La oposición tacha a Torra de presidir un gobierno “ficticio” y vivir una realidad paralela

“Lo mejor que puede hacer es dejar paso, es una legislatura fallida y a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo. Seguramente asistiremos a una convocatoria de elecciones autonómicas avanzadas, nosotros pensamos que serán el útimo trimestre de este año o el primero de 2020”. Para Miquel Iceta, líder del PSC, esa es una realidad que ya estaba clara y que hoy, con el balance que ha hecho Quim Torra de su primer año de legislatura, ha quedado meridiana. Para el secretario general de los socialistas catalanes, el de Torra ha sido “un año de mal gobierno, de desgobierno, otro año perdido para Cataluña”. Y ha desgranado el por qué de ese “suspenso” a Torra: “Han aumentado un 10% de la listas de espera de la sanidad y sin ofensiva clara para reducirlas, no se han comprometido a la financiación de las guarderías y ha sido el gran fracaso de la renta garantizada de ciudadanía, con 18.500 personas esperando una plaza de residencia y un tercio de dependientes en lista de espera. Un año en el que el gobierno se ha instalado en la división entre independentistas y no independentistas. Un gobierno que no puede presentar los presupuestos, un gobierno que no ha aprobado ninguna ley y que ha sido reprobado”.

El panorama de unas elecciones avanzadas está presente también en los otros partidos de la oposición en mayor o menor medida. La CUP cree que la legislatura y el gobierno que encabeza Quim Torra está agotado y que es hora de “remover todas las cartas” y buscar nuevos liderazgos, lo que supone convocar elecciones. La diputada Maria Sirvent ha sido muy crítica con el análisis de Torra, tanto ideológicamente como por su práctica política: “Es solo retórica. Ha renunciado, incluso, a hacer política dentro del limite autonómico. Tiene una retórica republicana pero la práctica es la asunción disciplinada de los límites que pone Europa y la Constititución”. La CUP disiente por completo del análisis de Torra del país en marcha: “Dice que la economía crece y está en marcha pero la realidad es que está devastado por la pobreza. Las empresas han ganado competitividad pero lo han hecho a costa de la clase trabajadora. La productividad por hora trabajada ha aumentado 10 veces mas que el salario medio”.

Los comunes sostienen que ya se ha planteado la convocatoria de elecciones con anterioridad: "ya lo hemos dicho pero  de lo que se trata es de que se aclaren -en referencia a ERC y Junts- de una vez", ha precisado Jéssica Albiach, presidenta del grupo parlamentario Catalunya en Comú podem. Un grupo que ha reprochado a Torra  “vivir en una realidad paralela, no sabemos en que Cataluña vive y no lo saben tampoco ni los sindicatos ni los agentes sociales e incluso el Círculo de Economía y las empresas del tercer sector”, ha sostenido Albiach que ha calificado el año de “perdido, lleno de excusas y sin rumbo. El gobierno de Torra y Aragonés es un gobierno de frustración y no han sido capaces de presentar un presupuesto”.

Los calificativos negativos como "desgobierno, parálisis y degradación de las instituciones" se le han agotado a Ignacio Martín, diputado de Ciudadanos al comentar el discurso que ha pronunciado el president este martes. "Ha sido otro año de procés . Es decir, otro año perdido para las empresas y para el conjunto de la sociedad catalana de todos los ámbitos importantes". Martín se ha mostrado muy crítico, además, por el tono, un una parte "triunfalista" de Torra y, por otra, "victimista". Resulta sorprendente, ha explicado, la visión de Torra "y que saque pecho" cuando su gestión ha sido "desastrosa" para todos. "Un año más de desgobierno y de parálisis. En resumen: nada de nada", ha dicho.

"El balance de Torra demuestra que su realidad es imaginaria y ficticia, tanto como su república. Habla de una Cataluña que crece, de una Cataluña de igualdad y equidad cuando es la que tiene más listas de esperas de la Sanidad y más barracones por escuelas. Continúa con su visión falaz y presenta una realidad distorsionada", ha proseguido el diputado. Desde Ciudadanos creen que lo único que ha conseguido Torra en este año ha sido una imputación por desobedecer a la Junta Electoral Central (JEC). Y le ha culpado de lo que consideran una degradación de las instituciones catalanas desde ya hace años. Se trata de un deterioro que, en su opinión, se ha vuelto a evidenciar esta misma semana con el relevo de la cúpula de los Mossos: "Es una prueba más de la arbitrariedad de su gobierno. El consejero de Interior ha cambiado al jefe de la policía catalana sin ninguna justificación y eso solo se explica por la falta de respeto que tienen los gobernantes separatistas hacia las instituciones". En este sentido, Ciudadanos ha presentado en el Parlament una petición para que comparezca el consejero Miquel Buch y que argumente las razones de seguridad o técnicas de los cambios que "son entendidos por los agentes como una instrumentalización política".

Preguntado si, después de ese diagnóstico, Ciudadanos iba a pedir la convocatoria de elecciones, el diputado ha manifestado: "Lo que queremos es que la vida política vuelva a la normalidad y que el presidente de la Generalitat no esté supeditado a Waterloo o al juicio del Tribunal Supremo. Lo que queremos es que gobiernen para todos y que sea consciente de los problemas de Cataluña y las decisiones que hay que tomar".

Frente a las críticas generalizadas de los grupos de la oposición, los partidos coaligados en el Govern, ERC y Junts per Catalunya, defendían el resultado. La diputada republicana Anna Caula ha defendido que llevan un año "arrancando las políticas sociales que tanto preocupan"  y que ahora "no nos planteamos las elecciones". Y el balance del primer año es "positivo" para el partido de Torra: "pese a las muchas dificultades como revertir los efectos del 155", ha subrayado el diputado de Junts, Antoni Morral.