La Asamblea pregunta a Patrimonio qué debe hacer con Peironcely 10
Convertir la infravivienda en un Bien de Interés Patrimonial obligaría a mantener todos sus elementos, incluidos pasillos y paredes, por lo que no se podría convertir en museo
La Asamblea de Madrid dejó ayer en manos del Consejo Regional de Patrimonio la decisión de proteger la casa Peironcely 10 como Bien de Interés Patrimonial. Esta figura haría “intocables” todos sus elementos (incluidas sus múltiples paredes) y no serviría como museo. No obstante, se aprobó instar al Ayuntamiento a incluirla en su catálogo de bienes protegidos municipales. La iniciativa contó con los votos a favor del PP, PSOE y Ciudadanos, y la abstención de Podemos. El inmueble —una infravivienda de Vallecas— se convirtió en símbolo de la Guerra Civil después de que Robert Capa lo fotografiara en 1936 tras un bombardeo.
"Como Asamblea debemos contribuir a preservar la casa Peironcely, y eso exige ponerse de acuerdo con el Ayuntamiento y dejar a un lado la técnica de pasarse la pelota de unas administraciones a otras”, expuso ayer la diputada socialista Carmen Martínez Ten en el pleno del Parlamento regional. Intentaba convencer al resto de formaciones políticas (Partido Popular, Podemos y Ciudadanos) de que apoyaran su proposición no de ley (no vinculante) para conceder al inmueble la máxima categoría de protección como Bien de Interés Patrimonial (BIP). Dicha tutela se concede a los bienes que, sin tener valor excepcional, poseen una especial significación histórica o artística. Finalmente, y ante las dudas, la Asamblea decidió dejar la decisión al Consejo Local de Patrimonio.
“A veces les tiramos pan a las ratas”
"A veces, tiramos trocitos de pan a las ratas y vemos cómo se los comen. Son tan grandes como conejos", dice Dara mientras apunta a un sumidero mordisqueado por los roedores. Estudia 4º de ESO y su casa, de unos 20 metros cuadrados, es tan pequeña que no tiene un sitio para estudiar. El colegio llama habitualmente a sus padres porque falta mucho a clase y duda que enferme tanto. "En invierno nos resfriamos y en verano algunos vomitan y tienen diarrea por el calor", explica.
Su vecina, Sonia Suárez, se turna con su marido para dormir en un tresillo: son cuatro y no hay camas suficientes. Por las noches escucha cómo la lluvia golpea la uralita y, si hace viento, afirma que lo nota en la cara porque se cuela entre el falso techo de plástico. “Si esto es digno, que venga el dueño con su familia a vivir aquí”, comenta mientras agarra un pequeño trozo de ladrillo que se ha desprendido de la pared. Junto con otras familias del edificio, espera un realojo en una vivienda digna.
Cerca de Peironcely, 10, otras casas bajas sobreviven en las mismas condiciones, pero, como asegura Suárez: “No han tenido la suerte de que Robert Capa las fotografiase”.
De todas formas, ninguna formación puso en duda el carácter de icono de la infravivienda como representación de las consecuencias de una guerra. Isabel González, del PP, a pesar de defender ante el hemiciclo que es imposible que la Comunidad otorgue esa protección a la casa, manifestó que “la fotografía refleja descarnadamente los horrores de la Guerra Civil y vulnerabilidad de los niños”. De tal forma que se ha convertido en un icono de las contiendas y “hay que proteger todo lo que significa”.
La pregunta sin respuesta todavía es cómo y quién la protege. El PP cree que la solución se encuentra en manos del Ayuntamiento, que la debe incluirla en su catálogo de bienes y espacios protegidos. González explicó que la figura de BIP no protege elementos independientes, sino edificios completos, y aquí “lo realmente representativo es la fachada de la vivienda”. Pero en el caso de que se optara por dicha categoría no se podría tocar nada y sería imposible construir ningún centro de interpretación.
La explicación del PP no convenció a la diputada de Podemos Jazmín Beirak, que recordó que el Ayuntamiento ya ha iniciado un expediente para proteger la casa y que lo que se pedía a la Comunidad era convertirlo en BIP. “El municipio ya está haciendo lo que está en su mano”, añadió. La concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid Mar Espinar confirmó el inicio del procedimiento a petición del PSOE. “Pero tardará entre ocho y diez meses”, puntualizó.
José María Uria de la Fundación Agfitel, vinculada a la UGT, uno de los promotores del proyecto internacional SalvaPeironcely 10, tampoco entiende la cerrazón del PP de dar al inmueble la máxima protección. “No es cierto que en un BIP no se pueda hacer nada”, replicó a la diputada popular. Para corroborar su afirmación puso como ejemplo el “monstruo de aire acondicionado que sobresale en la sede del Ministerio de Cultura”.
SalvaPeironcely plantea que se respete la estructura del edificio, que ahora está muy deteriorado, y una de las viviendas. El resto de la edificación se destinaría a un centro de interpretación. El edificio está formado por 15 casas de unos 20 metros cuadrados (algunas sin ventanas) en las que viven 21 adultos y 13 niños, familias que pagan 300 euros mensuales de alquiler. Uria está muy satisfecho, sin embargo, con el consenso que existe en la Asamblea en cuanto a la necesidad de proteger la casa, aunque le hubiera gustado salir con un compromiso más firme, porque “el tiempo pasa”.
Un símbolo del cerco a Madrid en la Guerra Civil
El fotoperiodista Robert Capa tomó, en noviembre de 1936, la imagen de la fachada de una modesta casa, construida en 1927 para familias obreras en el barrio de Entrevías, agujereada por la metralla. Delante, unos niños hablan, divertidos, entre los escombros. La foto se publicó en Francia, en la revista Regards, en diciembre de 1936. La siguieron medios de Estados Unidos, como Life; el semanario británico Weekly Illustrated y, en Suiza, fue portada del principal semanario, Zürcher Illustrierte. Sin embargo, en España no se dio a conocer el reportaje hasta 1975, en Gaceta ilustrada. Fue el fotógrafo José Latova quien, con motivo de una exposición en 2010, Vallecas bombardeada, descubrió que era la casa de Peironcely, 10. La Fundación Anastasio de Gracia acaba de informar de que Capa hizo dos tomas casi idénticas.
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