Los vecinos de Valencia se plantan con las terrazas y los pisos turísticos

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia se ha plantado ante el escaso efecto de las medidas planteadas hasta ahora para reducir las terrazas y controlar la proliferación de los apartamentos turísticos y ha solicitado al Gobierno local la creación de una Agencia del Ocio y el Turismo para mejorar la convivencia de los residentes con ambas actividades económicas. 

"Queremos dejar claro que no estamos en contra de la hostelería, ni mucho menos del turismo, pues somos conscientes de la riqueza y los puestos de trabajo que genera. Solo pretendemos consensuar unas reglas de juego que eviten abusos", advierte la organización.

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La moción, que los vecinos han presentado a la alcaldía y a los grupos municipales, surge por el escaso efecto de las medidas planteadas hasta ahora  para reducir la superficie de las terrazas en los puntos de la capital donde se da una ocupación excesiva, o se organizan botellones, o se alquilan apartamentos turísticos. 

Los problemas, según la Federación vecinal, no se dan solo en las zonas de ocio de la capital, como son El Carme, Russafa, Xúquer, Woody, Juan Llorens, Benimaclet, o la plaza del Cedro. En otros barrios han comenzado también los problemas: por ejemplo, Natzaret pide medidas para frenar los gases contaminantes de los cruceros y evitar la saturación de autobuses de la EMT cada vez que los barcos atracan en la capital.

"Estamos en serio riesgo de degradar nuestro entorno y corremos el peligro de instalarnos en un crónico conflicto de intereses entre empresarios que aspiran legítimamente a desarrollar su actividad, y los vecinos que quieren unas condiciones dignas de convivencia", reclama la federación.

La Federación, junto a las asociaciones de barrios declarados Zona Acústicamente Saturada (ZAS), se reunió en diciembre de 2016 con el alcalde de València, Joan Ribó, y varios de sus ediles, para trasladarle los problemas mencionados y proponerle varias medidas, entre ellas, la creación del observatorio.

Tras aquella reunión, se creó una mesa de terrazas con el concejal de Espacio Público, Carlos Galiana, representantes de la Policía Local y hosteleros, que tras un año de trabajo no logró el objetivo deseado de aplicar una reducción efectiva en zonas saturadas como el centro histórico, Russafa, Xúquer o Benimaclet.

Incluso a las últimas reuniones dejaron de asistir los representantes policiales, lo que generó una total inoperatividad de la mesa, hasta el punto que el propio concejal Carlos Galiana propuso una nueva reunión con el alcalde.

Sin embargo, tras desestimarla el propio Ribó recientemente, la Federación ha considerado oportuno que se debata en el pleno la creación de este Observatorio, que incluiría a todos los agentes implicados y serviría para analizar periódicamente la situación de los barrios y los resultados de las medidas que se acuerden.