La justicia anula la cesión del antiguo parque de bomberos de Parla

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 13 de Madrid declaró ayer nula la desafectación —convertir un bien de uso público en uno patrimonial— del antiguo parque de bomberos de Parla, que el Ayuntamiento realizó en 2016 para cederlo por 30 años a la Fundación Manantial. Esta asociación tenía previsto crear un centro de rehabilitación psicosocial. La sentencia, favorable al partido demandante Mover Parla, dictamina que la junta de gobierno no tiene competencia para aprobar este tipo de acciones, que deben realizarse en pleno. La demanda también se presentó contra la Fundación Manantial, beneficiada por la cesión.

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El Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, comunicó ayer que preparará el recurso de apelación cuando reciba la notificación del fallo, ya que esta aún no le ha sido entregada. El Consistorio sostiene que el artículo 123 de Ley de Bases de Régimen Local "no atribuye al pleno de los municipios de gran población [Parla tiene 124.661 habitantes] las funciones de alteración jurídica de los bienes municipales, sino que le compete a la junta de gobierno local". Además, insistió en que, si su recurso no fructifica, la desafectación de la parcela del antiguo parque "todavía podría regularizarse llevando el asunto nuevamente a pleno para su acuerdo".

Beatriz Arceredillo, portavoz de Mover Parla y exalcaldesa del municipio por el PSOE entre 2014 y 2015, subrayó que el año pasado se aprobó por mayoría en pleno destinar las instalaciones del antiguo parque de bomberos para que los jóvenes pudieran reunirse y hacer actividades, pero "el PP prefirió abstenerse y aprobar unilateralmente la cesión a una fundación".

Francisco Sardina, presidente del patronato de la Fundación Manantial, explicó que su entidad solicitó al Ayuntamiento que le cediese el antiguo parque sin conocer la iniciativa de Mover Parla. Le entidad, sin ánimo de lucro, arregló el edificio como centro de día para llevar a cabo una labor social con los enfermos de trastornos mentales graves y sus familiares. "Estaba completamente abandonado y en un estado deplorable, había jeringuillas y cristales rotos por el suelo", contó Sardina.

El presidente afirmó que seguirán trabajando en el centro, que está en funcionamiento, y en el que 30 personas reciben ayuda psicosocial. Además, si la desafectación se lleva a pleno, confían en que el resto de partidos la apoyen. La fundación asegura haber invertido más de millón y medio de euros en la construcción y equipamiento del referido centro, financiado con recursos propios y préstamos bancarios.