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Torra evita la autocrítica y culpa al Estado de que la mejora en la economía no llegue a los hogares

El presidente de la Generalitat cree que el crecimiento del PIB y los resultados electorales son un aval al Govern

Quim Torra, durante su comparecencia.Vídeo: MASSIMILIANO MINOCRI
Camilo S. Baquero

Armado con las buenas cifras económicas del último año, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha comparecido este martes tras la reunión semanal del Ejecutivo catalán para ofrecer su balance de mandato, una glosa optimista de las políticas de corte autonomista que su Govern ha promovido y otras tantas heredadas del Ejecutivo de Carles Puigdemont. Torra ha puesto en valor años de crecimiento sostenido en el PIB y en las exportaciones y unas cifras de desempleo menores que las del conjunto de España pero ha achacado que los hogares no noten estas mejoras al "expolio fiscal que sufre Cataluña". Y ha querido alejar la posibilidad de un adelanto electoral. De hecho, ha cambiado su discurso y ahora ha asegurado que no es un "presidente provisional".

En los últimos días, Torra ha sido objeto de críticas tanto de la oposición como de los empresarios por la parálisis de la Generalitat. El pasado fin de semana, en la reunión anual del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona), los asociados del lobby empresarial catalán le pidieron un cambio de rumbo ante lo que consideran una pérdida de impulso y poder, pese a que aceptan que el cuadro macroeconómico es bueno. En una declaración conjunta, la junta del Círculo pidió a Torra poner el énfasis en el "gobierno de las cosas" ante un "conflicto político que lo llena todo".

El presidente catalán ha querido salir al paso de esos reproches y ha recordado que Cataluña ha tenido un crecimiento interanual del 2% del PIB en el primer trimestre de 2019 y que ha experimentado tasas positivas desde 2014. Las exportaciones, ha añadido Torra, batieron récords el año pasado por octavo ejercicio consecutivo y la tasa de paro —que no ha dejado de bajar desde 2013— se ubicó en 2018 en 11,5%, 3,8 puntos porcentuales menos que la del resto del Estado. "En pleno proceso independentista esto ha marchado bien", ha añadido el president.

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Esos buenos resultados, sin embargo, siguen sin notarse en los hogares y no logran hacer cambiar radicalmente los indicadores que miden, por ejemplo, la pobreza. Un 23,8% de los catalanes aún están en riesgo de pobreza, una cifra que no ha dejado de crecer desde 2015. Precisamente una de las polémicas con las que el Govern ha tenido que lidiar ha sido la puesta en marcha de la renta garantizada de ciudadanía, cuyas entidades promotoras aseguran que no cubre las expectativas generadas. Torra ha evitado este martes la autocrítica y ha asegurado que los hogares catalanes no sienten las mejoras económicas por culpa de un déficit fiscal "insostenible" y la "voluntad recentralizadora" del Gobierno central. "Con solo un punto menos del déficit fiscal podríamos doblar lo que destinamos a programas sociales", ha insistido el president.

"Si las cifras fueran distintas, si el PIB se estuviera hundiendo y el desempleo se disparara estaría dispuesto a cambiar mi discurso. Pero es todo lo contrario", ha asegurado Torra, que también ha sacado pecho de "la recuperación de las instituciones" tras la intervención del autogobierno por la aplicación del artículo 155 de la Constitución y del rigor en la gestión del Govern, que ha logrado cumplir con los objetivos de déficit y la regla de gasto. "Pedimos al Gobierno central que no siga vigilando nuestras cuentas", ha pedido. El president también ha lamentado que siga “la represión" y ha puesto como ejemplo el escrito de la Fiscalía sobre "el juicio farsa del procés", que considera “un relato magnífico de lo que es la judicialización de la política”.

Para Torra, la muestra de que su Govern es efectivo también se nota en la recuperación de "la capacidad normativa". Hasta ahora, sin embargo, el Ejecutivo catalán solo ha aprobado 17 decretos ley (que necesitan la revalidación del Parlament) y siete proyectos ley. El Consejo Ejecutivo también ha dado luz verde a 11 memorias preliminares para futuras normas. El Govern también ha puesto en valor proyectos que considera clave para la competitividad y la integración territorial, como llevar la fibra óptica a todos los municipios de Cataluña en 2023.

El fantasma de un adelanto electoral ha planeado en Cataluña desde que los desencuentros de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, los socios de Govern, llevaran a que se perdiera la mayoría independentista en el Parlament. Ambas formaciones hicieron un pacto para seguir juntos al menos hasta que se conociera la sentencia del juicio a los líderes independentistas. Torra, que comenzará este martes una ronda de contactos con las entidades soberanistas para pactar una respuesta conjunta a esa sentencia, ha considerado que las buenas cifras económicas y los resultados de ambos partidos en las últimas elecciones avalan al Govern y sus políticas. "No me he sentido nunca un presidente provisional ni me siento ahora así. Soy el 131º presidente de la Generalitat con todas las consecuencias", ha dicho. Una posición muy diferente de la que defendió cuando tomó posesión y se autodefinió como un "presidente vicario".

Torra también ha asegurado que espera que de una vez se cierren las negociaciones sobre los Ayuntamientos para que se puedan aprobar unos Presupuestos en Cataluña. La Generalitat funciona con la prórroga de los de 2017 y su plan de contingencia para hacer frente a los gastos fue diseñado para poco tiempo, lo que podría poner en aprietos al Govern y, por ejemplo, volver a incurrir en déficit. "Espero que todos seamos capaces de darnos cuenta de la importancia de aprobar estos Presupuestos", ha dicho Torra en un guiño a los Catalunya en comú, la formación que finalmente no apoyó las cuentas en el invierno pasado porque consideraba que no subía la presión fiscal a los más ricos.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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