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El independentismo pone a la escuela en el centro de sus reivindicaciones

Las entidades convocan actos en las escuelas que sirvieron como centro de votación el 1-O

Jessica Mouzo
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la escuela Príncep d'Astúries de Barcelona en la víspera del primer aniversario del 1-O.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la escuela Príncep d'Astúries de Barcelona en la víspera del primer aniversario del 1-O.CARLES RIBAS

Las escuelas catalanas vuelven a estar en el foco de la reivindicación política. La comunidad educativa se había conjurado a principio de curso para exigir que no se utilizase la escuela como un arma pero, un año después de la consulta del 1 de octubre y las cargas policiales para evitarla, las entidades independentistas han vuelto a convocar actos y concentraciones en los colegios que sirvieron de puntos de votación. La actividad docente de hoy, en cambio, no se verá en principio afectada. El Departamento de Enseñanza considera el primer aniversario del 1-O un día lectivo normal.

La Plataforma 1-O, que aglutina a entidades como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), los Comités de Defensa de la República (CDR), Units x la República y Òmnium Cultural, entre otras, recoge en su web cientos de actos para conmemorar el aniversario del 1-O, muchos de ellos en centros educativos o sus alrededores.

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Enseñanza considera el día de hoy como una jornada lectiva normal. Ningún sindicato de trabajadores ha convocado huelga. “Es un día lectivo. Cada centro puede decidir cómo ajusta el horario dentro de su autonomía”, zanja un portavoz. Pero los actos en escuelas o sus alrededores se suceden desde el fin de semana y continuarán a lo largo del día de hoy. Los sindicatos estudiantiles —universitarios y secundaria— sí han convocado huelga.

Las entidades de la comunidad educativa mantienen su demanda de no utilizar la escuela como arma política, pero admiten que es “inevitable” que haya actos convocados por estudiantes u otras entidades. “Quienes los organizan son sindicatos de alumnos o quienes montaron el 1-O. Si no convoca la dirección del colegio, no es raro”, apunta Ismael Palacín, director de la Fundación Jaume Bofill.

El investigador insiste en que, en el aniversario de los hechos acaecidos el 1 de octubre, “es esperable y lógico que se recuerde”. “Hay un conflicto social y la escuela es un reflejo de ello. Lo que no tenemos que hacer es convertirlo en un ariete”, agrega.

Los sindicatos profesionales también defienden los actos en los centros. “Como sindicatos nadie ha convocado nada. Lo que haga cada trabajador nos parecerá perfecto”, apunta Carles Abelló, de CC OO. El sindicato USTEC, mayoritario en la escuela pública, ha convocado a los docentes a concentrarse en la puerta de los centros al terminar la jornada lectiva. “Los colegios tienen una particularidad especial por lo que pasó allí el 1 de octubre y lo que derivó de todo ello. El 1 de octubre es un día muy político en los centros, pero que también entra dentro de reivindicar los derechos humanos. Para nosotros no es partidista” defiende Ramon Font, de USTEC.

“Libertad de pensamiento”

La Federación de Asociaciones de Madres y Padres (Fapac) mantiene la misma línea: “Respetamos la libertad de pensamiento y de expresión de cada una de las familias de las escuelas públicas de participar o no en los actos o manifestaciones que puedan hacer las direcciones de los centros el próximo 1 de octubre”, apunta la federación en un comunicado.

Ante el riesgo de que se recrudezcan las acusaciones de adoctrinamiento e instrumentalización partidista de la escuela, las entidades remachan que las direcciones de los centros no han convocado actos específicos. “Queremos que la escuela esté al margen de todos los planteamientos, pero no al margen de lo que pasa. Lo que no queremos es que sea una herramienta que se pueda instrumentalizar, como pasó el año pasado”, apunta Maria Vinuesa, de la Asociación de profesores Rosa Sensat. La docente admite que la escuela vive una “situación difícil y compleja”, pero apela al buen hacer de las direcciones de los centros para que “con sentido común y herramientas pedagógicas lo trabajen de la mejor manera posible”. “Me consta que en los colegios se preserva al máximo este tipo de acciones. Una cosa es que se hable del tema y otra que las acciones sobrepasen lo que es habitual”, añade.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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