Abre el hotel que no pudo parar Colau
El establecimiento del Rec Comtal, de Núñez i Navarro, tiene tres estrellas y 99 habitaciones
El hotel del Rec Comtal, uno de los símbolos de la lucha vecinal contra la presión turística en Barcelona, que incluso lo llevó a la Fiscalía, está abierto desde ayer. Tiene tres estrellas, 99 habitaciones y pertenece a la cadena Nuñez i Navarro Hotels. El hotel Rec fue uno de los más célebres que sorteó la moratoria de apertura de nuevos establecimientos que dictó la alcaldesa Ada Colau nada más entrar en el gobierno y el posterior plan de hoteles. Su predecesor, Xavier Trias, también había admitido en el mandato anterior que no podía hacer nada para detener el proyecto: expropiarlo costaría 23 millones de euros.
En 2015, la Asociación de Vecinos del Casc Antic llevó el proyecto a la Fiscalía de Delitos Urbanísticos y Ambientales: pese a construirse con las licencias y permisos en regla, admitían, la tramitación urbanística estuvo plagada de irregularidades, alertaban. La oposición vecinal se centró, sobre todo, en la modificación en 2007, de un plan de reforma interior (PERI) de 1986, que preveía construir vivienda social para realojar a afectados urbanísticos.
En junio pasado, la Fiscalía archivó el caso aunque apreció “irregularidades administrativas” en la operación urbanística, por lo que instó al Ayuntamiento a revisar el plan que lo permitió. A instancias del grupo municipal de ERC, el consistorio encargó una auditoría externa sobre la tramitación.
El abogado de la entidad vecinal, Daniel Jiménez Schelgl, recordó ayer que el fiscal apuntó que el caso no tiene recorrido penal. Pero sí insistió en las “irregularidades urbanísticas”, por lo que el letrado instó al consistorio a revisar las licencias de obras y de apertura. Al no tener respuesta, explicó, ha interpuesto un contencioso. “Intentaremos que se revise la licencia porque consideramos que es nula”, afirma Jiménez Schelgl, que subraya que el caso de este hotel es una muestra “de la connivencia con el sector privado, que quiso desvirtuar el interés público de un suelo que estaba destinado a equipamientos”.
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