El plan urbanístico de Barajas precisa 2.997 millones de euros de inversión en 40 años
El proyecto prevé un centro logístico, áreas de oficinas, hoteles y un espacio comercial y de ocio
El enorme desarrollo urbanístico de centros de logística, oficinas y espacios comerciales y de ocio que Fomento planea levantar alrededor del Aeropuerto de Madrid Barajas (920 hectáreas y 2,7 millones de metros cuadrados edificables) requerirá una inversión de 2.997 millones de euros durante los próximos 40 años, según ha explicado hoy el ministro Íñigo de la Serna. Ese dinero será tanto público como privado, aunque el reparto está todavía por determinar y el suelo, en cualquier caso, continuará siendo de propiedad estatal.
El Plan Inmobiliario del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en terrenos de su propiedad tiene unas dimensiones enormes: sus 920 hectáreas —de las que se desarrollarán en un principio 520 hectáreas brutas— equivalen más de cuatro veces la prolongación de la Castellana (la Operación Chamartín). Y el dinero que Fomento calcula que habrá que movilizar para ponerlo en pie (2.997 millones de euros) es casi el presupuesto de dos años del Ministerio de Educación para becas, aunque en este caso se distribuirá, según las previsiones, a lo largo de cuatro décadas.
En ese holgado espacio de tiempo, el proyecto se divide en tres fases. La primera se centrará en construir —a partir de 2020, una vez superados los trámites administrativos— un polo logístico que pretende ser el más grande de España. Los papeles contemplan para él 257 hectáreas con una edificabilidad de 1,4 millones de metros cuadrados junto a la autovía A-2 —con acceso directo a otro punto clave del sector logístico peninsular, el Corredor del Henares— y en los que habrá centros de almacenaje, servicios al transportista, centros de control, etcétera.
En este primer ciclo, hasta 2026 y con una inversión prevista de 953 millones, se empezará también a desarrollar el proyecto de Airport City, esto es, un espacio de hoteles, sedes corporativas y parques de oficinas de 62 hectáreas (y 652.000 metros cuadrados edificables) en la parte más cercana a la Terminal 4 del aeropuerto. Aena (la empresa pública que gestiona los aeropuertos) y Enaire (encargada de la navegación aérea) llevarán allí sus oficinas.
En la segunda fase, que durará otros ocho años y contará con una inversión de 739 millones, se terminará esa área de negocios y de hoteles (habrá hasta cuatro, con unas 900 habitaciones) y se pondrá en marcha el centro de ocio, con “una zona temática recreativa, un centro comercial, oferta gastronómica, zonas wellness [de salud y belleza], museo aeronáutico y observatorios panorámicos”, según ha explicado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante una presentación hecha en el propio Aeropuerto de Barajas. Este espacio de ocio, al norte de la zona de negocios, tendrá 57 hectáreas con una edificabilidad de 341.000 metros cuadrados.
La tercera fase prevé terminar y consolidar durante los restantes 24 años todo el desarrollo, que incluirá también un espacio de actividades aeronáuticas: nueve hectáreas y 74.000 metros cuadrados edificables. El plan también reserva 140 hectáreas de zonas verdes y en el Airport City se favorecerá la circulación interna con vehículos eléctricos y bicicletas, asegura Fomento.
El ministro ha defendido el proyecto como “una oportunidad de desarrollo social y económico” para toda la región, dada la importancia de Madrid como una de las principales capitales europeas (en 2017 fue la quinta ciudad del continente con mayor inversión inmobiliaria), la de la Comunidad de Madrid (que representa el 19% del PIB español) y la del propio aeropuerto, el más importante del país, por el que el año pasado pasaron 53,4 millones de pasajeros y que concentra la mitad del tráfico de carga aéreo de todos los aeródromos españoles.
Terrenos públicos
Todos esos factores son los que deberían atraer una inversión privada imprescindible para poner en marcha el plan, según De la Serna. “El éxito de este suelo está asegurado, las condiciones son inmejorables, tienen capacidad para albergar servicios vinculados a la logística, a la sociedad del conocimiento, a la aeronáutica...”, ha dicho el ministro, que ha asegurado además que varias marcas y compañías han mostrado ya su interés en participar en el proyecto, aunque no quiso adelantar nombres. En todo caso, esa colaboración público-privada no se traducirá en la venta de terrenos, que seguirán siendo públicos, asegura una portavoz de Aena, sino que se hará previsiblemente por el sistema de concesiones de uso.
Pero antes de todo eso, habrá que establecer el tipo de sociedad que se creará para la gestión del suelo y la puesta en marcha del plan, para lo cual Aena contratará los servicios de un asesor financiero. Esto será en 2018, para que en 2019 se comiencen constituir esos instrumentos societarios de Aena y las empresas y que en 2020 se inicie la construcción de los primeros inmuebles.
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