Una última cena en Sudestada

El restaurante Sudestada (Ponzano, 85; www.sudestada.eu; menú degustación, de ocho pasos, 50 euros por persona sin maridaje) se despide de Madrid el próximo 30 de septiembre. Lo hace tras 12 años de buena cocina, buen trato y buen rollo servido por el chef argentino Estanis Carenzo, ideólogo del local junto a su socio Pablo Giudice. Desde su fundación madrileña en 2005 —arrancaron en Buenos Aires—, Sudestada ha sido eterno aspirante a la Estrella Michelin, lugar de encuentro de grandes cocineros —“el restaurante de los chefs”, lo llamaban, frecuentado por David Muñoz, entre otros— y uno de los mejores restaurantes de la capital. Lo sigue siendo.

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Conexión ‘chifa’

Su inspiración siempre fue la “fina comida asiática” lo que lo convirtió en un referente de la fusión de sabores y recetas. Pusieron la cocina del sudeste asiático en otro nivel. Cada temporada han sido capaces de añadir novedades manteniéndose fieles a su esencia; también, de ampliar su visión: de los creadores del restaurante nació el Grupo Bestiario, responsable de Picsa, Chifa o Perro Bar.

Sudestada ofrecía gyozas antes de que existieran las gyozas. Fue uno de los primeros locales en cocinar sabrosos dumplings, finísimos rollitos vietnamitas (nem) o cuidados currys. Ahora, que esos platos se han viralizado, ellos han decidido “reinventarse”. Su decisión se ha visto azuzada por el desacuerdo para renovar el contrato de alquiler del local en el que llevan una década (su primera sede en Madrid fue el espacio que actualmente ocupa Chifa).

Aunque ahora cierran Sudestada, quieren volver en 2018. No regresar con el mismo restaurante, sino con un concepto diferente que aún no tienen definido: “Quizá un restaurante más pequeño, quizá de cocina asiática general. Puede ser cualquier cosa”, avisa Giudice. En unos días cierra uno de los mejores restaurantes de la capital. Seguro que van a estar llenos hasta su última cena. Sudestada cierra; larga vida a Sudestada.