El argumento de Pedro
Almodóvar ha ayudado a esta ciudad a quitarse de las solapas la caspa de un país que gracias a él empezó a distinguirse como un lugar moderno
Pesa más Pedro Almodóvar en el arte que cualquier argumento fabricado en su contra. Y en Madrid pesa más el creador de Pepi, Luci, Bom.. que todos los panfletos políticos que ahora esgriman el PP local y todos sus afluentes para teñir de supuesta dignidad el insólito oprobio.
A la vergüenza nacional de la semana pasada se une en este caso la falta de respeto a un hombre cuya dignidad civil se puso de manifiesto antes y después de esa anécdota panameña.
El director de cine, que ha hecho por España y su imagen más que los gobiernos (incluido los gobiernos locales), aclaró en seguida aquella aventura exterior de su dinero, dio señales suficientes sobre lo que sucedió, y fue tan franco como él mismo lo es en todas las cosas que ha protagonizado en su vida.
Después de ese incidente se estrenó una película mayor de su filmografía, ha seguido filmando y escribiendo, y ayudando a otros a hacer obras que él financió, produjo y alentó. Nunca fue, ni antes de aquel incidente, ni después del mismo, un español desleal con su país. Y, más aún, ha sido y es, siempre lo ha sido, un madrileño de veras, no un falso madrileño, no un madrileño hipócrita.
Ha ayudado a esta ciudad, antes de la movida, en la movida y después de la movida, a quitarse de las solapas la caspa de un país que gracias a él empezó a distinguirse como un lugar moderno al que era imprescindible venir no sólo a ver los grandes lugares que alberga sino a contemplar los escenarios de sus películas.
Ahora le regatean un renglón imprescindible de su biografía, su enraizamiento madrileño. Rectificar es de sabios, pero no hay que estudiar mucho para que el PP diga enseguida que con Pedro se ha equivocado. Para hacer de Almodóvar un madrileño adoptivo sólo hay que mirar los argumentos de su curriculum. Y si no lo quieren mirar, que sepan lo que se pierden. Almodóvar es madrileño, más que los que son cicateros con él aprovechando que el Pisuerga pasa por Panamá.
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