El propietario de la casa que fotografió Capa dice tener el permiso para derribarla
El empresario Luis Santiago Barrena recurre la suspensión de demolición y dice que el Ayuntamiento no respondió en el plazo obligado
“Es un atropello porque está fuera de normativa y de plazo, es contrario a derecho”. El empresario Luis Santiago Barrena Iturbe, propietario del inmueble de la calle de Peironcely, 10, que inmortalizó el fotoperiodista Robert Capa al comienzo de la Guerra Civil, presentó este viernes un recurso de reposición contra la decisión de la Junta del distrito de Puente de Vallecas de suspender la licencia para la demolición de este edificio de una planta situado en el barrio de Entrevías. Este periódico ha intentado, sin éxito, obtener la versión del Ayuntamiento de Madrid.
Barrena, en su escrito, al que ha tenido acceso EL PAÍS, asegura que “el 30 de junio” presentó la documentación para poder derribar la casa y construir en su lugar un bloque de cinco plantas (cuatro más la baja). “Por ley, el Ayuntamiento tiene 10 días para comunicar si falta algún papel, y un plazo de dos meses para responder si da la autorización o no. Transcurrido ese tiempo, como no ha habido respuesta, considero que por silencio administrativo tengo otorgada la licencia”, declara.
“Este recurso no tiene ningún recorrido porque ya hay un compromiso municipal para expropiar y proteger el edificio”, subrayó, por su parte, la concejal de Cultura del PSOE (en la oposición municipal), Mar Espinar.
Barrena, responsable de la empresa Oronis, “de alquiler y venta de viviendas”, dice que el Ayuntamiento no se ha puesto en contacto con él. “He intentado varias veces hablar con el presidente de la Junta de Puente de Vallecas, Paco Pérez, y he pedido cita por escrito”, por lo que tacha la actitud municipal de “negligente”. “Y si me expropian, que sea conforme a la ley y paguen el justiprecio. Desde hace 10 años he gastado un millón y medio de euros en comprar los pisos para hacer otra construcción con unas 20 viviendas”.
Este tema saltó a los medios gracias a una campaña iniciada en junio por la plataforma #SalvaPeironcely10, compuesta por unas 20 entidades y por personalidades españolas y extranjeras de la cultura, apoyada por los socialistas madrileños, para que la Comunidad declarase el edificio Bien de Interés Patrimonial por su valor histórico. Esta movilización y la atención mediática llevaron al Ayuntamiento, el 17 de octubre, a denegar la licencia de demolición porque, aseguraba, el dueño del inmueble no había entregado la documentación precisa. El 25 de octubre, el Consistorio dio un paso más, al anunciar que se expropiaría la casa y se realojaría a los inquilinos (21 adultos y 13 niños de entre 2 y 17 años).
Ley de Patrimonio
La plataforma argumenta que la casa puede acogerse a la Ley de Patrimonio de la Comunidad como Bien de Interés Patrimonial (BIP), que son aquellos que, “sin tener valor excepcional, posean una especial significación histórica”. La directora general de Patrimonio, Paloma Sobrini, ha contrargumentado que, dada la situación de infravivienda, lo que correspondía era solo la protección de la fachada. Barrena sostiene que estaría dispuesto “a dejar que se conserve la fachada” y que él pueda construir su inmueble.
Los pisos tienen entre 17 y 28 metros cuadrados y sus inquilinos pagan en torno a 350 euros al mes y se encuentran en condiciones insalubres, aunque Barrena asegura que no ocurre en todos los casos: “Hay pisos con aire acondicionado, televisiones de muchas pulgadas y muebles de pladur”. El empresario comunicó en las últimas semanas a los inquilinos que llevan más de tres años de alquiler que iba a derribar el inmueble. “Otros están en proceso de desahucio, y a los que llevan menos de tres años les he ofrecido otros alquileres”.
Noventa años después de su construcción, esta casa ha adquirido nuevo protagonismo. La foto de Capa, de noviembre de 1936, de la fachada con impactos de metralla y niños entre escombros, se convirtió en portada de revistas europeas y estadounidenses como símbolo de la Guerra Civil.
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