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Las personas sin hogar exigen el compromiso de los candidatos a la alcaldía de Barcelona

La fundación Arrels reclama abrir espacios para el millar de personas que duermen cada día en la calle en la capital catalana

Alfonso L. Congostrina
Uno de los pisos de la fundación Arrels para personas sin hogar.
Uno de los pisos de la fundación Arrels para personas sin hogar.Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

Carlos Guibouich es un barcelonés de origen peruano de 61 años que, durante cuatro, ha malvivido durmiendo en la calle. Hace unos meses, la suerte le sonrió y hoy es uno de los redactores de la guía que la Fundación Arrels ha editado para entregar a las más de 1.000 personas que diariamente duermen al raso en Barcelona.

El director de Arrels, Ferran Busquets, ha presentado este martes el documento, que contiene información útil para las personas sin hogar: información sobre dónde comer, dormir, ducharse… cómo encontrar trabajo o como desplazarse por la ciudad.

Además de presentar la guía, Busquets ha lanzado cinco propuestas políticas a los grupos municipales que se enfrentan en las próximas elecciones. Entre estas iniciativas que sugieren, reclaman “menos albergues" y más pisos con menos exigencias. Arrels ha asegurado que los albergues se encuentran a una hora a pie del centro de la ciudad y que a la administración o las instituciones les cuesta entre 60 y 70 euros la plaza por noche. Busquets ha comentado que pisos abiertos en cada barrio, en los que los sin techo puedan dormir con sus pertenencias y animales de compañía, son “más económicos y menos masificados”. El precio rondaría unos 20 euros.

El director de la fundación ha exigido a los candidatos que dejen de mirar el “termómetro” para activar planes cuando bajan las temperaturas ya que “entre el 75 y el 80% de los días del año en Barcelona hay lluvia o temperaturas de menos de 15 grados o más de 30”. También ha pedido un debate sobre la “ordenanza de convivencia en Barcelona”, ya que a su juicio criminaliza a las personas sin hogar que, “por ejemplo, no tienen un lugar donde hacer sus necesidades que no sea la calle”. La fundación pide menos intervención policial contra los indigentes y más vivienda pública y ampliar los pisos para sacar a los sin hogar de las calles.

Arrels atendió a 1.360 personas en 2018 –entre cinco y seis por día- que buscaban duchas, alojamiento, consignas o no sabían como llegar a los recursos sociales.

Carlos Guibouich se vio hace cuatro años de la noche a la mañana en la calle. Al principio tenía empleo de comercial pero durmiendo en la calle acabó "perdiendo todo”. El ex sin techo ha diseñado una guía con la que encontrar los recursos que el tardó meses en conocer.

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