La Comunidad promete comprar 60 trenes de metro pero no dice cómo los contratará ni cuándo estarán listos
El Gobierno regional lleva una década reduciendo la flota y el número de maquinistas
Metro de Madrid, vuela. Los usuarios del suburbano regional llevan meses quejándose de que el eslogan más famoso de la empresa de transportes palidece frente a la realidad. Denuncian esperas interminables. Trenes sin climatización. Y aglomeraciones en los andenes por la frecuencia de paso de los convoyes. Para intentar frenar la crisis desatada por las imágenes de estaciones desbordadas en hora punta, el Gobierno ha anunciando este jueves que invertirá 700 millones de euros en comprar 60 nuevos trenes (360 vagones), y que contratará más maquinistas. Sin embargo, no ha especificado cómo pagará los vagones (la empresa intentará financiarlo con el Banco Europeo de Inversiones o un banco normal); cómo los contratará (si serán en propiedad o en modalidad de leasing); ni cuándo estarán operativos (la espera fue de entre dos y tres años tras el último acuerdo de este tipo, firmado en 2008).
"Casi dos millones y medio de personas confían [diariamente] en el metro de Madrid. La demanda es creciente y lógicamente se producen incidencias puntuales. Trabajamos para resolverlos", ha resumido la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo. "¿Cuánto ha aumentado la demanda de viajeros? Un 12,8% con respecto a 2015 ¿Cuánto ha bajado el número de personas que van en EMT? Otro 11,6%", se ha preguntado, apuntando a la responsabilidad del Ayuntamiento de Madrid en las aglomeraciones del metro. "[Los ciudadanos] No quieren coger el autobús porque Madrid está absolutamente colapsado, entre otras razones porque ustedes no saben gestionar", ha seguido en referencia a la oposición. Y ha rematado: "Vamos a contratar conductores y vamos a comprar trenes".
El anuncio señala al origen del problema: desde hace un decenio, el Metro de Madrid no ha adquirido nuevos vagones, ha ido reduciendo su parque móvil y ha recortado el número de conductores. En paralelo, se ha disparado la antigüedad de los trenes mientras se alcanzaba la cifra récord de viajeros (687 millones en 2018). En consecuencia, las costuras descosidas del sistema han amenazado con reventar cuando el número de usuarios ha vuelto a los niveles previos a la crisis, y los ha superado hasta romper todos los registros.
Las cifras oficiales reflejan el deterioro de la red de metro. En 2010, 2.369 efectivos con 12 años de antigüedad daban servicio a 627 millones de viajeros. En 2018 hay 2.322 efectivos con 18 años de antigüedad para 687 millones de viajeros previstos. Las nuevas compras solo paliarán en parte esa reducción de efectivos (47 menos), ni su envejecimiento, porque no se añadirán al parque móvil existente: 32 unidades se destinarán a sustituir a las unidades más antiguas, y 28 a reforzar el servicio cuando sea necesario. Además, el próximo Gobierno se enfrentará a un grave problema de recursos: el 60% de los 2.322 vagones del metro están en la red de modalidad de leasing, y sus contratos empiezan a vencer en 2019, por lo que el Ejecutivo que nazca de las elecciones de mayo tendrá que decidir si afronta una inversión millonaria para renovar esos acuerdos o si reduce el número de trenes.
Fuentes ejecutivas de la empresa de Metro avanzan a EL PAÍS que la intención de la compañía es ejecutar todos esos contratos y quedarse en propiedad las unidades. Para ello, se destinarán entre 15 y 20 millones de euros en 2019. El grueso de la inversión será entre 2021 y 2023.
Más viajeros y menos trenes
"El parque móvil se ha reducido sensiblemente", ha denunciado en el pleno de la Asamblea Daniel Viondi, diputado del PSOE. "Desde hace casi 10 años no han comprado ninguno, y en ese tiempo han vendido más de 100 a Argentina, la mayoría con amianto", ha recordado. "Durante este tiempo ha habido un deterioro por la antigüedad", ha argumentado. Y ha subrayado: "No pueden garantizar que cumplan con su tabla de trenes. Hay menos trenes para dar servicio. Son más antiguos que en 2010. Y no pueden aplicar las mismas frecuencias que entonces con más viajeros, menos trenes y menos maquinistas. En estos años solo han aumentado dos cosas en metro: la deuda y los directivos".
"Faltan trenes, faltan maquinistas y en el 1, 2 y 3 de septiembre dejaron de circular por falta de personal 123 trenes, 186 y 216", le ha continuado Clara Serra, de Podemos.
"No hay trenes, y por eso van abarrotados. No hay personal. Y tenemos la mayor sauna del mundo", ha espetado Juan Rubio, de Ciudadanos. "Todavía no hemos llegado a la demanda máxima, y a pesar de todo tenemos trenes y andenes atestados".
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