_
_
_
_

Los hombres triplican a las mujeres en los altos cargos médicos

Una encuesta constata la brecha de género en los puestos de responsabilidad, aunque ellas son mayoría

Jessica Mouzo
Operación en una sala del Hospital Clínic de Barcelona.
Operación en una sala del Hospital Clínic de Barcelona.Carles Ribas

Ellas son más en hospitales y atención primaria. Pero ellos ocupan más cargos de responsabilidad. La brecha de género se sigue perpetuando entre los altos cargos de la profesión médica. Así lo ha constatado el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) en una encuesta a sus colegiados que revela que, pese a ser mayoría en los centros sanitarios, solo el 4% de las médicas en activo asumen puestos de responsabilidad. Los profesionales hombres en altos cargos sanitarios son el 14,5%.

En los últimos 15 años, la demografía de la profesión sanitaria ha dado un vuelco. El sector se ha feminizado y, si en 2003, los hombres conformaban el 60% de los médicos en activo, en 2017, las mujeres ya suponen más de la mitad de los profesionales (53%). Y la tendencia seguirá esta inercia: cada vez se incorporan más mujeres que hombres a las facultades de Medicina y ya alcanzan casi el 70% del total de estudiantes de esta disciplina.

Pero este cambio demográfico no se ha traducido a las altas esferas de los hospitales y la atención primaria: a medida que avanza la carrera profesional, la feminización inicial de la profesión se va diluyendo. Según el estudio del COMB, el 8,9% de los encuestados ocupan cargos de dirección. Pero este porcentaje no se reparte de forma equitativa según el género. De hecho, solo el 4% de las mujeres médicas en activo ocupan cargos de responsabilidad, frente al 14,5% de los facultativos hombres que asumen puestos de mando. En los cargos de coordinación, la brecha de género se reduce, pero no desaparece: en conjunto, el 13,2% de los encuestados ocupan puestos de este nivel pero, al desglosar estos datos por género, el estudio arroja que se trata del 11,2% de las mujeres y el 15,4% de los hombres. "Por una parte, esto viene condicionado por la edad, porque ellas son más jóvenes y desde el punto de vista de su trayectoria profesional, esta es más corta para alcanzar puestos de dirección. Pero también pesa en las organizaciones que los cargos directivos son hombres", apunta la jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Magda Campins, encargada de presentar el estudio del COMB.

Los resultados de esta encuesta corroboran, precisamente, los datos de otro estudio del COMB sobre conciliación laboral publicado el año pasado. Según esa investigación, en el Instituto Catalán de la Salud (ICS), la mayor empresa sanitaria pública que gestiona ocho hospitales y el 80% de la atención primaria en Cataluña, el 86% de los jefes de servicios de sus hospitales son hombres. Aunque hay excepciones. Por ejemplo, la directora asistencial de Vall d’Hebron, Anna Ochoa, es mujer.

Las diferencias de género, señala el estudio, son menos acentuadas a medida que se reduce la categoría (los jefes de sección son el 62,4% hombres y el 37,6% mujeres). "Esta discriminación podría atribuirse a los siguientes factores: por una parte, el predominio de hombres en los comités que toman las decisiones de contratar nuevo personal o de ordenar la promoción personal. Por otra parte, a un menor número de candidatos de sexo femenino a los cargos de liderazgo, ya sea por el temor de no poder cumplirlo lo suficientemente bien por el hecho de tener otras ocupaciones (por ejemplo, de tipo familiar) a las que han de atender, o bien por considerar que no tienen suficientes méritos para el cargo", valoró entonces el informe del COMB.

En esta línea, esta última encuesta del COMB también arroja diferencias de género en la perspectiva individual para acceder a altos cargos. El 50% de los profesionales consideran importante acceder a puestos de responsabilidad pero, otra vez, al analizar las cifras por género, el estudio del COMB detecta una valoración diferente entre mujeres y hombres: el 57% de ellos defienden el valor de asumir un cargo directivo, pero esta cifra baja al 45% cuando las que responden son las médicas.

Suspenso en conciliación

La encuesta del COMB también ha constatado las carencias del sistema para favorecer la conciliación laboral y familiar. En este campo, no obstante, no se aprecian diferencias significativas entre hombres y mujeres: los profesionales coinciden en suspender -o evaluar con un escaso aprobado- sus posibilidades de conciliar el trabajo con asumir las tareas domésticas, atender los cuidados familiares o hacer actividades de tiempo libre.

"Nos ha sorprendido porque cuando discutimos los resultados, no es la percepción que tenemos. La carga de las tareas domésticas y los cuidados recaen más sobre las mujeres. Pero hay que tener en cuenta que en esta encuesta no están las médicas mayores de 75 años, que son los que, culturalmente, les habría recaído estas funciones. En las parejas jóvenes, las cargas se repiten más. Creo que esto está reflejando la realidad de los jóvenes", matiza Campins.

El 20% de los médicos son interinos o temporales

La precariedad laboral también se ceba con los médicos, sobre todo los más jóvenes. Según la encuesta del COMB, el 20% de los profesionales tienen un contrato temporal o de interinos. Esta cifra, no obstante, asciende a más del 50% cuando se trata de los menores de 36 años.

Esta situación laboral se traduce en las preocupaciones de los médicos: la carga de trabajo, el salario y la disponibilidad de tiempo y recursos para formación son unos de los factores más importantes para los profesionales y que, a su vez, valoran con un grado de satisfacción muy bajo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_