Condenada a cinco años de cárcel La Modelo, la emperatriz de la cocaína en Marbella

Vivía en una lujosa casa de Marbella. Tenía un alto tren de vida y siempre mantenía numerosas medidas de seguridad, hasta que en septiembre fue detenida por la Policía Nacional como mediadora entre distintas bandas de narcotraficantes dedicadas a introducir y distribuir cocaína en Europa. Ahora la Audiencia Provincial de Málaga ha sentenciado a la colombiana María Teresa J. C. a cinco años de cárcel por un delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal. Conocida también como La Modelo, se enfrentaba a diez años entre rejas, pero durante el juicio reconoció sus delitos y llegó a un acuerdo de conformidad con la fiscalía antidroga de Marbella. Tras acumular cerca de dos años y medio de prisión provisional —la mitad de la condena— podrá salir en libertad condicional a corto plazo, según confirma su abogado, Manuel Montaño. El resto de acusados, que también llegaron a un pacto con el Ministerio Fiscal, han recibido penas de entre tres y doce años de cárcel.

La investigación arrancó en el año 2020 cuando la oficina antiestupefacientes francesa informó a las autoridades españolas de la existencia de grupo de personas de España y Colombia relacionados con el tráfico de drogas. Tenían contactos con un grupo de Polonia asentado en Marbella, otro de Dinamarca con sede en Barcelona y uno más de españoles distribuido por la zona de Levante. En todos los casos, todo apuntaba su plan era introducir droga en Europa. Los policías del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) se centraron en la figura de María Teresa, a la que conocían desde hacía años porque su entorno siempre había estado ligado al narcotráfico.

Su exmarido, Michel Curtet, cayó en Portugal con seis toneladas de cocaína y otra pareja reciente —en paradero desconocido— fue condenado en 2014 a diez años de prisión en Dinamarca por tráfico de drogas. “Hay pocas mujeres con tanto poder”, explicaron los agentes que siguieron sus pasos durante años. No tenía actividad laboral acreditada y, sin embargo, residía en Villa Elaumar, propiedad registrada a nombre de una sociedad panameña que tiene dos piscinas, 3.000 metros de jardines y hasta una habitación del pánico. También se movía a otras ciudades con frecuencia, alojándose en hoteles de lujo y reuniéndose en los mejores restaurantes.

La sentencia considera probado que contactó con distintas personas, entre ellas un grupo de hombres de nacionalidad polaca con los que se citó para organizar la “distribución de sustancia estupefaciente de diversos tipos” y establecer “un reparto de la logística y transporte”. Reuniones que también mantuvo con un grupo de ciudadanos daneses y otros españoles, siempre con el mismo fin, “formando, por lo tanto, todos ellos un grupo con el mismo objetivo pero con la distribución de la sustancia estupefaciente pactada en diversos lugares de España, y en los países del norte de Europa”, según el documento.

Durante la operación policial hubo una docena de personas detenidas y se intervinieron varios cargamentos de marihuana. En la residencia de María Teresa se halló también un kilo de cocaína con el anagrama de la marca Rolls Royce, una pureza del 80% y un valor de algo más de 100.000 euros. “Se cree que era la que daba a probar a sus clientes antes de formalizar las operaciones”, explican fuentes de la investigación.

La Fiscalía solicitaba inicialmente diez años de prisión para la modelo por dos delitos: ocho años por tráfico de drogas y dos más por pertenencia a grupo criminal. El juicio estaba previsto para el mes de junio pasado porque uno de los acusados sufrió un accidente, pero se celebró a principios de otoño. Entonces el Ministerio Fiscal ofreció un acuerdo: si ella reconocía los hechos su pena bajaría a cinco años y medio de prisión. Ella se negó y finalmente se rebajó la condena a cinco años. Según recuerda su letrado, Manuel Montaño, como está en prisión desde su detención en septiembre de 2022 —primero en Alhaurín de la Torre (Málaga) y desde hace poco en Albolote (Granada)— está a punto de cumplir la mitad de ese tiempo, así que está en disposición de salir en libertad provisional a corto plazo, como recoge el Código Penal. Para los demás acusados, la mayoría de penas rondan los tres años, salvo para dos de ellos que han sido condenados a 12 años y 3 meses de cárcel.