Los Mossos centran la búsqueda en pozos y cuevas de Susqueda

La búsqueda de la pareja del Maresme desaparecida el pasado jueves 24 de agosto se centra este lunes en pozos y cuevas. La Unidad de Subsuelo de los Mossos d’Esquadra se ha desplazado hasta el pantano de Susqueda para inspeccionar con detalle varias zonas de difícil acceso localizadas por el dispositivo de emergencias. Los submarinistas de los Mossos, Bomberos y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil dejaron de buscar definitivamente bajo el agua el sábado. Se incorporarán de nuevo al dispositivo si se halla algún indicio que requiere su intervención.

Desde el domingo 27 de agosto al domingo 3 de septiembre decenas de efectivos de diversas unidades y cuerpos de emergencias han buscado por tierra, aire y agua a ambos lados del pantano, sin éxito. Este lunes, con la sola presencia de Mossos, sigue la búsqueda la Unidad Canina y se ha incorporado la Unidad de Subsuelo. Tiene un cometido concreto, buscar dentro de las grietas, cuevas y pozos localizados, principalmente, en la zona de la playa del Coll Palomera, donde alguien se deshizo del Opel Zafira de la joven desaparecida, Paula Mas Pruna, de 21 años y vecina de Cabrils.

Según los planos de la presa, en la zona de la playa donde alguien empujó el vehículo hacia el agua hay cuatro pozos y al menos uno de ellos tiene un desvío lateral que conecta directamente con el fondo del pantano. También se localizó alguna cueva o grieta en la ribera del embalse.

El coche fue localizado a unos cinco metros de la playa y a siete de profundidad. La Policía científica de los Mossos hizo una primera inspección ocular en el pantano y siguió una minuciosa labor de búsqueda de indicios cuando el Opel fue trasladado a la comisaría de Santa Coloma de Farners. La Policía investiga si la ventana del conductor puedo haber sido bajada voluntariamente o fue rota desde fuera. En el vehículo también se halló alguna piedra de grandes dimensiones y se intenta averiguar si fueron colocadas a propósito o entraron accidentalmente al hundirse el vehículo o cuando fue sacado a flote.

Los investigadores también inspeccionan el kayac hinchable del desaparecido, Marc Hernández López, de 23 años y vecino de Arenys de Munt. El Kayac fue recogido por la policía la tarde del domingo, y hasta cuatro grupos de personas lo vieron el viernes y el sábado, antes de que fuera recogido por los investigadores. Tres personas que iban en kayac lo vieron en medio del pantano, aproximadamente a mitad de camino entre el embarcadero y la playa donde fue hundido el coche. Los últimos en verlo fueron tres motoristas que lo cogieron en el embarcadero, sacaron de él, con dificultades, las tres o cuatro grandes piedras que había dentro y, al ver que estaba rajado, lo volvieron a tirar al pantano.

Los investigadores también visualizarán las cámaras de seguridad de la presa para intentar reconstruir las últimas horas de los jóvenes en la zona y averiguar si entraron en contacto con alguien. Una de las últimas personas con quien hablaron fue la dueña del restaurante de la carretera de subida al pantano, donde tomaron un refresco y a quien Paula preguntó como llegar. Simona Benková les indicó el camino y ya no volvió a saber de ellos hasta que los amigos de los desaparecidos fueron a preguntar dos días después.