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Detenido el presunto autor del doble crimen del pantano de Susqueda

El hombre, Jordi Magentí Gamell, de 60 años, ya fue condenado por matar a su esposa hace 21 años

A la derecha, el presunto autor del crimen de Susqueda.Foto: atlas | Vídeo: Toni Ferragut | atlas

Los Mossos d’Esquadra detuvieron este lunes a Jordi Magentí Gamell, de 60 años, acusado de haber matado a Paula Mas, de 21 años, y Marc Hernández, de 23, el pasado mes de agosto en el pantano de Susqueda (Girona). Magentí ya fue condenado a 15 años de prisión por asesinar en 1997 a su exmujer, a la que disparó a bocajarro y remató en el suelo y por la espalda. El hombre, en libertad al menos desde 2010, negó su implicación en el crimen de Susqueda y alegó que ese día estaba con su madre, según su defensa. Los Mossos no dudan de su autoría.

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Los Mossos eligieron un dispositivo policial especialmente discreto. Se acercaron a Magentí a las siete de la mañana, cuando salía del número 1 de la calle de Nou y desde allí le trasladaron a la comisaría más cercana, la de Santa Coloma de Farners, donde le detuvieron formalmente.

Hacía 21 años que Magentí no vivía una situación parecida, cuando asesinó a su exmujer. Permaneció encarcelado desde 1997 y cuando salió, rehizo su vida. En 2013, se casó con una mujer colombiana. En su página de Facebook, que a última hora de este lunes fue cerrada, había numerosas fotos de ambos. Algunas, en el pantano de Susqueda, un lugar que Magentí frecuentaba para pescar. Días después del doble crimen, la mujer se compró un billete de vuelta a su país. Los Mossos temían que el hombre viajase al país sudamericano con ella, lo que hubiese complicado su detención. Para evitar esa situación, precipitaron las investigaciones.

Por ahora, se desconoce qué llevó a Magentí a matar a los dos jóvenes, con los que no tenía ninguna relación. Pero la policía catalana no tiene duda de que fue él, según explicó el intendente Antoni Rodríguez en declaración a los medios. Diversos testigos ubican el vehículo del hombre, un Land Rover Defender, titularidad de su tío, al que cuidaba, en el lugar donde fueron asesinados Paula y Marc. Incluso interrogaron al hombre al principio de la investigación, que negó tajantemente que estuviese allí aquel 24 de agosto, cuando los dos jóvenes salieron para hacer una excursión en kayak por el pantano. La autopsia determinó que Paula fue asesinada de un disparo en la cabeza, probablemente con una bala de un calibre de 9 milímetros o inferior. El cuerpo de Marc estaba en muy mal estado y no se pudo determinar con claridad la causa de la muerte.

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La policía catalana también detuvo al hijo Magentí acusado de un delito contra la salud pública. El hombre cultivaba diversas plantas de marihuana, explican fuentes del caso. Los Mossos, que le arrestaron en Salt, quieren aclarar si pudo tener algún tipo de implicación en el caso.

Posteriormente, la policía registró dos domicilios en Anglès, donde vivía Magentí o sus familiares. Y lo hizo en presencia del principal acusado y también de su hijo. Además, los agentes inspeccionaron diversas naves industriales del municipio gerundense, que tiene unos 5.000 habitantes.

Eximente psicológica

En Anglès, en medio de la calle Riu Ter, fue donde Magentí asesinó a su exmujer en 1997. Pasó el 4 de diciembre. María Josefa García pasaba cada día por esa calle, después de bajarse del autobús, camino de su casa. Magentí incluso cambió el coche de sitio y lo estacionó entre dos vehículos más grandes para que su exmujer no pudiese verlo venir. Según contó él mismo, aprovechó la espera para cargar el arma, una escopeta semiautomática Browning, con tres balas.

Al verla pasar, Magentí se dirigió hacia ella y “efectuó tres disparos que impactaron en el costado izquierdo” y la “hicieron caer al suelo”, según la sentencia del caso, dictada en 2000. Luego “cargó la escopeta con otro cartucho de perdigones que portaba en el bolsillo, efectuando un nuevo disparo” contra la mujer, “impactó sobre su espalda”. Aquel día, María Josefa García cumplía 35 años.

El jurado que condenó a Magentí tuvo en cuenta una eximente psicológica, al entender que el hombre tenía “afectada su capacidad volitiva, sufriendo una disminución leve de la capacidad de controlar sus actos”. Magentí padecía un trastorno ansioso-depresivo, y llevaba unos años en tratamiento psiquiátrico. Magentí reconoció desde el primer momento los hechos y se escudó, como muchos maltratadores, en el amor. El pueblo vivió con conmoción el asesinato de María Josefa García. Pero tras el regreso de Magentí, hace un par de años, pensaron el que el hombre se había reinsertado. Uno de los motivos fue que cuidaba de su anciano tío, según explicó la alcaldesa Àstrid Desset.

Paula y Marc era una joven pareja de la zona barcelonesa del Maresme. El 24 de agosto se fueron de excursión al pantano y ya no volvieron. Tres días después, apareció el Kayak flotando en el agua. Al siguiente, el coche en el que viajaban, un Opel Zafira, con las llaves en el contacto, la primera marcha puesta, la ventana del conductor abierta y el freno de mano quitado. Sus cadáveres no salieron a la superficie hasta el 26 de septiembre. Él llevaba colgada a la espalda una mochila, con una piedra de grandes dimensiones en su interior. Los investigadores sospechan que Paula llevaba una similar, que se desprendió del cadáver, y no han dejado de buscarla en el agua. En el medio año desde su desaparición, los Mossos han barajado diversas hipótesis hasta detener a Magentí.

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