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Los barceloneses más ricos y los más pobres se pasan a Ciudadanos

Los barrios obreros, que auparon a Colau a la alcaldía, votan en clave identitaria

Josep Catà
Un vecino de Camp de l'Arpa pasea junto a unos carteles electorales.
Un vecino de Camp de l'Arpa pasea junto a unos carteles electorales.Massimiliano Minocri

El Ayuntamiento de Barcelona ha publicado este lunes el informe sobre la distribución en el territorio de la renta familiar disponible por cápita. El estudio, que recoge los datos de 2016, muestra que Barcelona consiguió ese año reducir ligeramente la brecha social y ampliar la clase media, tras haber perdido una cuarta parte de este estrato social durante la recesión.

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A pesar de ello, el mapa económico de la capital catalana sigue muy parecido al que dibujaba el último informe: la mayoría de los barrios más pobres (52 de un total de 73) repiten en la parte baja de la tabla, y los barrios más ricos revalidan sus posiciones.

Es en el plano político donde la fotografía de estas zonas sí que ha experimentado un cambio: en las últimas elecciones al parlamento catalán, marcadas por el proceso independentista, los barceloneses más adinerados y los que pasan más estrecheces optaron por votar a Ciudadanos. En anteriores comicios, su voto se había dirigido, respectivamente, a la derecha catalana o al PP y a la izquierda del PSC y de Podemos.

El voto de los barceloneses con la renta más baja fue clave en 2015 para la victoria de la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El distrito de Nou Barris (que copa la parte baja de la lista de la renta familiar disponible, con ocho de los diez barrios más pobres) aupó a la candidata de Barcelona En Comú. No obstante, como han demostrado las elecciones del pasado 21 de diciembre, el voto en clave municipal no tiene nada que ver con el de unas autonómicas o generales.

En las últimas elecciones autonómicas, Ciudadanos fue la fuerza más votada en los diez barrios más deprimidos, mientras que la segunda posición quedó para el PSC y, en un barrio, el de la Guineueta, para ERC. Así, Nou Barris, uno de los distritos más mimados por Ada Colau —en los primeros días de su mandato acudió para parar desahucios, ha desplegado centros de promoción económica en la zona...—, apartó en las últimas elecciones el eje social y primó el eje identitario, tal como ya hizo en las últimas dos elecciones generales. Y en ese debate identitario no se sentía nada cómoda la formación liderada por Xavier Domènech, Catalunya en Comú. Los votos a esta fuerza política no superaron el 11% en los diez barrios más deprimidos.

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El partido liderado por Inés Arrimadas también fue el más votado en seis de los diez barrios que el estudio publicado este lunes sitúa como los más ricos. Los barceloneses más adinerados viven en la zona alta de la ciudad (Pedralbes, Sant Gervasi, Sarrià), en el centro (Eixample) y en las zonas que se transformaron urbanísticamente por los Juegos Olímpicos de 1992 (Vila Olímpica, Diagonal Mar). En estos barrios el eje derecha-izquierda también fue sustituido por la dicotomía identitaria, lo que dio como ganadores a Ciudadanos y, en segunda posición, a Junts Per Catalunya, relegando a los últimos puestos al Partido Popular, tradicionalmente una fuerza importante en los barrios con más renta.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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