía porque alguien se lo recomendaba. El éxito fue gracias al boca a boca”, señalan. Abren cuando anochece, de martes a sábado. Mantener un sitio de moda tantos años en Madrid es una proeza. “La gente habitual se encuentra como en casa”.
Unión absoluta. Enrique y Osama se conocieron hace casi nueve años. Osama acababa de volver a Madrid después de siete años en Londres. “Enrique y yo habíamos hablado varias veces por Facebook, pero no nos conocíamos en persona. Un día nos encontramos por la calle y quedamos en ir a una fiesta al Nasti. Enrique nunca apareció. Luego intentamos quedar más veces hasta que lo logramos y empezó todo”. Osama trabajaba en producción de cine y Enrique empezaba como actor después de haber estudiado en la RESAD. “Osama y yo empezamos a compartir un montón de ideas, cosas que habíamos escrito y que queríamos hacer juntos. Teníamos cortos y obras de teatro que pensamos en producir, pero estábamos en plena crisis y no teníamos el dinero necesario para hacer las cosas bien”. Pensaron en conseguir financiación con algún negocio. “No habíamos tenido un bar en la vida, pero nos lanzamos a la piscina”.
Exitoso debut. ‘Según Mateo’ fue el primer cortometraje que Osama Chami y Enrique Gimeno dirigieron, escribieron y produjeron. Lo estrenaron en el OutFest de Los Ángeles, uno de los certámenes LGBTQ más importantes del mundo. Estuvo en muchos festivales, de Londres a Santiago de Chile, pasando por Ciudad del Cabo. Entre los reconocimientos que recibió, obtuvo en Lesgaicinemad la Mención Especial del Jurado. “La verdad es que nos dio muchas alegrías. A partir de ahí se abrieron muchas puertas”, admiten sobre la historia protagonizada por Mateo, un chico que está muy perdido, al que interpreta el propio Enrique. Una noche acaba en casa de un camello y entomólogo, al que da vida Manuel Castillo, donde descubre nuevas vías de placer y dolor. Tras el éxito de su estreno, Osama y Enrique están intentando conseguir financiación para su primer largometraje, ‘Era una fiesta’. “Habla de la noche, que conocemos muy bien, de la frustración, de sueños rotos y esperanzas perdidas, pero también de conseguir recuperar la confianza en uno mismo”, anticipan.
Poderoso imán. Los puntales de El Cuerpo del Disco son los hermanos Eloi Vázquez y Yayo V. Codesido. Comenzaron como DJS y promotores centrándose en la música disco clásica. El éxito de su propuesta impuso que se diversificaran, en estilos y en lugares. Que si una fiesta en una pista de patinaje, que si otra en un antro inesperado. “La música que ponemos debe ser el centro de todo”, apuntan. En San Junípero, en homenaje al capítulo de ‘Black Mirror’, solo suena música de un mismo año. En La Casa del Ácido evocan las raves de finales de los 80 y principios de los 90. No dejan de desarrollar nuevas ideas. “Hay que buscarse la vida, proponer, moverse mucho”. Entre sus referentes, Horse Meat Disco. “Son muy buenos DJS y hacen fiestas muy divertidas”. Como ellos, son un poderoso imán para salir de casa y bailar.
Canciones favoritas. En Total se van turnando en la cabina los chicos de Cazador con los de El Cuerpo del Disco. Eloi Vázquez pincha solo, sin su hermano. Yayo no participa en este club, en el que sí pone música Vicente Bustillo, que también hace lo propio en San Junípero. “Soy un satélite de El Cuerpo del Disco”, explica. Tiene los títulos de algunas de sus canciones favoritas tatuadas por todo el cuerpo, de Morrissey a Fangoria. “Ahora mismo en Madrid está todo muy disperso: hay fiestas de electrónica, hay fiestas de trap, hay fiestas de pop petardo, hay fiestas de reaggeton… Nosotros queremos aglutinar. Total engloba muchas cosas que nos gustan”, coinciden sus impulsores. La gráfica de sus flyers lleva la firma de Sergio Ibáñez, de Estudio Setanta. Alrededor de la cabina nunca faltan sus fieles. Algunos incluso llevan camisetas de Cazador, otros de El Cuerpo del Disco. “Es maravilloso que vengan una y otra vez. Disfrutamos mucho juntos”
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