El río Manzanares pierde uno de los tramos renaturalizados

Los vecinos del tramo del río Manzanares que discurre entre la presa 8 y 9, en el distrito de Arganzuela, no salen de su asombro y muchos muestran un gran enfado. El cauce ha pasado de los 30 centímetros que corrían desde que el Ayuntamiento decidió emprender su renaturalización a presentar el aspecto de antaño con el agua embalsada (la media máxima era de 3,5 metros y la mínima de 1,70) y casi sin correr. Previamente, el Consistorio ha procedido a eliminar la vegetación que había crecido formando isletas en las que criaban patos o gallinejas y se podía observar a la garza real, la garceta o el martinete, entre otras especies.

Ahora, los restos de la poda flotan formando balsas sobre las que se puede ver a algunos animales despistados que han sobrevivido a los trabajos de desbroce. De esta forma, la escuela de remo ubicada en Madrid Río ha recuperado el espacio en el que entrenaban desde 2012 hasta que se produjo la avería de la compuerta número 9 en 2016, que impedía retener el agua. La rotura coincidió con la naturalización del cauce.

Un portavoz de Comunicación del Ayuntamiento explica que la decisión de volver a embalsar este tramo de 1,5 kilómetros se tomó en octubre de 2016 con la aprobación de una propuesta en el pleno que contó con el visto bueno de todos los grupos políticos. La decisión también fue consensuada con Ecologistas en Acción, organización que propuso el proyecto de naturalización. Las mismas fuentes recuerdan que la naturalización continúa en los otros 6,5 kilómetros en los que el agua corre libremente. Además, se ha incluido una escala de peces para que puedan entrar en esta zona y que exista conectividad en todo el río. El objetivo, insiste el Ayuntamiento, "es hacer compatibles la renaturalización con la práctica del remo en el Manzanares". Las mismas fuentes indican que, una vez reparada la presa, se ha dejado un mes de margen por el periodo de cría de las aves.

Lorena Rodríguez, responsable de la escuela de remo Madrid Río, que pertenece a la Federación Madrileña de Remo, explica que llevan "prácticamente dos años sin poder navegar y habíamos conseguido interesar en este deporte a más chavales de la zona".  con el parón solo podían entrenar con máquinas, en seco, lo que les ha supuesto perder al 70% de los deportistas, asegura. "Actualmente, tendremos a unas 40 de esta instalación y otros 100 remeros de la Federación Madrileña de Remo que usaban la lámina de agua para entrenar", explica. Por las instalaciones han pasado unos 1.000 chavales al año que venían de diferentes institudos y colegios de Madrid, describe. Rodríguez asegura que el Canal de Isabel II no les permite utilizar el pantano de Valmayor.

Santiago Martín Barajas, miembro de Ecologistas en Acción y promotor de la naturalización del río, considera que existen dos realidades, a las que se debe atender. En un principio, estaban de acuerdo con que ambas actuaciones podían convivir, pero eso fue antes de ver cómo se ha ido recuperando el río. Ahora, con el buen resultado obtenido, Martín considera que hay que dar una salida a los remeros pero fuera del río, para poder "abrir lo antes posible la compuerta y que el agua vuelva a correr". El conservacionista advierte también de que es necesario comprobar cómo funciona la escala de peces (espacio para que puedan acceder a ese tramo).