Las empresas piden subir el IBI a los pisos turísticos para vivienda social
Barcelona Global propone subir la tasa turística para potenciar la ciudad como destino cultural
La asociación Barcelona Global, que agrupa a empresas y directivos de la capital catalana, reclamó ayer un “aumento moderado” de la tasa turística para financiar nuevos proyectos culturales que contribuyan a descentralizar la actividad. La entidad que preside Gonzalo Rodés propuso, además, un recargo sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los apartamentos turísticos. Con esos fondos, Barcelona Global sugirió constuir vivienda social. El concejal de Turismo de Barcelona, Agustí Colom, aplaudió ambas iniciativas al considerar que buscan que la ciudad no “muera de éxito”.
Los empresarios presentaron ayer en el primer Barcelona Global Summit una batería de propuestas para reorientar el modelo turístico de la capital catalana. A pesar de que este documento venía cociéndose desde hacía tiempo, la entidad decidió acelerar la celebración del congreso a raíz del descenso de turistas del año pasado por el caos aeroportuario, los casos de turismofobia y los atentados de La Rambla y el procés. “Todos coincidimos en dos aspectos: que la historia de Barcelona ha sido de éxito pero que también hay síntomas de agotamiento”, afirmó Rodés.
El presidente de Barcelona Global sostuvo que el objetivo de la entidad sigue siendo que la capital catalana sea una urbe “global” y que continúe dentro de la liga de 50 ciudades que tienen un papel destacado en el mundo. Sin embargo, admitió que el turismo ha generado “fricciones” entre las empresas y la ciudadanía. “Cuando se creó Barcelona Global el turismo no era una prioridad, porque todos los indicadores eran de éxito, desde los cruceros hasta las convenciones y los congresos”, recordó Rodés.
El empresariado, no obstante, admite los efectos secundarios que ha tenido la actividad, por ejemplo, los “precios excesivos” en el mercado de la vivienda, que ha hecho que haya gente que deba abandonarlos, hasta el top manta, que a su juicio es “foco de corrupción” y “degrada el ambiente”.
Las quejas ciudadanas y la crisis del año pasado han hecho que los empresarios de Barcelona Global hayan impulsado un documento de propuestas que ya han empezado a abordar con los grupos del Ayuntamiento, cuyos representantes ayer estaban en el congreso. Y algunas propuestas, recordó Colom, coinciden con las que ha formulado el equipo de gobierno.
El plan de acción que propone Barcelona Global tiene cuatro objetivos: reducir la masificación y el impacto de la actividad en el territorio, mejorar la percepción del turismo entre los ciudadanos, posicionar Barcelona como una capital de excelencia y conseguir que los operadores turísticos tengan más “compromiso social”.
Regulación de pisos
Una parte de las medidas planteadas tratan de atacar aquellos problemas que han provocado las quejas ciudadanas. Para empezar, Barcelona Global admite el impacto de la actividad en el precio de la vivienda y en la convivencia vecinal. Por ello, propone dos medidas: una, limitar a un número días y personas los alquileres de apartamentos y, la segunda, que a los bloques de pisos que se dedican al arrendamiento a viajeros se les aplique un recargo en la factura del IBI. Esos fondos, según Rodés, deberían ir a sufragar más vivienda social.
Las nuevas tecnologías, además, deben servir para gestionar los problemas de convivencia vecinal. La transparencia en los datos, por ejemplo, permitiría una mejor gestión de los pisos turísticos. O bien se podría crear una aplicación para informar tanto a viajeros como a ciudadanos locales de la saturación de ciertas zonas o de las mejores alternativas para la movilidad dentro de la ciudad. Las propuestas también abordan la precariedad y desigualdad laboral. Barcelona Global lanzó la idea de crear una certificación que garantice, tras constatarlo, que un establecimiento cumple con la igualdad de género y paga igual a empleados propios y externos.
Otra de las propuestas pasa por convertir a Barcelona en un referente cultural, en concreto, de la música. El punto de partida es tanto la oferta clásica como la de festivales, con el Primavera Sound y el Sónar como buques insignia y despegará con la creación de la plataforma Barcelona és música. Ello se acompañaría con el desarrollo de dos zonas: el Paral·lel y L’Hospitalet de Llobregat.
Esa idea permitiría, según la entidad, descentralizar la actividad y desestacionalizarla. Para sufragar esos proyectos, los empresarios calculan que necesitarían seis millones de euros, que deberían salir de una subida de la tasa turística. El documento que ayer presentó la entidad, de hecho, habla de extender ese tributo a excursionistas que llegan a Barcelona y al transporte.
La colaboración de empresas con el Ayuntamiento
Una de las cuestiones en las que se puso más énfasis en las jornadas de ayer fue en la colaboración entre el sector público y el privado, entre otras cosas, para combatir la masificación. El concejal de Turismo, Agustí Colom, recogió el guante con las propuestas de fiscalidad de Barcelona Global.
Colom explicó que la subida de la tasa turística depende del Parlament, mientras que para hacer un recargo del IBI necesitan luz verde del Congreso de los Diputados. Por ello, consideró que el Ayuntamiento tendrá más fuerza al negociarlo si detrás cuenta con el empresariado.
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