Siete detenidos en una operación contra una trama de reventa de entradas del Barcelona - Real Madrid
El entramado falsificaba entradas del club utilizando los códigos QR de abonos de decenas de socios, que los cedieron a cambio de dinero
La Guardia Civil ha lanzado este viernes por la mañana una operación contra una presunta trama organizada de falsificación y reventa de entradas del Barça, según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la investigación. Los agentes han detenido a 7 personas, han investigado a otra y han practicado 12 registros en empresas de Barcelona dedicadas a comercializar, de manera fraudulenta, tickets para grandes espectáculos deportivos, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado. Estas compañías están involucradas, supuestamente, en la masiva reventa de entradas del último partido disputado en el Camp Nou entre el FC Barcelona y el Real Madrid el pasado 6 de mayo.
El operativo se produce cuando faltan apenas dos días para un nuevo clásico Barcelona-Real Madrid —se juega el domingo por la tarde— por orden del titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre. La causa permanece abierta por los delitos de falsificación de documento mercantil y pertenencia a organización criminal. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el entramado falsificaba entradas del FC Barcelona "utilizando los códigos QR de abonos de socios, que los habrían cedido a cambio de dinero".
En el último partido disputado entre ambos clubes en el Camp Nou, en mayo, el club azulgrana organizó un dispositivo en los accesos que permitió detectar la utilización de 2.823 entradas por parte de personas que ni eran socias del club ni habían obtenido los tickets a través de los cauces establecidos, como el Seient Lliure.
El Barcelona inició entonces un expediente contra los socios que habían cedido sus abonos. En julio, el portavoz, Josep Vives, detalló la decisión del club de expulsar a 33 socios —por reincidentes— y sancionar a otros 2.789 por haber puesto, a disposición de terceros, sus abonos de temporada a cambio de dinero. Unos ingresos que deja de percibir el club y que, supuestamente, fueron a parar a los intermediarios. Solo en el último Barça-Madrid, el coste del supuesto fraude ascendió a 1,5 millones de euros.
En una nota, la Guardia Civil ha detallado que, en su investigación sobre esos hechos, comprobó que "al menos ocho empresas vendieron entradas falsificadas" para ese partido, lo que les permitió obtener "elevados beneficios". La nota añade que esas empresas "captaban" a los socios para confeccionar una entrada.
El socio, testigo clave
En paralelo a las actuaciones disciplinarias del Barcelona —que también anunció una querella contra las empresas de reventa—, la Fiscalía Anticorrupción abrió unas diligencias de investigación que han desembocado en los registros de este viernes. Desde entonces, la Guardia Civil ha recabado cuantiosa información del club azulgrana y ha tomado declaración, como testigos, a decenas de socios que cedieron su abono. La información que han proporcionado algunos de ellos, que han colaborado con la justicia, ha sido clave para detectar a los responsables de la reventa y para describir la supuesta mecánica delictiva.
Fuentes de la investigación detallan que los socios del Barça cedieron sus abonos a intermediarios a cambio de una importante suma. Esos abonos incluyen un código QR, que debe pasarse por un lector electrónico —como ocurre en los aeropuertos para las tarjetas de embarque— para acceder al estadio. A través de sus empresas, los intermediarios remitían ese código QR a un tercero (el comprador), bien en papel bien en soporte electrónico.
Ante las sospechas de fraude, el Barcelona organizó un dispositivo el 6 de mayo y programó los lectores electrónicos de forma que pudieran detectar si el tamaño del documento que se pasaba por el control era el de un abono o el de un folio. En los casos en los que saltaba la alarma, identificaban al aficionado; así lograron, después, cotejar y dar con los socios que habían vendido el abono. La entidad denuncia que una trama de esas características permite la "manipulación y falsificación de un documento oficial del club".
Pese a que se ha sofisticado con el tiempo, la reventa de entradas ha existido siempre. No es la primera vez, además, que la policía interviene para ponerle coto. En 2015, por ejemplo, los Mossos d’Esquadra desplegaron un operativo que también coincidió con dos partidos de gran relevancia en el Camp Nou: uno contra el Real Madrid, y el otro contra el Manchester City. Días más tarde, los agentes detuvieron a tres personas dentro de un coche. Los socios se concertaban con ellos en un hotel de Barcelona y, después del partido, pasaban a recoger su abono a cambio de considerables sumas de dinero.
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