El Govern retomará la negociación de las cuentas tras los pactos del 26-M
Los comunes esperan una propuesta distinta a la que decayó el pasado febrero
El Govern había asumido tras el fracaso de la aprobación de sus Presupuestos, el pasado febrero, que no podría retomar ninguna negociación hasta que se despejara el panorama electoral. El president de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresident, Pere Aragonès, enviaron ayer sendos mensajes para reactivar los acercamientos una vez completados los pactos locales. Los comunes aseguran que solo dialogarán si hay una propuesta distinta a la que ya estaba sobre la mesa. Forzado por la prórroga presupuestaria a la que está sometido, el Ejecutivo catalán ha aplicado un plan de contingencia, pero limitado a solo unos meses.
“La prórroga presupuestaria no nos permite asumir ahora el coste adicional de los nuevos salarios mínimos para los investigadores. Y por eso le pido a todos los grupos que ya que ha terminado el período electoral volvamos a sentarnos a volver a negociar los Presupuestos”, respondió ayer Torra a una pregunta de la CUP en la sesión de control en el Parlament. El diputado anticapitalista Vidal Aragonès había pedido al president que cumpliera con la ley con los profesores asociados pero terminó, sin saberlo, poniendo un ejemplo de las urgencias del Govern para tener unas cuentas.
Votos para Carme Forcadell en un nombramiento de la Mesa
Los diputados de Junts per Catalunya, Esquerra y la CUP han votado en bloque esta mañana a la expresidenta Carme Forcadell durante la votación en urna para nombrar al primer vicepresidente de la Mesa de la Cámara, que quedó vacante tras la marcha de José María Espejo-Saavedra, de Ciudadanos, al Congreso. Durante el recuento, una diputada ha procedido a leer las papeletas y el nombre de Forcadell hasta que al final directamente los ha dado por nulos. Joan Garcia, que hasta ahora ocupaba una de las secretarías, ha sido nombrado vicepresidente por 56 votos a favor y 61 nulos. Una situación parecida se ha sucedido con la designación de su sustituta. La diputada Laura Vilchez ha recibido 56 votos a favor y 16 en blanco. 50 han sido declarados nulos. Cuatro diputados han escrito el nombre de Carles Puigdemont, dos a Toni Comín, uno a Raül Romeva y otro a Marta Madrenas, alcaldesa de Girona.
En una entrevista en TV3, el vicepresident también apuntó que, una vez aclarados los pactos municipales derivados de las elecciones del pasado domingo, verán cómo se sitúan las fuerzas políticas y estudiarán otra vez las posibilidades de elevar la propuesta de Presupuestos de nuevo al hemiciclo. Pero no solo abordará los de 2019. Pere Aragonès apuntó que también empezará a elaborar ya este mismo mes los de 2020.
El Ejecutivo catalán había comenzado a principios de año una negociación con Catalunya en Comú Podem para cerrar los Presupuestos de 2019. Esa formación finalmente no votó esas cuentas, no solo porque Junts per Catalunya y Esquerra no apoyaron las que habían promovido en el Congreso Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, sino porque consideraban que había más espacio para subir la fiscalidad a las rentas altas. El Govern propuso un endurecimiento fiscal dirigido a las clases más altas y a la banca a través de modificaciones en los impuestos de Sucesiones, de actos jurídicos documentales y en el tramo autonómico del IRPF. Esas modificaciones preveían ingresar este año unos 59 millones de euros.
Desde la fila de los comunes, la diputada Marta Ribas aseguró ayer que no ha habido ningún acercamiento por parte del Govern y que sólo se sentarán a la mesa de negociación si hay un proyecto distinto al que ya rechazaron en febrero. Desde esa formación dudan que a estas alturas del año sea posible mover toda la maquinaria de la Generalitat para tener dos proyectos distintos, empezando porque ya se tienen que preparar los de 2020.
El líder de los socialistas también aprovechó su turno en la sesión de control para criticar “la incapacidad” para aprobar unos Presupuestos. “¿Tendremos Presupuesto en 2019? ¿En 2020? Estamos delante de un mal Gobierno”, criticó Miquel Iceta. El Govern no tiene claro un socio que apoye las cuentas. El independentismo ya recuperó su mayoría en la Cámara catalana, lo cual abre la puerta a poder sumar con la CUP, pero ese apoyo no se puede dar por descontado.
La Generalitat depende prácticamente de los interventores si quiere hacer modificaciones de partidas para poder mejorar la dotación de algunos programas. Eso sí, siempre que ello no implique una subida global en el gasto. La vicepresidencia económica que lidera Aragonès se ve en la tesitura de tener que conseguir más dinero para algunos programas y cumplir al mismo tiempo con el objetivo de déficit.
El vicepresident aprovechó ayer para exigir de nuevo al Gobierno central que pague los 1.400 millones de la liquidación presupuestaria aún pendientes. “Es una cuestión que afecta a todas las comunidades autónomas” afirmó Aragonès, instando al Ministerio de Hacienda a retirar el control de las cuentas de la Generalitat. “Hemos cumplido el límite de déficit, el nivel de deuda y el porcentaje de gasto. Hemos cumplido los objetivos y ellos, con los suyos, no. Tenemos autoridad política para pedirlo. No queremos ser ni más ni menos que nadie”, dijo.
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