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El Ayuntamiento quiere cerrar la incineradora de Valdemingómez en 2025

El plan municipal pasa por reducir la incineración a la mitad en 2022 y mejorar el aprovechamiento de los recursos recuperados

Centro de tratamiento de residuos La Galiana, situado en el vertedero de Valdemingómez, Madrid.
Centro de tratamiento de residuos La Galiana, situado en el vertedero de Valdemingómez, Madrid.Victor Sainz

La línea de incineración del centro tecnológico de Valdemingómez ya tiene fecha de cierre. El Ayuntamiento de Madrid trabaja en un plan para cerrar la incineradora en 2025, y reducir la incineración a la mitad en 2022. El resto de la instalación, situada en la zona sureste de Madrid, seguirá funcionando. Además, la estrategia de residuos del Consistorio prepara medidas para mejorar las tasas de recuperación de materiales y un mejor aprovechamiento de los recursos recuperados, según ha explicado este jueves la concejal delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés. El proyecto municipal tiene un presupuesto hasta 2022 de 1.554 millones de euros.

La propia Sabanés ha reconocido la envergadura y complejidad del proyecto para reducir la contaminación producida por la incineradora. Hace tan solo dos días, la Alianza Incineradora Valdemingómez No registró 24.398 firmas en el Ayuntamiento de Madrid "para que no se renueve el contrato de gestión de la incineradora en 2020 y se cierre definitivamente".

El plan del Ayuntamiento tiene la ambición de alcanzar "en un futuro el residuo cero y la economía circular". Los trabajos en la incineradora constituyen uno de los ejes de esta política. Según ha informado el Consistorio, "se elaborará un plan de cierre al término de la vigencia del contrato de la incineradora [2020] que estudie en profundidad las necesidades, infraestructuras y servicios necesarios para el establecimientos de residuos cero y de la economía circular".

El centro sufrirá, además, una "importante transformación", para un mejor aprovechamiento de los recursos recuperados como el biogás. Esta actuación tiene el objetivo de reducir el impacto de olores, que afectan a 700.000 personas, según el colectivo Rivas Aire Limpio.

Para que todo esto sea posible, el Ayuntamiento destaca la importancia de avanzar en el plan de recogida selectiva orgánica y "un mejor sistema de gestión". El consistorio menciona la creación de nuevos puntos limpios, el refuerzo de la recogida selectiva en zonas comerciales o el impulso a la concienciación como puntos esenciales de su proyecto.

Los datos facilitados por el Consistorio destacan que el año 2017 fue un "punto de inflexión". La recogida de papel y cartón aumentó un 30% respecto a 2016 y la del vidrio un 9%. También los puntos limpios, espacios para la recogida de diferentes tipos de residuos de origen doméstico, recogieron un 22% más de toneladas que en 2016.

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Aun así, será clave el "compromiso social", recuerda el Ayuntamiento. Por su parte, el Consistorio "avanzará en instrumentos económicos que incentiven la prevención, la reutilización y el reciclaje, además de penalizar la producción de residuos. A la vez, el Consistorio se comprometerá a impulsar cambios en la gestión de residuos a través, entre otros, de la compra pública y la contratación de servicio, como la recogida selectiva de la materia orgánica en toda la ciudad.

Entre las medidas contempladas se encuentran el apoyo a iniciativas de la economía social para "reducir los residuos y conseguir buenos rendimientos sociales y laborales". También se potenciará el programa de reutilización y recuperación de ropa textil, continuando en la recogida a domicilio.

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