De Miguel cierra once meses del juicio por corrupción apelando a su inocencia
El proceso, en el que están acusados varios exdirigentes del PNV, queda visto para sentencia
El exdiputado foral Alfredo de Miguel, principal acusado por la presunta trama de corrupción urdida en torno a varios exdirigentes del PNV de Alava, ha mostrado su arrepentimiento por los cosas que haya podido hacer "mal" durante su trayectoria profesional y política, pero ha rechazado haber cometido delito alguno o haber obtenido un enriquecimiento "ilícito" por sus actividades. De Miguel ha realizado este alegato en la última jornada del juicio que celebra la Audiencia Provincial de Alava en torno a esta presunta red de cobro de comisiones ilegales y adjudicaciones irregulares de contratos públicos, por la que están acusadas 26 personas, entre las que se encuentran varios antiguos dirigentes del PNV.
El exdiputado foral alavés, al que la Fiscalía considera el líder de la red, se ha acogido a su derecho a la última palabra antes de que el tribunal dejara el caso visto para sentencia, después de casi once meses de juicio. De Miguel, que se enfrenta a una condena de 29 años y nueve meses de prisión por una veintena de delitos, ha afirmado que el de hoy no ha de ser un día de "reproches", sino de "confianza y esperanza". "Sin duda, ha habido cosas que he hecho mal, me arrepiento sinceramente, y si pudiera volver atrás no las haría; pero pienso que jamás he cometido algún delito; y menos, de los que se me acusa", ha manifestado el presunto cabecilla de esta red de corrupción, que habría operado entre 2005 y 2009, hasta que una empresaria supuestamente extorsionada denunció el entramado ante la Ertzaintza.
El exdiputado alavés de Administración Local y antiguo 'número dos' del PNV de Alava ha asegurado que todos los servicios prestados por Kataia, la empresa que centralizaba las supuestas actividades ilegales de la red, están "acreditados" y que los ingresos de esta sociedad fueron "declarados" ante Hacienda. Además, ha subrayado que tras sido investigado "de arriba abajo", ha quedado constancia de que no ha obtenido "enriquecimiento lícito" alguno. De Miguel ha concluido su alegato con un mensaje de agradecimiento al apoyo que le han prestado familiares y amigos, a los que ha pedido "perdón" por el "daño y tristeza" que les haya podido generar.
Al igual que De Miguel, el resto de los principales acusados han aprovechado su última intervención para defender su inocencia ante el tribunal, así como para disculparse por el daño que hayan podido causar a sus allegados. El exdirigente del PNV Aitor Telleria, para el que la Fiscalía solicita 13 años y siete meses de prisión por nueve delitos, también ha reconocido haber cometido "errores", y ha asegurado que el más importante fue "el que me ha traído hasta aquí". No obstante, ha asegurado que nunca hizo nada "con intención de hacer daño a alguien", ni efectuó actividad "ilícita" alguna, ni trató de "vulnerar la legalidad" de forma "voluntaria o consciente".
Por ese motivo, ha proclamado su inocencia "con total rotundidad", y ha lamentado la "pesadilla" en la que tanto él como su familia llevan inmersos "desde hace casi nueves años". Telleria ha lamentado el "daño" que haya podido causar a sus familiares y se ha reafirmado en su convicción de que no hizo nada "que pueda ser penado". Koldo Ochandiano, también antiguo dirigente del PNV de Alava, se enfrenta, al igual que Telleria, a 13 años y siete meses de prisión. Frente a la calificación que realiza la Fiscalía, se ha mostrado "convencido" de su inocencia, y ha asegurado que todas sus actuaciones han estado "ajustadas a derecho".
No obstante, ha expresado sus disculpas ante la posibilidad de que haya quien se haya "visto o sentido perjudicado" por su comportamiento. Ochandiano también ha agradecido el apoyo que le han brindado sus allegados "en esta dura travesía". También ha tomado la palabra el exviceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco Gurutz Larrañaga, la persona de más alto rango institucional procesada en esta causa, y para el que el Ministerio Público reclama una inhabilitación especial para empleo o cargo público por un periodo de diez años, al imputarle un delito de prevaricación continuada.
Larrañaga ha querido responder a los "impresentables" comentarios que el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Alava, Josu Izaguirre, realizó sobre su persona en alguna de las sesiones del juicio. El exviceconsejero ha censurado las palabras de "mofa y menosprecio" que, según ha dicho, le ha dedicado Izaguirre durante el procedimiento. Una vez que todos los acusados que así lo han deseado han ejercido su derecho a la última palabra, el presidente del tribunal, Jaime Tapia, ha explicado a la sala que desconoce cuándo podrá estar lista la sentencia, dado que éste es un caso "muy complejo".
Tapia ha señalado que la tarea a la que se enfrenta el tribunal a partir de ahora es "la más ardua", puesto que hay que llevar a cabo un complicado "proceso deliberativo". "Ustedes siguen siendo inocentes. Nosotros debemos decidir si, efectivamente, han cometido los hechos", ha explicado. De esa forma, ha recordado que son los miembros del tribunal quienes, según ha afirmado de forma literal, "tienen la llave de la cárcel". Tapia, en referencia a la repercusión mediática del proceso, ha reconocido el daño que puede causar la "pena de banquillo" a los acusados, por lo que ha asegurado que el tribunal tratará de dictar sentencia "lo antes posible". El tribunal presidido por Tapia deberá determinar si, tal y como defiende la Fiscalía, esta presunta trama actuaba como una "mafia" y recurría a "coacciones" para obtener comisiones ilegales a cambio de la adjudicación de contratos públicos.
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