Los partidos compiten por la Barcelona que envejece

La población de Barcelona está envejeciendo y los políticos han encontrado en esa realidad demográfica un filón de electores a los que convencer. El 21% de la ciudad tiene más de 65 años y las previsiones apuntan a que, en 2030, un tercio de los barceloneses superarán los 60 años. Los partidos han puesto el foco en este colectivo y, con la soledad de los ancianos y la falta de recursos para atenderlos en el objetivo, los candidatos municipales han anunciado ambiciosas propuestas si llegan al gobernar. Por ejemplo, más residencias o una concejalía contra la soledad.

La esperanza de vida de la ciudad (83 años) se mantiene al alza y apuntala una pirámide poblacional madura, donde las generaciones en plena edad laboral (entre 30 y 55 años) son las más numerosas de la ciudad. Los mayores de 65 años son 348.990, según las estadísticas municipales de 2018. Esta realidad demográfica ha agitado la pugna de los partidos para captar el favor de los más mayores y todos han lanzado propuestas para mejorar la calidad de vida de este colectivo o se han dejado ver en actos con ancianos.

El diagnóstico de la situación en la que viven los barceloneses más mayores es de sobra conocido, anunciado y alertado por las entidades sociales y los actores que trabajan con este colectivo. "En los núcleos urbanos de más de 100.000 habitantes es más difícil hacer vínculos. Cada vez hay más personas que viven en soledad", explica Albert Quiles, director de Amics de la Gent Gran, una fundación que hace acompañamiento a un millar de ancianos en la ciudad. El 30% de las personas mayores de 75 años viven solas y la mayoría son mujeres.

Según Quiles, el aislamiento físico a causa de las barreras arquitectónicas y las dificultades de movilidad es, junto al sentimiento de inseguridad en su barrio, los puntales que alientan la soledad en la gente mayor. "Hay que proteger a los ancianos en cuanto a su seguridad, potenciar iniciativas comunitarias para acompañar a estas personas, mejorar las condiciones de movilidad urbana y reforzar servicios como la atención domiciliaria", sostiene el experto. Según el Consistorio, unas 13 personas se incorporan cada día al servicio de teleasistencia y otras seis, al de ayuda a domicilio.

En la línea de reforzar los servicios se posiciona también Marcel·la Güell, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). "La gente de las residencias no existen, dejan de tener derechos. Ni siquiera van a votar y no importan", apunta. Güell reclama más residencias para los ancianos que lo necesiten, que las que hay vuelvan a ser de gestión municipal. Según el Govern, 3.164 ancianos dependientes esperan una plaza de residencia pública en la ciudad.

Concejalía contra la soledad

Las propuestas de los partidos giran en torno a estas demandas. Así, Barcelona en Comú, partido de Ada Colau, apuesta por desplegar un plan de choque de 50 millones de euros para construir 550 viviendas para ancianos e impulsar 60 superilles sociales para acercar la atención domiciliaria. También para combatir la soledad, el candidato del PSC, Jaume Collboni, ha anunciado una concejalía contra la soledad y 1.000 viviendas compartidas entre ancianos y jóvenes.

Las propuestas de vivienda también aparecen en los programas de ERC y de la CUP. Mientras los republicanos abogan por facilitar programas para que los ancianos que quieran compartan vivienda, los anticapitalistas apuestan por crear más residencias y coinciden con el PSC en impulsar viviendas mixtas de ancianos y jóvenes. ERC también quiere "dar respuesta a las necesidades específicas de los ancianos LGTBI" y reforzar los cursos y programas para que la gente mayor aprenda a usar las nuevas tecnologías.

Junts per Catalunya anunció en una chocolatada con gente mayor el Barcelona Súper70, un paquete de medidas para dar atención personalizada, con un plan del viandante (mejorar la seguridad y el confort del peatón y hacer más amable el entorno urbano para que los ancianos salgan a la calle) y el refuerzo de dispositivos asistenciales como las Comidas en Compañía.

El PP aboga por concertar más plazas residenciales y de centro de día y construir un casal de gente mayor en cada uno de los barrios de la ciudad. También han propuesto la creación de un "plataforma de servicios" para dar una atención integral en espacios polivalentes (centro de día, fisioterapia, comedor, etc.) a la tercera edad.

Donde sí coinciden los partidos es en mantener y reforzar algunos de los programas que ya funcionan actualmente, como la atención domiciliaria o Radars (un plan comunitario para monitorizar a los ancianos solos).