El juez avanza para procesar al presidente del Parlamento balear: “El ataque revela un odio evidente a las víctimas”

El titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Palma, Juan Manuel Sobrino, ha iniciado los trámites para que el presidente del Parlamento de Baleares, el diputado de Vox Gabriel Le Senne, se siente en el banquillo de los acusados como autor de un presunto delito de odio. El magistrado considera que hay indicios suficientes para entender que Le Senne tenía la intención de “menospreciar, faltar al respeto y vejar” a las mujeres republicanas asesinadas por el franquismo, las llamadas Rojas del Molinar, que aparecían en una fotografía que terminó arrancando, partiendo en trozos y tirando al suelo durante el debate de la propuesta de derogación de la ley autonómica de Memoria Democrática el pasado mes de junio.

En un auto dictado este lunes, el magistrado rechaza la petición de sobreseimiento provisional que formuló la fiscalía la semana pasada, argumentando que el comportamiento de Le Senne había sido un “acto colérico”. El fiscal José Díaz Cappa defendió que a lo largo de la instrucción no había quedado acreditado que los hechos constituyan un delito de odio y que la rotura de la fotografía obedeciera a una intención de lesionar la dignidad y la memoria de las personas representadas en la fotografía o de sus familias. El juez, sin embargo, opina lo contrario: “El ataque llevado a cabo por el investigado con sus actos revela un odio evidente hacia la ideología de las personas que estaban representadas en esas imágenes, causando un evidente daño moral a la memoria de las Rojas del Molinar”.

El juez sostiene que ha quedado suficientemente acreditado, mediante imágenes y testimonios de personas que estaban ese día en la cámara, que Le Senne rompió parte del folio que contenía las imágenes y fragmentó en varios pedazos y tiró al suelo el trozo que se le había quedado en la mano. La fotografía estaba pegada en la tapa del ordenador portátil de la vicepresidenta de la cámara, la diputada socialista Mercedes Garrido, que se había negado a quitarla a requerimiento de Le Senne. Tanto Garrido como su compañera, la parlamentaria socialista Pilar Costa, fueron expulsadas del pleno. “Dichas acciones no solo menoscaban la memoria de dichas víctimas del franquismo, sino también de los familiares de las mismas” señala el magistrado, quien habla de una intención de “menospreciar los valores e ideales políticos” que estas mujeres representaban. Recuerda el juez que Le Senne es la segunda autoridad de las islas y que el letrado mayor del Parlamento, que declaró como testigo en la causa, aseguró que en otras ocasiones se habían exhibido fotografías en la cámara balear y el presidente no ordenó su retirada.

Para el magistrado, lo ocurrido no puede descontextualizarse del signo político del partido al que pertenece Le Senne, que según se ha acreditado en las pruebas documentales aportadas en las querellas contra él, nunca condenó el régimen franquista. “Frente a lo expresado por el ministerio fiscal sí existen indicios suficientes para entender que el investigado tenía la intención de menospreciar, faltar al respeto y vejar las figuras de las Rojas del Molinar con sus actos” incide el juez, para quien el ataque llevado a cabo por Le Senne “revela un odio evidente” hacia la ideología de las mujeres que aparecían en la fotografía. El magistrado decreta la continuación de las diligencias previas y da un plazo de diez días a las partes para que formulen sus escritos, reclamando la apertura de juicio oral o pidiendo el sobreseimiento de las actuaciones. En la causa figuran como acusación particular las familias de las tres mujeres que aparecían en la fotografía, Aurora Picornell y las hermanas Antònia y Maria Pascual.