Cuando Tirso puso a la mujer en el centro de la escena
‘Don Gil de las calzas verdes’, una de las primeras obras con protagonistas femeninas, puede verse en el Teatro Corral Cervantes hasta el 25 de agosto
Doña Juana se traslada de Valladolid a Madrid disfrazada de hombre para buscar a Don Martín, su prometido. Este, a su vez, pretende casarse en la capital con doña Inés. Doña Juana adquiere dos identidades falsas, la de Don Gil, para enamorar a doña Inés y que esta se olvide de Don Martín, y la de doña Elvira, para poder acercarse a ella de mujer a mujer. Pero la protagonista no cuenta con la posibilidad de que la futura esposa de su prometido vaya realmente a enamorarse de ella. Así comienza Don Gil de las calzas verdes, la popular comedia escrita por Tirso de Molina en 1615 con tintes transformistas y protagonizada principalmente por mujeres. Más de cuatro siglos después, una versión actualizada de este enredo puede verse en el Teatro Corral Cervantes (Cuesta de Moyano) hasta el 25 de agosto (18.30 horas; entradas desde 10,50 euros).
Esta versión del clásico de Tirso de Molina, a cargo de la Compañía Ensamble Bufo, nació en 2014, dentro del programa Ensayando un Clásico, de la Fundación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. La temática de aquella primera edición fue La mujer en Tirso de Molina. El director de esta adaptación, Hugo Nieto, explica que el dramaturgo español fue uno de los primeros autores clásicos que comenzó a otorgar un gran protagonismo a la mujer en sus obras. “Es cierto que Lope de Vega escribió La dama boba dos años antes, en 1613, para contar historias femeninas, pero Tirso de Molina fue el escritor feminista de aquel momento, empeñado en crear personajes femeninos con una psicología diferente a la que el público de la época estaba acostumbrado”.
La adaptación se representó por primera vez en 2015, coincidiendo con el 400 aniversario del texto original y en el mismo lugar de su estreno, el Teatro Rojas de Toledo, llamado Mesón de la Fruta en el siglo XVII. En 2017, recorrió algunos de los festivales de teatro clásico más importantes como el de Almagro o Alcalá de Henares, lo que le valió su reciente nominación a los Premios Max 2018 como mejor espectáculo revelación.
“Tirso tiene otros textos muy potentes que visibilizan a la mujer como personaje teatral, pero me llamó la atención este por su ritmo cinematográfico. Tras varias lecturas lo empecé a montar con esa consigna, jugando con la parte musical para crear bases rítmicas”, cuenta Nieto. Y explica que han querido crear una versión contemporánea de este clásico, pero manteniendo el texto original casi íntegramente “para, así, respetar la esencia popular que tanto caracteriza al teatro del Siglo de Oro”. “Hemos intentado matizar esas apelaciones al conocimiento popular de la época y trasladarlo a nuestros días, creando una atemporalidad también en el espacio. Situamos las muchas referencias que se hace a la ciudad en el Madrid de hoy y cambiamos el nombre de personajes famosos de la época por otros que sí están en el imaginario colectivo actual”.
Conectar con el público a través de guiños a la cultura popular es algo que inventaron los autores barrocos como Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca o el propio Tirso de Molina. Nieto cree que es muy importante que se siga apostando por el teatro clásico, “que tanto ha forjado nuestra cultura literaria”. “Bebemos de él queramos o no, es imprescindible conocerlo y, en el caso de los creadores, investigar antes de ponerse a trabajar sobre cualquier texto contemporáneo. Es una suerte poder tener estos textos, otras muchas culturas no cuentan con un legado así”, concluye.
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