Murillo como reclamo internacional

Fernando ayuda a su hermano Miguel Ángel con el rodillo, impregnado en pintura marrón. Lo pasan por un pequeño cartón blanco sin el temor a salirse. La tesela que estos pequeños de cuatro y tres años, respectivamente, pintan ilusionados es una de las 18.000 piezas que recrearán el cuadro de la Inmaculada Concepción La Colosal de Murillo. La réplica, con una superficie de 364 metros cuadrados, colgará desde finales de marzo de una fachada en la céntrica plaza del Duque de Sevilla. Esta reproducción, en la que participarán unas 10.000 personas, es solo un ejemplo que materializa el espíritu que, desde el pasado noviembre, se extiende por la capital andaluza con motivo de la celebración del cuarto centenario del nacimiento del pintor sevillano.

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El programa de la conmemoración, que cuenta con una financiación de 6,4 millones y se prolongará hasta diciembre, va más allá del arte y busca dialogar con otras disciplinas que ayuden al ciudadano a sumergirse en la época del pintor. “Debemos redescubrir a Murillo como algo propio, reconocer su obra para que se convierta en un mito”, defiende el catedrático de Historia del Arte Alfredo J. Morales.

Además de exposiciones que devuelven a la ciudad lienzos tan importantes como El jubileo de la Porciúncula, el calendario contempla rutas urbanas sobre la vida y la obra del pintor, recitales musicales, ciclos de cine, conferencias, rutas gastronómicas, talleres,... “El Año Murillo se ha contemplado como la oportunidad para reforzar la identificación de la ciudad como destino de turismo cultural”, asegura el alcalde de la capital, Juan Espadas. “Es una gran oportunidad de desarrollo y un polo de atracción para el turismo”, añade el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez.

Sevilla ha ido de la mano de los pinceles de Murillo a las grandes ferias internacionales y nacionales de turismo (Londres, Berlín y Fitur) con el objetivo de convertir la conmemoración en un “potente reclamo”. Para ello, según explica el regidor, se ha diseñado una estrategia para ligar Sevilla con aquellos viajeros que les interesa más la cultura. “Es un turista con un poder adquisitivo mayor y formado”, apunta Espadas. También se ha orientado para seguir creciendo en aquellos países en los que aún había margen, como Reino Unido y Alemania, y en prioritarios como EE UU. “Este último destino emisor ha pasado de ocupar el cuarto puesto al segundo”, aclara Espadas. “2018 va a ser el año turístico más importante para la ciudad, tanto por el número de visitantes como por su impacto económico”, añade.

Y las primeras cifras ya apuntan a ello. Las tres principales exposiciones sobre Murillo hasta la fecha ya superan los 417.000 visitantes. Desgranados por espacios, la Catedral ha acogido 228.926 turistas, el Bellas Artes, 152.000; y el Espacio Santa Clara, 36.450. La Casa Murillo añade a la cifra global otros 23.977.

Dentro de esta estrategia se enmarcan citas como la exposición que The National Gallery de Londres inaugura este miércoles y que reúne por primera vez en tres siglos los dos autorretratos que se conservan de Murillo. Además, en esa búsqueda por el turismo cultural, la conmemoración se abre a la investigación. En marzo, la ciudad acogerá un congreso internacional en el que expertos como Benito Navarrete, Peter Cherry, Guillame Kientz y Javier Portús descubrirán las diferentes facetas del pintor.

Pero esta apuesta por ligar Murillo, Sevilla y turismo no acaba este año. Algunas de las actividades puestas en marcha han nacido con vocación de permanencia. Entre ellas, unas rutas comisariadas por el catedrático Enrique Valdivieso que devuelven la idea de Sevilla como una pinacoteca urbana en la que acceder al arte barroco en aquellos lugares para los que fue concebido: iglesias, palacios, hospitales,... Más de 20 espacios en los que contemplar 50 obras originales.