De un vivero de empresas a impulsar una economía más social
Barcelona Activa cumple 30 años en los que ha ayudado a crear 22.300 empresas y ha atendido a 600.000 personas
Barcelona Activa, la empresa del Ayuntamiento de Barcelona de impulso de la actividad económica y el empleo, cumple 30 años. Tres décadas en las que ha atendido a más de 600.000 personas que quieren poner en marcha un negocio o buscan formación o empleo; y ha ayudado a crear más de 22.300 empresas, con una elevada tasa de supervivencia (el 80% siguen activas cuatro años después de su creación).
Porque lo que Barcelona Activa fue originariamente, en 1987, con Pasqual Maragall de alcalde, fue una pionera incubadora de empresas: un vivero, el primero en España, que contribuía al plan empresarial y acompañaba en los primeros meses de trabajo a nuevos proyectos. Barcelona Activa tenía otra pata, el apoyo a mujeres emprendedoras, y el ayuntamiento barcelonés presume de que las dos se mantienen, al tiempo que la empresa pública ha evolucionado su cartera de servicios, en la que no faltan costosos programas para desempleados de larga duración.
El primer teniente de alcalde del actual ejecutivo municipal, Gerardo Pisarello, subrayó precisamente ayer durante el acto de celebración del aniversario la nueva orientación de la empresa pública, que impulsa planes de desarrollo económico en distritos con rentas inferiores a la media y de dinamización de los polígonos industriales del eje del Besòs. O nuevas líneas de trabajo vinculadas a las llamadas nuevas economías. Esto es: economía digital (en colaboración con ciudades como Nueva York o Ámsterdam) o innovación socioeconómica con acento en la economía social y solidaria, proyectos cofinanciados entre privados y el consistorio o proyectos colaborativos.
Además, tras el mandato del exalcalde Xavier Trias, que dio mucha importancia a los servicios a las empresas, el equipo de la alcaldesa Ada Colau ha puesto el acento en la generación de empleo de calidad y en las condiciones laborales, con condiciones como no anunciar ofertas en precario, empleos que paguen menos de mil euros o luchar contra la temporalidad. Un enfoque que no ha librado al ejecutivo de algún traspiés, como la promoción, retirada, de una oferta de formación para limpiadoras de pisos turísticos.
Además de sumar proyectos, en 30 años, Barcelona Activa ha crecido en dimensión: comenzó con cinco trabajadores y ya son más de 400 y un presupuesto de 58 millones de euros. Tenía una sede originalmente y hoy en día tiene 11 espacios y atiende desde unos cincuenta puntos distintos en los diez distritos de la ciudad. “Se ha convertido en una puerta de entrada para la población activa de la ciudad y para el tejido empresarial de Barcelona y su área”, señalaba ayer un comunicado en el que el consistorio repasa las cifras de estas tres décadas.
Barcelona Activa se creó cuando la ciudad superó una tasa de paro del 20%: fue una apuesta por impulsar desde el municipio la empreneduría como vía de autocupación. De un espacio para 15 empresas, en Glòries, se ha pasado a una red de cuatro incubadoras (una en el edificio MediaTIC, para empresas de alto impacto tecnológico) y un parque tecnológico. Los espacios actuales permiten albergar a 200 empresas y su facturación anual acumulada asciende a 52 millones de euros y generan 1.050 empleos. Echando la vista atrás, las 22.300 empresas creadas con el apoyo de Barcelona Activa representan tres cada día laborable de la historia del servicio público.
Uno de los últimos servicios en sumarse a la cartera de Barcelona Activa es la Oficina de Atención a las Empresas, por la que durante el último año del que se tienen datos, 2016, pasaron 9.500 empresas, un 60% más que en 2015.
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