La Navideña se consolida como la feria de Navidad más internacional
En su cuarta edición, congregó a 71 embajadas e instituciones internacionales y 21 asociaciones y colectivos de Madrid
La Feria Internacional de las Culturas, organizada por el consistorio madrileño, cierra su cuarta edición con un aumento en la participación. Más de 13.000 personas pasaron diariamente por Matadero Madrid, sede de la feria, durante los diez días de actividad. El juego fue el protagonista de las 130 actividades programadas en las que se garantizó la participación a personas con diversidad funcional y sensorial.
La Navideña se despide hasta el año que viene y lo hace con “un buen sabor de boca”, según su directora María Palacios, “gracias a las más de 130.000 personas que se han acercado para conocer un poco más sobre cómo se celebran estas fechas en otros países”.
En su cuarta edición, La Navideña congregó a 71 embajadas e instituciones internacionales y 21 asociaciones y colectivos de Madrid. “Una feria así te permite recorrer el mundo en una tarde”, dice Palacios. “Hemos conseguido crear un espacio de encuentro con puestos donde adquirir y conocer productos de otras regiones del mundo, y de aprendizaje con talleres y actividades”, añade. Cada expositor internacional ha destinado un porcentaje de sus beneficios a la ONG Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y a sus programas de apoyo y atención a refugiados dentro y fuera de España.
La directora de la feria destaca la heterogeneidad del público que ha pasado por Matadero Madrid, sede de este evento. “Este año se han programado muchas actividades culturales en sintonía con lo que hace habitualmente Matadero y eso ha atraído a un público muy diverso”.
Una de estas actividades fue un ciclo del cine, en el que se proyectaron 10 películas de autores como Man Ray, Marcel Duchamp, Norman McLaren, Fernando León de Aranoa, Roberto Benigni o Jean Renoir, entre otros, con un denominador común. “El juego en el arte, en la sociedad, en lo perceptivo, los juegos de cartas o la vida como un juego, ha sido la temática de este ciclo y de esta edición de la feria”, explica Palacios.
El resto de actividades también han tenido lo lúdico como eje central. “Desde el Ecuavoley de Ecuador o el Morabaraba sudafricano, hasta el Tejo (una rayuela chilena) o el Cricket de la India. La idea era dar a conocer juegos tradicionales de otros países”, dice la directora de La Navideña.
Otra de las apuestas de esta edición ha sido la inclusión. “El objetivo era garantizar el acceso y la participación de personas con diversidad funcional y sensorial”, apunta Palacios. Para ello, se incorporaron sistemas de interpretación en lengua de signos, de amplificación de sonidos, bucle magnético para personas con audífono, audio descripción para sordo ciegos, visita táctil y mochilas vibratorias, una tecnología pionera en España. Con ellas, personas como Miguel Ángel Sampedro, poeta visual con sordera congénita, pudieron sentir la música a través de vibraciones. “Nunca había probado algo así, mi única experiencia con la música había sido ponerme cerca de un altavoz en una discoteca”, contaba durante uno de los conciertos.
Esta tecnología estuvo disponible para todas las edades en el taller Danzas Mínimas, dedicado a niños de entre 18 y 36 meses, y el concierto infantil Todo nos vibra, todo nos suena del dúo Vibra-Tó.
La gastronomía también fue protagonista de esta Feria Internacional de las Culturas con La Cocina La Navideña, un espacio dedicado a catas, showcookings y degustaciones de cocina internacional.
Y en el plano musical, destacaron los espectáculos de danzas y ritmos tradicionales de Indonesia, Filipinas, Vietnam, Ucrania, el homenaje al compositor argentino Astor Piazzola; y las actuaciones de Soledad Vélez, Furies y Hyperpotamus.
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