Guardia Civil y Policía Nacional reducen un 8% su presencia desde el final de ETA

En octubre de 2011, cuando ETA comunicó su decisión de poner fin a más de cuatro décadas de actividad armada, en el País Vasco había destinados 6.303 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Seis años después, la presencia de guardias civiles, policías nacionales y militares en esta comunidad autónoma se ha reducido un 8%, hasta los 5.137 agentes. El Gobierno español considera que este despliegue es "necesario" para garantizar la seguridad ciudadana y el cumplimieno de las leyes, con lo que rechaza la petición de EH Bildu de proceder a la "retirada total y absoluta" de estas fuerzas policiales.

El Ministerio del Interior ha detallado en una respuesta parlamentaria, a petición de la diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia, que el número de guardias civiles, policías nacionales y militares desplazados en el País Vasco se ha ido reduciendo paulatinamente desde 2008, cuando estos sumaban 4.271 (no están computados los militares). El año del final de ETA, en 2011, la Guardia Civil tenía desplegados 3.083 unidades, el Cuerpo Nacional de Policía, otros 1.528 y el Ejército, 1.692. En la actualidad, esa cifra ha caído hasta los 5.137 agentes, de los que 2.369 son guardias civiles, 1.317 policías nacionales y 1.481 son militares.

Además de estos, en Euskadi trabajan otros 8.000 agentes de la Ertzaintza, uno por cada 273 habitantes, según datos de la consejería vasca de Seguridad.

El Ejecutivo de Rajoy asegura que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han realizado en esta comunidad autónoma "cuantos controles e identificaciones han sido necesarios" para "proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades, garantizar la seguridad ciudadana, la prevención e investigación de infracciones penales y el cumplimiento de las leyes".

Interior asegura que las actuaciones policiales y controles "se ponen en práctica de forma esporádica, en lugares y por espacios temporales puntuales", en ámbitos generalmente supracomunitarios, con el fin de evitar la comisión de delitos, localizar y detener a sus autores.

Ante estos datos, la coalición abertzale ha denunciado que las FSE "siguen realizando controles e identificaciones sin justificación alguna", por lo que ha reclamado su "retirada total y absoluta" y lograr que Euskadi sea "un territorio libre" de las fuerzas de seguridad "con el objetivo de generar un escenario en el que todas las competencias en materia de seguridad sean asumidas por las diferentes Policías vascas".

"La salida de las FSE es una aspiración de la inmensa mayoría de la sociedad vasca", concluye la formación soberanista en una nota informativa.